Dulce Ramírez
Más de 100 millones de pollos mueren en granjas donde se engordan para carne, más de 130 millones de pollitos macho se matan por considerarse desecho en la industria del huevo y más de 14 millones de gallinas mueren en jaulas.
En los últimos años, hemos sido testigos de un creciente interés y conciencia sobre la protección animal en todo el mundo. Las personas están cada vez más preocupadas por el bienestar y los derechos de los animales, reconociendo su capacidad para sufrir y experimentar emociones.
El castigo con cárcel por crueldad animal refleja una sociedad que valora y respeta a los animales. Reconoce que los animales merecen protección y que su bienestar es un asunto de importancia moral. Esto promueve una sociedad más compasiva y ética hacia los animales y humanos en general.
Las Comisiones Unidas de Desarrollo y Bienestar Social y de Estudios Legislativos, Segunda de la Cámara de Senadores aprobaron el dictamen de dos iniciativas con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible.
En México hemos logrado avances legislativos a favor de los animales muy importantes, el más reciente es la aprobación en la Cámara de Diputados de una iniciativa para cambiar la Constitución Federal en su Artículo 73 y así darle facultad al Congreso de la Unión de emitir una Ley General de Bienestar Animal.
Su decisión por acabar con el maltrato hacia los animales, las ha convertido en más que activistas, se han vuelto investigadoras capaces de ir hasta los lugares más oscuros y terribles para mostrarle al mundo la verdadera cara de la industria y exigirle que las atrocidades cometidas contra ellos deben acabar.
El considerar como un delito la operación de rastros clandestinos es un progreso en favor de los animales de suma importancia, sentará las bases y será ejemplo para todo el país.
Varios países ya están trabajando para eliminar las jaulas y convertir esta tendencia libre de jaula en una norma que defina un sistema de producción que pueda reducir el sufrimiento de los animales.
Paz y amor que deberían comenzar en nuestro plato; la tendencia a comer basado en plantas, no está peleada con festejar las tradiciones arraigadas por años en nuestro país, las cuales se celebran con un festín de platillos típicos, que hoy por hoy pueden cocinarse sin ningún ingrediente animal pero con los mismos sabores.
Desde Igualdad Animal sabemos que denunciar es el principio del camino, habrá que trabajar para que se aplique la ley y se cumplan las condenas y así lograr cambiar la vida de los animales más maltratados del planeta: los animales en granjas.
Más de 90 por ciento de las gallinas utilizadas en la industria del huevo en México permanecen toda su vida en jaulas, dentro de un sistema de producción que compromete seriamente su bienestar.
El trabajo legislativo para defender a los animales es activo en los 8 países donde Igualdad Animal tiene oficinas, los casos de maltrato deliberados no solo suceden en los mataderos de Brasil, en México, la ilegalidad y la crueldad parecen ser la norma.
Como demuestran las trágicas noticias de los últimos días en México y diversas investigaciones que hemos realizado en el mundo, el transporte de animales vivos es una de las prácticas más crueles de la industria alimentaria.
El trabajo es mucho, porque el maltrato es mucho más, pese a esto, ningún obstáculo ha terminado con el deseo de Igualdad Animal de poner fin a la violencia hacia los animales, lo avanzado hasta ahora sin duda está construyendo un mundo mucho mejor para los animales y para nosotros como seres humanos.
Es increíble el poder que las investigaciones tienen para avanzar hacia nuestra meta: erradicar la crueldad animal. Con ellas hemos exigido los cambios urgentes y necesarios que se requieren para que se respeten los intereses de todos los animales que ahora, mientras lees esto, están sufriendo terriblemente en las granjas industriales y que mueren de la forma más cruel y violenta que podamos imaginar en los mataderos.
Nuestro rol como individuos, afecta de una manera global, es por eso que la participación social en temas como el calentamiento global, el uso de los recursos naturales, la deforestación, los sistemas de producción y consumo; y el bienestar animal, son eje central para afrontar las posibles crisis futuras.