Jerusalén, 28 ene (EFE).- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, abogó hoy por un periodo de transición de tres años desde la firma de un eventual acuerdo de paz con Israel, transcurrido el cual las tropas israelíes deberán retirase de toda Cisjordania, incluido el disputado valle del Jordán.
En una entrevista grabada el pasado diciembre y divulgada hoy de forma íntegra durante la reunión anual del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, el presidente palestino abrió también la puerta a la participación en el proceso de una tercera fuerza, que podría ser la OTAN.
"El periodo de transición entre la firma de un acuerdo de paz con Israel y la retirada final de todas las tropas israelíes de Cisjordania no debe exceder de tres años", afirmó.
"Aquel que proponga diez o quince años para un periodo de transición es que en realidad no se quiere retirar. Insistimos en un periodo de tres años durante el que Israel se puede replegar de forma gradual", subrayó.
Al hilo de este argumento, Abas reiteró que los palestinos están dispuestos a "aceptar que una tercera parte reemplace a Israel durante y después de la retirada para aliviar las preocupaciones israelíes y garantizar la normalidad a ambas partes".
En este sentido, el dirigente palestino insinuó que ese tercer actor podría ser la OTAN, pese a que Israel ha subrayado en varias ocasiones que se opone al despliegue de cualquier otro tipo de fuerza.
Diversos responsables israelíes, entre ellos el primer ministro, Benjamin Netanyahu, insisten en una presencia permanente en el valle del Jordan, con la excusa de la seguridad ante el temor a que la zona se convierta en nido de grupos violentos.
Por otro lado, Israel se muestra muy reacio a desmantelar las colonias que ha construido en la zona.
Aún así, Abas insistió en que hay un camino abierto para llegar a un acuerdo que permita la existencia de dos estados, con fronteras seguras, con refugiados retornados y con Jerusalén Este como capital del Estado palestino, requisitos que considera inevitables para la paz.
"Primero, la visión de los dos estados debe convertirse en una realidad, aceptado que el Estado de Israel debe existir junto al Estado palestino dentro de los límites de 1967, con fronteras estables y seguras", afirmó.
"La segunda condición importante es que Jerusalén Este sea la capital del Estado palestino. Jerusalén deberá ser una ciudad abierta a todas las religiones y debe haber acuerdos entre las dos partes", agregó.
Consciente de que una de las principales preocupaciones de Israel es la seguridad en el interior del nuevo estado y la posible acción de grupos rebeldes, Abás subrayó que el movimiento islamista Hamas, que gobierna en Gaza, no supondrá un obstáculo.
"Hamas no es un problema. Simplemente dejennoslo a nosotros", afirmó antes de explicar que "estamos firmando un acuerdo en nombre de toda la nación palestina, en Cisjordania, en Gaza y en la diáspora".
El movimiento islamista controla Gaza desde 2007, fecha en la que sus milicias vencieron y expulsaron a las de Al Fatah (el movimiento nacionalista al que pertenece Abás), que quedó restringida a Cisjordania.
"Queremos la paz con Israel. Queremos que la gente de Israel viva segura en su estado y que los palestinos también vivan en un estado independiente", concluyó antes de tender la mano para un encuentro con Benjamin Netanyahu.
"Quiero entrevistarme con Netanyahu, en cualquier momento", dijo Abás.
"No he descartado la posibilidad de que Netanyahu hable ante nuestro Parlamento o que yo hable en la Knesset (parlamento israelí). El asunto debe ser estudiado", agregó, una propuesta que el movimiento Hamas rechazó días atrás.
Abás y Netanyahu no se han entrevistado durante el actual proceso negociador, y son sus delegados los que tratan directamente o lo hacen por intermedio del secretario de Estado de EEUU, John Kerry. EFE