Melvin Cantarell Gamboa
La vía correcta para enderezar el entuerto, y es la que defiendo, es reconstruir el Poder Judicial, es decir, ponerlo de pie pues está de cabeza y recurrir a la soberanía del pueblo para elegir a los juzgadores y de esta manera, liberar al sistema jurídico del estado de postración en que lo tienen las élites oligárquicas, los intereses externos, los poderes fácticos, los partidos políticos, los delincuentes de cuello blanco, la delincuencia organizada y la criminalidad que bajo cuerda se han convertido en el poder tirano de facto que orienta el sentido de la justicia en el país.
Desde esta perspectiva, la iniciativa de modificar el Poder Judicial ha de tener como sustento y punto de partida los intereses de 36 millones de ciudadanos que votaron por Claudia Sheinbaum y que se sintetiza en la continuidad de la lucha contra la pobreza y contra la injusticia producto de la desigualdad.
“¿Por qué ante sus fallidas expectativas y predicciones ahora quieren escapar al ridículo con nuevas mentiras?”
El odio, en primera instancia, no es un sentimiento, ni emoción ni pasión es un instinto, no se aprende ni se enseña se produce de forma inconsciente; los humanos, en tanto seres vivos responden defensivamente a situaciones y amenazas concretas; cada especie ha desarrollado habilidades propias para enfrentar lo que percibe como intimidante, amenazador o peligroso.
Ya se dejó de rescatar las cualidades de sus candidatos y exagerar los defectos del oponente para dar paso al deseo de castigar hasta el exterminio al objeto de su odio: el Presidente de la República, al no soportar la idea de haber perdido el voto de la mayoría del electorado. En este contexto, una archicofradía de intelectuales orgánicos rebasó todos los anteriores excesos; utiliza falsas conjeturas como cimiento para elaborar una serie de simulados argumentos para dar a conocer su apoyo a la candidatura de Xóchitl Gálvez.
“No hay democracia cuando el colectivo social se ve obligado, por sometimiento voluntario o por la fuerza, a la aceptación de un poder que lo oprime”.
El pueblo no puede delegar más poderes que los que puede ejercer por sí mismo en salvaguarda de su libertad para elegir. Desafortunadamente la democracia evolucionó hacia formas oligárquicas extremas que amenazan hoy con extinguirla bajo la forma predominante del neoliberalismo que, en sus estertores, insiste en legitimar el poder del dinero y el mercado.
La vulneración de la libertad de expresión se ha vinculado históricamente con gobiernos autocráticos o dictaduras que censuran la independencia, la libertad y la pluralidad de los individuos o de la opinión pública; también se silencia cuando grupos de poder controlan las instituciones.
Ahora bien, cuando a un pueblo, altamente politizado como el mexicano, se le intenta engañar con trapacerías, para imponer en su imaginario una candidata sin atributos como la del frente opositor y tomar sus ocurrencias como disyuntiva política al proyecto de Nación de la 4t, no sólo es una tontería, sino un menosprecio a la inteligencia colectiva. Tal incongruencia sólo sería posible en un contexto donde la búsqueda de la verdad hubiera sido abandonada para substituirla por tácticas y técnicas capaces de ocultar las nuevas condiciones políticas y sociales que vive el país.
Perdemos el tiempo leyendo y tomando en serio noticias falsas o escuchando a sujetos que son simples y mendaces turiferarios al servicio de sus patrones; contestar sus infundios, embustes, invenciones y ficciones solo hace crecer su cotización en el mercado de la corrupción.
En México, jueces sin principios han trastocado los valores y normas que dan calidad y respeto a su desempeño profesional, pues de manera nada discreta revelan con sus veredictos que han actuado deshonestamente y puesto la impartición de justicia en subasta, a la orden del mejor postor.
La causa de la suspensión de la ayuda a la UNRWA se debió a la acusación de Israel y Estados Unidos de que 12 de esos empleados son colaboradores de Hamás, sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas y sólo se ha suspendido a uno de ellos.
¿Por qué decimos que es un neoliberal? Porque el neoliberalismo tiene un proyecto propio que no se apega a la teoría económica liberal clásica, sino que hace lo que en México hizo Zedillo, sin definir un programa económico específico, promueve en los hechos una ideología basada en la libertad de mercado y la libertad individual.
Las instituciones actuales, con sus limitaciones y errores, son formas históricas de creación social y pertenecen al orden del esfuerzo común de la humanidad por afirmarse, dar sentido, particularidad y finalidad a proyectos colectivos.
¡Qué difícil, efectivamente, es asumir la propia senectud! Cuando los seres humanos se ven degradados por los años, por lo regular se avergüenzan y prefieren guardar silencio o no hablar de su condición, debieran comprender que ser anciano no los convierte en parias.
La inclinación y terquedad del PRIAN en priorizar en su política el engaño como vía de acceso al poder se debe a que en el actual régimen de la comunicación las sociedades a escala planetaria han sido sometidas al imperio de la infocracia, un nuevo tipo de poder dominante depositado en las tecnologías de la información en donde los mass media y el sistema informativo son capaces de determinar de modo decisivo los procesos políticos, económicos y sociales ocultando la verdad