Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).- Las propiedades benéficas, así como los peligros que el consumo del café y el alcohol producen en el organismo han sido un tema frecuente de discusiones a lo largo de la historia. Sin embargo, esta controversia no se limita únicamente a un terreno empírico. En los últimos años los científicos se han sumado a esta polémica que enfrenta a dos de las bebidas más populares en el mundo entero.
Según publicó Russia Today, un estudio realizado en la Universidad de Tel Aviv descubrieron que el café puede reducir la esperanza de vida, mientras que la cerveza puede aumentarla. Esto al parecer porque la cafeína acorta los telómeros, los extremos de los cromosomas, los cuales cumplen un importante papel en la protección del genoma en cada célula, mientras que el alcohol los alarga.
De esta manera, los investigadores afirman que incluso una taza de café contiene suficiente cafeína como para afectar a la longitud de los telómeros.
Quienes llegaron a esta conclusión, fue un equipo del Departamento de Microbiología Molecular y Biotecnología de la Universidad de Tel Aviv, mediante el estudio de una levadura que comparte importantes similitudes genéticas con los humanos.
Los científicos buscaban ampliar el estudio llevado a cabo por la profesora de biología molecular y ganadora de un premio Nobel, Elisabeth Blackburn, quien sugirió que el estrés emocional causaba el acortamiento de los telómeros característicos del envejecimiento, presuntamente por la generación de radicales libres en la células.
Así, los investigadores cultivaron células de levadura en condiciones que generan radicales libres para comprobar su efecto sobre la longitud de los telómeros. Sin embargo, para su sorpresa descubrieron que la longitud no cambiaba.
Los científicos continuaron exponiendo las células de levadura a otros doce factores ambientales, desde cambios de temperatura y pH a distintos fármacos y productos químicos. No obstante, la mayoría de ellos no tuvo ningún efecto sobre la largura del telómero.
Sin embargo, fue una baja concentración de cafeína, similar a la cantidad que se encuentra en una taza de café espresso, lo que produjo el acortamiento de su longitud, mientras que la exposición a una solución de etanol del 5 al 7 por ciento, similar a la de una cerveza, los alargó.
"Por primera vez hemos identificado algunos factores ambientales que alteran la longitud de los telómeros y hemos demostrado cómo lo hacen”, dijo el profesor Martin Kupiec. "Lo que hemos aprendido podría contribuir a la prevención y al tratamiento de enfermedades", agregó.
"Es la primera vez que alguien ha analizado un complejo sistema en el que todos los genes implicados son conocidos. Resulta que la longitud de los telómeros es una cosa muy exacta, lo que sugiere que la precisión es fundamental y debe ser protegido de los factores ambientales", añadió el experto.
Sin embargo, a pesar de lo mal parado que quedó el café tras su enfrentamiento contra el alcohol, esto no es un pretexto para preocuparse por disminuir la ingesta de cafeína o de aumentar la de bebidas embriagantes.
De esta manera, los investigadores advierten de que se necesita más investigación para demostrar una relación causal, no nada más una correlación, entre la largura de los telómeros y el envejecimiento o cáncer.
Sólo de esta manera podrá saberse con certeza si los telómeros humanos responden a las mismas señales que la levadura, lo que puede conducir a tratamientos médicos y directrices dietéticas, publicó el diario español ABC.