Melvin Cantarell Gamboa
"¿Por qué habríamos de permitir que la escuela condicione a nuestros jóvenes a los requerimientos de los poderes globales iniciándolos en un saber (la filosofía) con múltiples rostros e intereses, cuando pueden protagonizar la transformación de un mundo injusto y desigual?"
Debe de considerarse también en la enseñanza de la filosofía, que ésta ha de abordarse desde la perspectiva de los problemas de la época. En el currículo actual se prioriza la ciencia y la técnica, por encima de las materias con visiones humanitarias.
"Es erróneo definir el crimen como una mera infracción de la ley, sin considerar que en nuestro medio detrás de la aplicación de las normas subyace la antigua doctrina de la venganza, que es el hilo rojo de nuestra justicia".
"La guerra, como técnica de poder, encuentra su máxima expresión de cinismo y falta de escrúpulos de los políticos".
En México vivimos un episodio parecido, sin que la ciudadanía salga aun a las calles; encuestas públicas muestran que el 92 por ciento de los mexicanos está de acuerdo que el pueblo elija a los juzgadores y que los actuales deben ser destituidos por considerarlos corruptos y dejen de dañar la justicia.
En nuestro país, por ejemplo, las leyes no han sido el medio idóneo para que reine la justicia, sino herramientas para velar por ciertos intereses y proteger los abusos del poderoso
La vía correcta para enderezar el entuerto, y es la que defiendo, es reconstruir el Poder Judicial, es decir, ponerlo de pie pues está de cabeza y recurrir a la soberanía del pueblo para elegir a los juzgadores y de esta manera, liberar al sistema jurídico del estado de postración en que lo tienen las élites oligárquicas, los intereses externos, los poderes fácticos, los partidos políticos, los delincuentes de cuello blanco, la delincuencia organizada y la criminalidad que bajo cuerda se han convertido en el poder tirano de facto que orienta el sentido de la justicia en el país.
Desde esta perspectiva, la iniciativa de modificar el Poder Judicial ha de tener como sustento y punto de partida los intereses de 36 millones de ciudadanos que votaron por Claudia Sheinbaum y que se sintetiza en la continuidad de la lucha contra la pobreza y contra la injusticia producto de la desigualdad.
"¿Por qué ante sus fallidas expectativas y predicciones ahora quieren escapar al ridículo con nuevas mentiras?"
El odio, en primera instancia, no es un sentimiento, ni emoción ni pasión es un instinto, no se aprende ni se enseña se produce de forma inconsciente; los humanos, en tanto seres vivos responden defensivamente a situaciones y amenazas concretas; cada especie ha desarrollado habilidades propias para enfrentar lo que percibe como intimidante, amenazador o peligroso.
Ya se dejó de rescatar las cualidades de sus candidatos y exagerar los defectos del oponente para dar paso al deseo de castigar hasta el exterminio al objeto de su odio: el Presidente de la República, al no soportar la idea de haber perdido el voto de la mayoría del electorado. En este contexto, una archicofradía de intelectuales orgánicos rebasó todos los anteriores excesos; utiliza falsas conjeturas como cimiento para elaborar una serie de simulados argumentos para dar a conocer su apoyo a la candidatura de Xóchitl Gálvez.
"No hay democracia cuando el colectivo social se ve obligado, por sometimiento voluntario o por la fuerza, a la aceptación de un poder que lo oprime".
El pueblo no puede delegar más poderes que los que puede ejercer por sí mismo en salvaguarda de su libertad para elegir. Desafortunadamente la democracia evolucionó hacia formas oligárquicas extremas que amenazan hoy con extinguirla bajo la forma predominante del neoliberalismo que, en sus estertores, insiste en legitimar el poder del dinero y el mercado.
La vulneración de la libertad de expresión se ha vinculado históricamente con gobiernos autocráticos o dictaduras que censuran la independencia, la libertad y la pluralidad de los individuos o de la opinión pública; también se silencia cuando grupos de poder controlan las instituciones.
Ahora bien, cuando a un pueblo, altamente politizado como el mexicano, se le intenta engañar con trapacerías, para imponer en su imaginario una candidata sin atributos como la del frente opositor y tomar sus ocurrencias como disyuntiva política al proyecto de Nación de la 4t, no sólo es una tontería, sino un menosprecio a la inteligencia colectiva. Tal incongruencia sólo sería posible en un contexto donde la búsqueda de la verdad hubiera sido abandonada para substituirla por tácticas y técnicas capaces de ocultar las nuevas condiciones políticas y sociales que vive el país.
Perdemos el tiempo leyendo y tomando en serio noticias falsas o escuchando a sujetos que son simples y mendaces turiferarios al servicio de sus patrones; contestar sus infundios, embustes, invenciones y ficciones solo hace crecer su cotización en el mercado de la corrupción.