Adrián López Ortiz
Hoy todavía el Presidente López Obrador continúa en Sinaloa en gira de trabajo. Fiel a su costumbre arribó en vuelo comercial el viernes al aeropuerto de Mazatlán y abarrotó el lugar de personas buscando saludarlo y tomarse la foto. Hizo una visita exprés a Tuxpan, Nayarit y regresó a Sinaloa por la noche para pernoctar en el puerto.
Lo primero que se confirma es la repetida tesis de que no es posible crimen organizado sin apoyo institucional. Es decir, para que una organización criminal alcance los niveles de poderío económico y violento que construyó el Cártel de Sinaloa durante décadas, es necesaria una amplia red de apoyo, encubrimiento y protección por parte de las instituciones de seguridad y procuración de justicia del estado mexicano. Precisamente esas instituciones diseñadas para combatirlo.
Lo he leído hasta el cansancio desde que la crisis de la gasolina empezó: “Es como si tienes fugas en la tubería de tu casa, tienes que cerrar la llave de paso para arreglarlas. ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER?”
Cumplí cuatro años de matrimonio con Ilsa y nuestro hijo Adrián cumplió dos el 20 de noviembre. Como lo anticipé: pasará sus primeros cumpleaños disfrazado de revolucionario. Él crece sano y nosotros aprendemos con él. Somos afortunados y agradecidos.
Desde la academia destaca por mucho la participación del Dr. Alejandro Madrazo con una muy fundamentada crítica al modelo de militarización que implica la Guardia Nacional y es contundente: de aprobarse como se propone, le estaríamos dando al Presidente un poder inusitado. No sólo a Andrés Manuel, sino a los que vengan. ¿Queremos eso?
Ayer por la tarde la Cámara de diputados recibió el paquete económico propuesto por la Secretaría de Hacienda para 2019 por un monto de 5,814,291 MDP.
Desde que comenzó la implementación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, gobernadores, alcaldes y hasta presidentes se han quejado amargamente del mismo. Le atribuyen al sistema el hecho de que los jueces liberen a los detenidos.
Coincido con el diagnóstico, pero me parece que la medicina que propone es incorrecta. Sobre todo porque su discurso hasta ahora es contradictorio y confuso: al tiempo que promete acabar con la impunidad la decreta y anuncia que no perseguirá a los corruptos del pasado.
Andrés Manuel López Obrador es presidente electo de México. Después de dos dolorosas derrotas, consiguió 30 millones de votos en su tercera elección presidencial. Su legitimidad es tan abrumadora que se atreve a aspirar con la Cuarta Transformación histórica de México.
Lo más celebrable desde mi punto de vista es poner la corrupción en el centro de la estrategia de seguridad. La razón es obvia: los mexicanos sabemos y sufrimos que nuestras instituciones de seguridad y procuración de justicia son corruptas y rinden cuentas a sus corruptores: narcos, políticos, pseudo-empresarios y lavadores de dinero. Poderosos que tuercen el sistema a su conveniencia para mantenerse impunes. Espero que el eje 1 del plan sea más que discurso.
Por eso preocupa el desmoronamiento político y el extravío discursivo de la oposición. Porque no es sólo que PRI y PAN se encuentren sumidos en el recuento de los daños económicos y electorales de su gran derrota en las urnas, parece que, además, a la oposición mexicana se le acabaron las ideas y las posturas.
“¿Quién manda aquí?” es el mensaje que el presidente electo López Obrador manda al cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto de Texcoco. Y se responde a sí mismo vía una consulta popular: “El pueblo manda”.
Con el riesgo de no decir nada original sobre la consulta del presidente electo López Obrador acerca del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, van aquí mis impresiones:
El viernes, López Obrador tuiteó desde Yucatán: “Ojalá pueda combinar siempre el trabajo en oficina y la comunicación con la plaza pública”.
El asunto pasa por algo más que la transparencia, la legalidad, o incluso la libertad de los involucrados para hacer su pachangas como les plazca. Sino por dos palabras más simples que tanto han pregonado los voceros y protagonistas de la Cuarta Transformación: el ejemplo y la sensibilidad.
A las 00:47 horas de la mañana del jueves 20 de septiembre, la cuenta de Twitter de @Conagua_clima alertaba de “tormentas puntuales torrenciales de 150 a 250 mm en Sonora y norte de Sinaloa”. A las cuatro de la mañana ya hablaba del “ciclón tropical” y todavía a las 7:09 horas decía: “Se prevén tormentas torrenciales en #Sonora e intensas en Sinaloa…”.