Ciudad de México, 19 de diciembre. (SinEmbargo).– Decir que al mexicano “le vale madre la política”, como expresó ayer el presidente del Partido Acción Nacional, Gustavo Madero Muñoz, lo muestra desmemoriado y convenenciero. Así lo consideró el investigador del Centro Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, Edgar Cortez.
“Es una declaración falsa y convenenciera, porque lo que trata de justificar es esta decisión cupular que hicieron (el PRI y el PAN) en torno de la Reforma Energética, de la Reforma Política, las expresiones que ha habido en la Ciudad de México y en distintos estados muestran que sí hay enojo y coraje por las decisiones que la clase política está tomando a espaldas de la ciudadanía”, dice a SinEmbargo.
Madero se expresó así en el programa de la periodista Carmen Aristegui. “Creo que hay un desentendimiento social. Lo político no es tema para los ciudadanos, les vale madre. Es un tema que lo sienten muy alejado”, dijo en MVS.
La declaración la hizo a unos días de que avaló la Reforma Energética sin hacer consulta a la ciudadanía, algo que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) exigía.
Cuestionado sobre si le parece congruente que Madero diga eso cuando desde 2012 se han visto emerger distintos movimientos como #YoSoy132, o luego de que en el proceso electoral de este año el líder panista decía que la ciudadanía esta hasta la madre del PRI, Cortez respondió:
“Yo creo que es totalmente incongruente. Esta expresión de Madero lo que refleja es una partidocracia, unos integrantes de partido que sólo se tienen como referentes a ellos mismos y no a la ciudadanía”.
TRAICIÓN AL PAN
Para el ex director del Centro Miguel Agustín Pro, con estas declaraciones Madero traiciona los movimientos donde los panistas se expresaban con movilizaciones para oponerse a decisiones del gobierno federal.
“Madero traiciona la propia historia del PAN, que en muchos momentos cuando fue oposición salió a las calles a protestar y los militantes tomaron puentes en zonas fronterizas. Los panistas fueron de los primeros en ir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por violaciones en elecciones en Chihuahua y Durango. Me parece que Madero es desmemoriado a conveniencia y hoy se vuelve eso, un destacado miembro de la partidocracia traicionando los orígenes e historia de su partido”.
Incluso, se le recuerda que Madero fue un activo opositor al aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la frontera y salió a volantear para expresar su desacuerdo y lanzó dardos críticos al PRI y al presidente Enrique Peña Nieto por el tema. Pero en la reforma energética fueron juntos y hasta ha presumido que la reforma tiene “ADN” panista.
“Es un hombre de discurso muy convenenciero y en este caso de la reforma energética, particularmente él con un sector de los panistas neoliberales empujaron con priistas neoliberales esta privatización de los recursos energéticos, de la apertura de capital, en función de eso que es el propósito último, es también el tema del discurso convenenciero”.
Cortez, con una larga experiencia como activista en derechos humanos dice que más que desinterés en la política, al mexicano lo que le falta son espacios para que los ciudadanos puedan participar en las decisiones del país, como la Reforma Energética.
“Al contrario, los ciudadanos desearían que hubiera espacios efectivos y no de apariencia para participar en los asuntos públicos y una de las muchas deficiencias que tiene nuestra democracia es que no tiene mecanismos de participación ciudadana, como podrían ser la consulta de iniciativa popular, la revocación de mandato y algo fundamental que en muchos otros países y democracias consolidadas existe, es que cuando se va a plantear una reforma lo que tiene que haber es un referéndum, hay un proceso en los congresos que cuando hay una propuesta se discute, se aprueba y luego se va a referéndum a preguntarle a los ciudadanos si están de acuerdo o no. Si no está esa reforma no puede pasar a la Constitución, eso es lo que en México nos han negado la oportunidad y hoy las reformas a la Constitución son una barata que responde a los intereses de los partidos políticos, eso es lo que estamos viendo”.
CONSULTA
Otro botón de muestra del discurso convenenciero, añadió Cortez, es el argumento que usaron panistas y priistas para evitar una consulta ciudadana sobre el tema de la reforma energética, al decir que era inviable porque las reformas constitucionales no pueden ser contrarias a la Constitución.
Incluso ayer el PAN mediante un comunicado informó que impulsarán la Ley Reglamentaria de Consulta Popular para que sea aplicable en 2015, pero con la aclaración de que carecerá de disposiciones para derogar la reforma energética.
“No aplica para materia de ingresos y gastos del Estado mexicano y tampoco para Reformas Constitucionales”, dijo Madero al respecto.
Cortez considera que la imposibilidad de derogarla mediante una consulta obedece más a una decisión de la partidocracia de la que Madero forma parte.
“Eso es falso, no se puede en México porque así lo deciden ellos y así lo ha avalado la Suprema Corte pero en otras democracias constitucionales sí es posible plantear y cuestionar que algunas reformas sí puedan ser contrarias a la Constitución. La Constitución sí son los artículos que están ahí, y también una serie de valores y principios democráticos, aquí solo ven los artículos y esto te dice que no puede haber una reforma contraria a la Constitución, pero sí puede haber, lo que pasa es que la clase política e incluso nuestro Poder Judicial ha dicho que no porque así les conviene a quienes detentan el poder”.
La aprobación fast track de la reforma constitucional en los estados refleja otra contradicción del discurso maderista, comparado con lo que es la historia de su partido.
“Ellos siempre han criticado el centralismo del gobierno federal y piden darle su lugar a los estados y hoy lo que vimos fue una actitud acordada entre priístas y panistas para aprobar (la reforma) sin que realmente supieran a ciencia cierta qué estaban votando los diputados locales, simplemente era el voto con consigna y eso es lamentable, porque es volver a hacer de los congresos locales una pieza que responde a intereses de esa clase política a la que representa Madero”.
El activista reconoce que dentro del PAN hay personajes que mostraron su desacuerdo con la reforma como fueron los senadores Javier Corral Jurado y Marcela Torres Peimbert, pero la partidocracia de la que Madero es representante, impone sus criterios.
“Lo que hoy vemos en esta revisión es este mimetismo entre el PRI y el PAN, donde no se les puede diferenciar en términos de forma de actuar, de intereses donde ambos privilegian sus propios intereses, su proyecto de país, no el proyecto de la sociedad, sino el proyecto de grandes corporaciones donde les abre posibilidad de enriquecerse y que desde hace tiempo está instalado en México”, concluye.
