Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– Manny Pacquiao volvió a acaparar los lentes televisivos el sábado pasado con la lección boxística que le dio al envalentonado Brandon Ríos. El estadounidense soñó con retirar al mejor pugilista de la época, pero la velocidad intacta de Pacman lo regresó a la realidad. El rostro del tejano quedó gravemente atrofiado por el duro castigo que salía desde los guantes de Manny. El filipino no tenía un rival en frente, sino las ganas de reivindicar todo lo que se dijo en la previa.
El legislador más rico de Filipinas volvía a consolidar su nombre que tantos quisieron demeritar. Vestido con short y el torso descubierto, refrendó lo que muchos le querían quitar. El boxeo respiró aliviado con un histórico de 35 años pleno de confianza y veloz como de costumbre. Manny no ganó por nocaut, pero la decisión unánime se extendió por todo el mundo. Los golpes en la cara de Ríos, simplemente fueron una muestra de su poder. Acabado el combate dio declaraciones y volvió a pensar en lo realmente importante.
El tifón Haiyan entró en Filipinas el seis de noviembre con una fuerza nunca antes vista. Denominado como el más mortífero en la historia del país, y el ciclón más fuerte en tocar tierra. Se contabilizaron alrededor de 5 mil 300 personas. Los vientos de 315 km/h retumbaron en los oídos de los habitantes, entre ellos Manny Pacquiao. El boxeador puso toda su imagen al servicio de los damnificados. Una figura monumental prometía ayudar a los miles de afectados sin hogar debido a las inclemencias del fenómeno meteorológico. Después de eso, Pacman se preparó para su regreso al ring, con la firme promesa de volver para servir a su pueblo.
Después de deformarle el rostro a Brandon Ríos, y de salir otra vez victorioso de una arena, Pacquiao se dejó querer por los aficionados instalados en China, pero sobre todo de los que lo recibieron como héroe en Manila. Tras ser interrogado por la promesa hecha con antelación al combate, Manny soprendió a todos cuando declaró que no tenía dinero para cumplir su palabra. El pueblo filipino se enteró que las cuentas bancarias del mejor boxeador de la época, estaban congeladas por hacienda. El organismo gubernamental argumentó que no ha recibido pago de impuestos por parte del atleta desde 2008.
El Pacman ha sido campeón en ocho categorías, siendo uno de los mejores pagados del mundo. Hacienda informó que debe 2 mil 200 millones de pesos, unos 50 millones de dólares en impuestos pendientes. El pugilista se defendió argumentando el pago de impuestos realizado en Estados Unidos después de sus victorias frente a Ricky Hatton y Oscar de la Hoya, dejando claro que un tratado prohíbe la doble imposición. La parte acusatoria no demandó por lo ocurrido en 2010, pero sí lo correspondiente a 2008 y 2009.
"Los exhorto a descongelar mis fondos para que pueda pagar los sueldos de mi personal", dijo un enojado Pacquiao a la prensa. También la cuenta de su esposa Jinkee Pacquiao han sido congeladas. "No soy un criminal ni un ladrón", repitió tras asegurar que de no haber pagado impuestos en Estados Unidos, alguien ya le habría arrestado en alguna de sus visitas al país norteamericano. “Las acusaciones sobre que ganó más de lo que he declarado, son falsas”.
Sin la fortaleza de Ríos o de Juan Manuel Márquez, Pacquiao se enfrenta a una dura contendiente. Kim Henares es comisionada de impuestos , quien tiene en la mira al boxeador por la supuesta evasión fiscal. “La única prueba de sus pagos es una carta de la promotora Top Rank y de HBO al Servicio de Rentas Internas estadounidense (ISR), pero ningún documento oficial”. La fiscalía ya ha investigado 22 bancos donde Manny podría tener cuentas. Solo dos entidades han aceptado tener dinero de Pacman, por un monto de 1.1 millones de pesos (25 mil 200 dólares). “Me es imposible creer que apenas tenga esa cantidad de dinero”, declaró sarcástica la funcionaria.