Fabrizio Mejía Madrid
No sé si, ahora que les afectó a ellos, sigan creyendo que el Poder Judicial es independiente de las presiones de los partidos, los oligarcas como Claudio X. González o las simpatías que los jueces profesan por Xóchitl Gálvez.
Es lo mismo de siempre, es decir, no entender que las participaciones federales no son de acuerdo a lo que las entidades aportan al PIB, sino a sus necesidades de desarrollo.
¿Qué se dicen? No mucho si uno está recibiendo mensajes de Dios para “dinamitar” el Banco Central y la otra pensando en una mariposa que le dijo que tenía que ser la candidata presidencial y no sólo de la Ciudad de México. Pero son compatibles.
Ni la Senadora Xóchitl ni ninguno de sus candidatos tendrá legitimidad. Y es por eso que, cuando en días pasados, a Xóchitl se le perdió el discurso que estaba leyendo en el Monumento a la Revolución, muchos pensamos que a toda la oposición se le ha ido mucho más que el teleprónter.
En el papel, es del dueño de Elektra, Salinas Pliego, pero esas transacciones en Suiza dejan ver por lo menos otra trama: Raúl Salinas le pide a Sada que le dé su dinero a Salinas Pliego, de tal forma que no quede constancia de la participación accionaria de los hermanos Salinas de Gortari en la televisora privatizada.
Pero lo que me interesa aquí es pensar cómo es posible que un chat de vecinos de un condominio de clase media alta en Acapulco se viralizó de tal forma que yo mismo recibí ese audio, con distintos cortes, de cuatro personas distintas.
El episodio revela lo que la oposición intenta hacer de cara al 2024: ellos quisieran que el Presidente fuera misógino, pero no lo es y tiene un Gabinete paritario. Entonces, hay que fingir que es misógino, simularlo hasta que nos descubran en la mentira.
“En esto útlimo hay un humor involuntario del poder judicial y es que ese AMLO que quemaron, para los magistrados del Tribunal Electoral, es el Presidente de la República, no su representación gráfica”.
El primer argumento es que, como bajó la inseguridad extraordinariamente en la Ciudad de México, la ciudadanía premiaría a Harfuch por ello.
Este punto es crucial porque el obradorismo no es sólo una persona, sino millones que ven en el dirigente, Andrés Manuel, la representación de sus demandas, emociones, y esperanzas.
La perversión de algo en su contrario está presente: escuchamos a los opositores reaccionarios decir todos los días que demasiada democracia producirá una dictadura y que los programas de contención de la pobreza, producirán más pobres.
Les pido una disculpa por haberlos sometido a escuchar estas loas, ensalzamientos y hasta piropos acaramelados de los propagandistas de Xóchitl Gálvez en los medios. Pero es necesario para los propósitos de esta columna que trata, no de la Senadora, sino de la marca que sus creadores han querido hacer de ella.
Cuando se traiciona, no se cumple con lo prometido, que es un compromiso hecho ante los demás. Cuando se negocia, se preservan los principios y se cede sólo en lo que no es esencial para cada una de las partes. Para traicionar se necesita ser moralmente relativista, para negociar se requiere ser un moralista.
“¿Qué nos dice que cada coalición sin importar el candidato, sigue obteniendo más o menos el triunfo por más de la mitad de los votantes y la derrota del PRIANX que nunca supera el 25 por ciento de la intención de voto?”
“Aquí Piña maneja sus datos. El aumento que está pidiendo de 225 millones de pesos es el que representa 1.80 pesos diarios para cada mexicano, incluidos los niños y bebés de brazos. El presupuesto que quiere son 45 pesos por mexicano”.
“Con la historia de la pequeña maquila de Kamel Nacif y sus afluentes entre los funcionarios del Gobierno de Vicente Fox, ahora sabemos que es un prejuicio que encubre una red de corrupción y fraudes al erario”.