Ernesto Hernández Norzagaray
“Ken Salazar, debe estar haciendo maletas para abandonar la embajada cuando se nombre a su sustituto que debe estar, como todos los cargos, en la línea trazada por Trump en materia de migración y seguridad”.
“En definitiva, México, es parte de las nuevas tendencias duras que marcan las identidades políticas conservadoras autocráticas del mundo y el sistema de bloques”.
“Volviendo a Serrat, ese hombre ‘mayor que va para viejo’, nos deja está pieza humanista que vale para los buenos y los sinvergüenzas, que hoy abundan en México”.
“No se estaban riendo de los mexicanos, cómo lo dijo molesta la presidenta Sheinbaum, sino de los requisitos con la que se elegirán en lo sucesivo a jueces, magistrados y ministros”.
“Sinaloa, ocupa, volver a la normalidad, hacer el recuento de daños y seguir adelante, como tantas veces lo ha hecho”.
“Las Universidades están subsumidas en sus propias dinámicas y problemas, buscando su propia estrategia de relación con las nuevas autoridades del gobierno federal”.
“En el ritual presidencial se trata siempre de reforzar una idea de poder, autoridad y en última instancia, de legitimidad de esta nueva mayoría”.
“Culiacán está semiparalizada y no se ve para cuándo podría haber una tregua en este nuevo ‘culiacanazo’ que paso del silencio al estruendo”.
Así, los ciudadanos están sujetos a que los que hoy toman sus calles, secuestran o asesinan, dejen de confrontarse porque el Gobierno no está para garantizar la seguridad, sino para cumplir la política de “abrazos no balazos”, a la que se suma penosamente la Presidenta electa que no se sale un centímetro de la línea que le han trazado.
Hoy, el Presidente López Obrador, en el último aliento del sexenio ofrece volver a la “sustitución de importaciones” que promovía para los países de América latina el argentino Raúl Prebisch hace setenta años a través de la CEPAL.
“Se vale, ¿cómo siempre?, poner todos los recursos de los gobiernos al servicio de unos partidos y sus dos decenas miles de candidaturas a cargos de elección popular”.
En definitiva, de aquella imagen que nos dejó la lectura de 1984 sobre el poder autoritario y la representación de las libertades, nos quedamos con el guiño, el esbozo de la sonrisa sutil, irreverente, de que el ser humano aun en las peores formas de totalitarismo de izquierdas o derechas, siempre le quedara un hálito de resistencia a favor de su libertad.
En definitiva, estamos ante un escenario complicado para el proyecto nacional y local, y dependerá su futuro de cómo evolucione las cosas con el inicio del nuevo Gobierno morenista.
Lo que importa es la percepción que genera y hoy tiene al Gobernador sentado en el banquillo de los acusados de los grandes medios de comunicación y bajo la mirada acusadora de las agencias estadounidenses.
O sea, si existe esa u otra fortuna multimillonaria, no está en un zulo sino a la vista de todos en los centros turísticos y las grandes ciudades, sea en el país o en otras latitudes, y que el marketing se encarga de dulcificar a través de bellos catálogos que todos terminamos por normalizar como producto del progreso y los buenos proyectos políticos.
Un escenario de mayor confrontación no es la mejor opción para la convivencia de los sinaloenses y ojalá se imponga la cordura, la necesidad, de volver a lo básico del entendimiento entre los agentes institucionales.