Ciudad del Vaticano, 28 Ene (Notimex).- Miles de cartas que llegan desde los rincones más recónditos del mundo y dirigidas al Papa Francisco, unas 30 bolsas con paquetes de diversos tamaños, llenan cada semana la pequeña Oficina de Correspondencia del pontífice.
Mensajes, dibujos, confesiones personales, poesías con dedicación especial, pequeños y grandes regalos llegan cada semana a una sencilla pero famosa dirección: Casa Santa Marta, Cittá del Vaticano.
"Las solicitudes son, sobre todo, de pedido de consuelo y de oración. Muchísimas corresponden a las dificultades, sobre todo a las enfermedades. Piden oraciones por los niños, describen también situaciones de dificultad económica", reveló Giuliano Gallorini.
El sacerdote es responsable de una oficina que se ubica en el tercer piso del Palacio Apostólico y está totalmente desbordada, porque apenas cuenta con cuatro empleados: una monja de nombre Anna, dos colaboradoras y el mismo Gallorini.
Al responder cada carta, "se busca hacer sentir la cercanía del Papa, que comprende el sufrimiento (de quienes escriben) y les está cercano en la oración. Después, en la medida de lo posible, nos ayudamos enviando las solicitudes a las oficinas específicas", detalló.
"Los pedidos de ayuda económica son transmitidos a las Caritas diocesanas para que puedan verificarse y hacerse operativas", agregó.
Ante la mole de correspondencia la oficina selecciona los paquetes, los divide por idiomas, los abre y lee. Los casos más delicados se envían directamente al pontífice y el resto se transmite a diversas oficinas vaticanas.
Según Gallorini, en los casos delicados de conciencia se hace un resumen que se pasa a los secretarios para que el Papa los revise de manera personal: los lee, pone su sigla y responde cómo se debe responder.
Debemos leer "estas cartas más con el corazón que con la mente, compartir el sufrimiento y buscar encontrar las palabras adecuadas para expresar aquello que el Papa quiere que se exprese: la cercanía. Es verdaderamente el estilo de compartir", precisó.
"Por otra parte el Papa lo ha siempre dicho que el pastor debe vivir con la grey, con las ovejas. Sentir y vivir la experiencia con ellos", apuntó.
