Ciudad de México, 19 de diciembre (SinEmbargo).– El General de División Jesús Gutiérrez Rebollo, quien cumplía una condena de 40 años en su domicilio por presuntos vínculos con Amado Carrillo Fuentes, fundador del Cártel de Juárez, falleció este jueves en el Hospital Central Militar después de diversas complicaciones derivadas de una intervención quirúrgica en el cráneo.
Gutiérrez Rebollo fue designado en diciembre de 1996 comisionado del ahora desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD). Un 2 de febrero de 1997 fue detenido en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El General de División fue sentenciado en el 2000 a 40 años de prisión y una multa de 24 millones 716 mil pesos, por delincuencia organizada y delitos contra la salud.
Este día, su abogado Javier Marbán Corral informó que, aproximadamente a las 15:00 horas, Gutiérrez Rebollo perdió la vida en el área de urgencias del nosocomio, en la que estaba internado desde la madrugada de este jueves.
"El General murió esta tarde derivado de todas las complicaciones de salud que tenía; en la madrugada fue operado del cráneo, después de que lo habían internado en estado de coma en el área de urgencias. Desgraciadamente no resistió la intervención quirúrgica que le practicaron", dijo al diario Reforma.
Gutiérrez Rebollo encabezó las zonas militares XII, con sede en San Luís Potosí; la XV en La Mojonera, Jalisco, y la IX de Culiacán, Sinaloa, en la década de los 80, así como el Instituto Nacional para el Combate a las Drogas en los 90.
En 1997 fue ingresado al penal de La Palma acusado de proteger al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes a quien, paradójicamente, había arrestado en 1989; en esa ocasión Carrillo fue liberado por falta de pruebas.
En el año 2000 Gutiérrez Rebollo fue sentenciado a 40 años de prisión por dicha acusación pero siempre negó los cargos. En total se abrieron 14 procesos en su contra, pero fue absuelto en 12 de ellos a lo largo de su estancia en prisión y el 14 de abril de 2008 logró un amparo para conservar su grado de general por el tiempo que durara su condena.
Desde abril de 2011 fue trasladado a un hospital pues padecía cáncer en fase terminal. Sus familiares y abogados pidieron desde entonces que el general purgara el resto de su condena en arresto domiciliario, lo que se complicó debido a que aún había un juicio en su contra por desahogar.
Fue hasta el 18 de diciembre del presente año cuando se le concedió un amparo para que llevara su condena en arresto domiciliario. Al día siguiente, murió.