Entre disputas políticas, la Selección Francesa de Futbol, ganó su pase a Brasil 2014 y credibilidad

21/11/2013 - 12:30 am

 

Foto: uefa.com
Foto: uefa.com

Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).– Cristiano Ronaldo dejó claro que no quería enfrentar a Francia en el repechaje europeo por los intereses que la selección gala genera debido a que Michel Platini es el presidente de la UEFA. Al final, Ucrania fue el rival que salió en el sorteo para medirse ante el cuadro que comanda Ribery. Las especulaciones no se hicieron esperar, con el equipo de Europa del este callado sin hacer mucho caso al entorno sucio por lo extra deportivo. El partido de ida, mientras muchos esperaban cualquier detalle, hubo una lección futbolística.

En Kiev, la ciudad que Schevchenko puso en el ojo mundial con aquel Dynamo de principios de siglo, una ola amarilla puso al balón como bandera frente a un cuadro superior en la nómina, y favorito en las casas de apuestas. Ucrania ganó y gustó con un aparato defensivo notable y una capacidad muy certera para definir partidos, como lo demostró en toda la eliminatoria. Un 2-0 doloroso que puso al contra las cuerdas al próximo organizador de la Eurocopa del 2016. Francia se fue cabizbajo de un terreno hostil y con una loza muy pesada encima de su espalda.

Durante una semana, uno de los países que ha sido campeón del mundo, vio como su participación en Brasil corría peligro. Con uno de los mejores planteles del mundo, los dirigidos por el mítico Didier Deschamps necesitaban una de esas noches que muy pocas escuadras son capaces de realizar. Pero la dificultad natural de la adversidad, nacida por el factor deportivo, seguía siendo menospreciada por el entorno alrededor que seguía acaparando la atención. Como hace cuatro años, se esperaba la mano de Platini al momento del puntapié inicial del partido de vuelta en París.

Marine Le Pen. Foto: EFE
Marine Le Pen. Foto: EFE

Marine Le Pen es una rubia de ojos dormilones con un discurso firme levanta pasiones. La ultraderechista es declarada enemiga de las reformas del socialista François Hollande. Una de las más reclamadas ha sido el impuesto del 75% a empresas que facturen un millón de euros. Las sanas finanzas del futbol francés corren peligro por una medida gubernamental que desde la oposición ha sido criticada con impulso de campaña política, ganando adeptos para futuras elecciones. Atenta al entorno, Le Pen no pierde el momento para hacer valer su voz cada vez más seguida.

“Un equipo no puede estar impulsado solo por el afán de lucro o por el ego de los individuos que lo componen, hace falta que sea movido por todo un pueblo”, declaró Marine ante el panorama que vislumbraba un Mundial sin Francia, acusando que había una fractura entre afición y el equipo nacional al que describió como “una especie de pandilla de chavales maleducados que no suscitan el orgullo nacional y se burlan del hecho de representar a Francia”. El mensaje en contra del presidente Hollande provocó un delirio antes del crucial cotejo.

El Stade de France lució un lleno espectacular, tal vez solo por el arrastre de la pelota o para demostrarle a Marine que estaban dispuestas las dos partes a sanar cualquier fractura mínima que pudiera haber. En la cancha, un equipo vestido de azul salió a comerse a sus rivales por el mero gusto de competir. Entonces no hubo respuesta alguna ante el embalaje de una Selección que tiene en su plantilla apellidos que son considerados de élite. Un gol mal anulado y otro ilegal que fue convalidado, fueron los únicos pecados de un arbitraje que estuvo bajo la lupa. Días antes, Michel Platini declaró que una posible ausencia francesa en Brasil no era “el fin del mundo”. Con esa falta de respaldo, y la constante crítica política, el futbol llegó a París para estampar un 3-0 como premio a un equipo que jugó por credibilidad.

Foto: Facebook
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