Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).– El Pleno del Senado exhortó al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a emprender sus buenos oficios con las autoridades locales para que acepten las declaratorias de alertas de violencia de género que les sean solicitadas.
La Cámara Alta indicó que Osorio Chong en su calidad de presidente del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres tiene que declarar las alertas de violencia de género que correspondan al ámbito federal.
La Alerta de Violencia de Género (AVG) creada en marzo de 2008, se puede solicitar al gobierno federal por medio de organismos de la sociedad civil para investigar hechos que perturben la paz social por delitos cometidos contra la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de las mujeres en un territorio determinado.
En cinco años nunca ha sido decretada.
Ello, a pesar de que formalmente organizaciones la han pedido dos veces en Guanajuato, una en el Estado de México, otra en Hidalgo y una más en Nuevo León. El año pasado fue solicitada en Hidalgo y en Guanajuato.
De acuerdo con el Reglamento modificado en noviembre pasado, ahora será un grupo multidisciplinario compuesto por funcionarias y académicas, así como por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y “una persona representante del Mecanismo para el adelanto de las mujeres de la entidad de que se trate”, es decir alguien del instituto de la mujer estatal, los que determinen si en un estado hay hechos contra las mujeres que perturben la vida y seguridad de las mujeres.
En caso de ser así, entonces se harán recomendaciones a los gobernadores estatales para que en un plazo de seis meses las cumplan. Si en ese lapso las han incumplido entonces se decretará la AVG. Si nunca acepta las recomendaciones, no será necesario esperar los seis meses, sino que se decretará la AVG.
En la sesión de este jueves, el Senado pidió también al titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) promover la participación de las autoridades estatales para emprender acciones que prevengan la violencia feminicida.
Los senadores aprobaron varios puntos de acuerdo en este tema y uno de ellos pide a las entidades federativas, cuya legislación esté inscrita en el mecanismo de Alerta de Violencia de Género, a que la declaren en los territorios donde sea solicitada.
Otro hace una petición a los congresos de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa y Yucatán.
El fin es que en esos estados se lleven a cabo los ajustes necesarios en su legislación a efecto de homologarla de manera efectiva con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
El Senador David Monreal Ávila, del Partido del Trabajo (PT), dijo que la llamada “alerta de género” no ha sido eficaz. El legislador consideró una muestra de ello la situación que viven las mujeres en estados como Guanajuato, el Estado de México y Tlaxcala, donde las autoridades hacen caso omiso de las disposiciones legales en torno a ese problema.
En tribuna, subrayó la necesidad de ser más enfáticos para que se lleve a la práctica lo establecido por la ley, pues las tasas de mortalidad femenina se han elevado de manera desproporcionada en el país, ante lo cual las autoridades siguen sin actuar de manera eficaz.
VIOLENCIA DE GÉNERO, NORMAL EN MÉXICO
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011 (ENDIREH 2011), en México 46.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más sufrió algún incidente de violencia por parte de su pareja (esposo o pareja, ex-esposo o ex-pareja o novio).
En cuanto a la violencia emocional, cuatro de cada 10 mujeres en el país fueron “humilladas, menospreciadas, encerradas, destruido sus cosas o del hogar, vigiladas, amenazadas con irse la pareja, correrlas de la casa o quitarle a sus hijos, amenazadas con algún arma o con matarlas o matarse la pareja”, dice la encuesta.
En relación a la violencia física, a 13 de cada 100 mujeres en México su pareja la golpeó, amarró, pateó, trató de ahorcar, asfixiar y agredió con un arma y a siete de cada 100 mujeres sus parejas las obligaron a sostener relaciones sexuales.
“La violencia en contra de la mujer se está naturalizando más, se está sistematizando. Se requiere atacar de fondo porque estamos viviendo una situación de emergencia, estamos al límite y solo estamos tapando el pozo, solo reaccionamos, no estamos previniendo”, señaló la encuesta.
Según la ENDIREH 2011, el estado con mayor prevalencia de violencia de pareja es el Estado de México con 56.9 por ciento.
A la entidad le siguen Nayarit y Sonora con 53.7 por ciento respectivamente; Distrito Federal, 51.9 por ciento y Colima, 50.2.
El Estado de México no sólo es el número uno en este tipo de violencia, sino también en mujeres asesinadas pues entre 2011 y 2012 fueron asesinadas en la entidad 563 mujeres. De ellas, 115 se catalogaron como feminicidios y dentro de esta categoría, 60% fueron encontradas en la vía pública: baldíos, zanjas y monte.
Sin embargo y a pesar de que la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (Cmdpdh) y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio solicitaron lanzar una “alerta de género” en Edomex, el Sistema Nacional para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SNPASEVM), se negó a hacerlo con una votación de 33 en contra y solo tres a favor.
En 2011, el Sistema rechazó la petición y ante la negativa, las ONGs se ampararon y un juzgado federal declaró la nulidad de la decisión y obligó al Sistema a reconsiderar y sustentar su decisión.
Cuando se solicitó la Alerta, entre 2005 y 2011 sumaban 922 los asesinatos contra mujeres en esa parte del país y en más de 55% de los casos se desconocían la relación de la víctima con el victimario.
Según cifras dadas a conocer por Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la discriminación contra las Mujeres (CEDAW) en México seis mujeres mueren al día por crímenes de violencia extrema.
En los últimos seis años han muerto en el país más de mil 500 mujeres, 60 por ciento de ellas fueron encontradas en la vía pública y 40 por ciento murieron en sus hogares a manos de sus parejas, esposos o concubinos.