Tomás Calvillo Unna
"Sabemos, que languidecen nuestras certezas, perdimos el ritmo de la respiración de las cosas del mundo, y lanzamos los anzuelos a la memoria".
"Ese tejido de los afectos y la memoria, las lágrimas que se derraman, en la sequedad de otro día que acumula números y pierde los nombres propios".
"La IA es la expresión más dramática del fracaso de persistir en el dominio y expoliación de los moldes biológicos del ser humano, y la advertencia de su laberinto: la salida de emergencia sin puerta alguna".
"Marionetas más, marionetas menos. Cómo desamarrar esos nudos que nos impiden caminar con soltura."
"Una tristeza profunda emerge del abrumado dominio tecnológico. Una capa sutil del ser está herida, ese dolor cada vez más punzante advierte, nos advierte del desprendimiento de la retina del alma, en medio del jolgorio cibernético".
"Diciembre es un mes de ventura cuya cuenta plena pertenece al fuego de la memoria encarnada en el presente".
"Todos los tesoros del universo imaginable están en el inhalar y exhalar".
"Inicio y fin son el arte de la conciencia: en un solo número, en una sola palabra".
"Pronunciar con los labios del ser no con la esponja de nuestros temores".
"Las perlas sueltas en las yemas de los dedos encuentran su collar".
"No son mundos paralelos, somos también sonámbulos".
"Al habitar el hálito el grillete de la muerte se quiebra".
"La palabra, la bendición secular cuya meta no es vencer, si no comprender".
"Ellas, las nubes, frente al vértigo, son islas de paciencia".
"La sabiduría de las cactáceas, sus afiladas espinas que cortan con finura los estertores del último sueño".
"Esa humedad de la dicha: la fértil lágrima del encuentro".