El PAN abandonó la generación de ideas cuando llegó al poder y por eso perdió la brújula: hijo de Castillo Peraza

07/11/2013 - 12:00 am
Homenaje a Carlos Castillo Peraza. Foto: Cuartoscuro
Homenaje a Carlos Castillo Peraza. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 2 de noviembre (SineEmbargo).- A 13 años de haber fallecido, las ideas de Carlos Castillo Peraza aún son vigentes para el Partido Acción Nacional (PAN) y para México.

Así lo afirma su hijo Carlos Castillo López, hijo del último ideólogo del PAN.

Castillo López dedicó los últimos meses a revisar y recopilar una serie de conferencias ofrecidas por su padre en la Universidad de Georgetown, Estados Unidos.

Ese trabajo de exploración en documentos electrónicos dio sus frutos en el libro El acento en la palabra. Conferencias sobre la transición democrática mexicana, editado por la fundación Rafael Preciado Hernández presentado en la Feria Internacional del Libro en la Delegación Benito Juárez, la única demarcación panista en el Distrito Federal.

Son conferencias donde Castillo Peraza, quien fue presidente nacional del PAN y candidato a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, aborda temas económicos y políticos aún vigentes, dice su hijo.

A través de esas conferencias se puede leer a un Castillo Peraza preocupado por la llegada del partido de sus amores al poder, con el antecedente de que el PAN tenía un ADN opositor.

Fallecido en el 2000, el que fuera además de dirigente partidista un notable analista político y quien los últimos años se distanció del PAN, ya no vio los 12 años de gobierno panista, ni sus pugnas internas por los cargos, ni cómo perdieron la Presidencia.

Pero sí pudo prever los conflictos que llegarían con la alternancia, y los que atormentarían al PAN al llegar a la ansiada Presidencia. Por ello sus ideas siguen vigentes, sobre todo porque después de él no ha habido otro ideólogo, dice Castillo López en entrevista con SinEmbargo.

El PAN ahora que regresó a la oposición puede retomar algunas reflexiones contenidas en estas conferencias, considera su hijo, quien en su cuenta de twitter @altanerias se define como “Editor, humanista, freelance, lector voraz, autodidacta...”.

BUCEAR EN LOS ARCHIVOS

Carlos Castillo López comparte que él es quien resguarda el archivo electrónico de su papá, y un día descubrió unos que no había visto de su estancia en Georgetown y decidió rescatarlos.

“Me encontré con alguien con quien había estado en Georgetown, reboté con esa persona que es Jorge Guajardo, escribió una introducción en el libro, él estudió allá con mi papá quien muy monástico se dedicó a dar un seminario. Ese rastreo de computadora que además eran archivos que sólo se guardaban con ocho caracteres tenía que abrirlos porque no dicen nada los acrónimos.

Dividido en tres capítulos, uno es sobre una serie de conferencias que dio en un seminario sobre las Américas.

“Es todo un análisis de como desde su concepción la transición comienza no con la primera gubernatura del PAN ni mucho menos con el triunfo de Vicente Fox, la transición para el PAN empieza desde que puede subir a la agenda pública sus temas en la Cámara de Diputados, ya desde entonces el PAN hablaba de derechos humanos, de credencial para votar, padrón confiable, rendición de cuentas. Lo irónico es que hoy todos agarran esas banderas y con una defensa oficial, pero hubo una época donde nadie les hacía caso. El partido en los años 40 ya traía esos temas que no pueden faltar en cualquier democracia y en ese entonces emparentarlos al régimen absolutista era irrisorio”.

La segunda parte son conferencias luego de dejar al PAN y cercanas a los años que se avecinaban, la llegada de Acción Nacional a la Presidencia de la República.

“Los riesgos que podría entrañar una serie de problemas que hoy vivimos, la falta de mayoría del Congreso, una serie de cosas que aun hoy son problema y debemos resolver pronto, habla de temas económicos, de globalización. La tercera son partes sobre el PAN, siguen siendo conferencias que él pronuncia ya sea en homenajes a viejos panistas que aún estaban, algunas críticas incluso al partido que hoy tienen su vigencia como pendientes”.

–Hablaste de las vigencias de sus críticas al partido, ¿qué sigue siendo vigente, que pendientes tendría el PAN que llegó y dejó el poder en 12 años y es oposición de nuevo?

–Él tiene muy claro que el PAN histórica, genéticamente tiene vocación opositora y cuando llega al poder ya no sigue reflexionando, pensando y generando ideología. Entonces la consecuencia de esto de repente se vuelve que el partido abandonó la generación de ideas de partido, no de gobierno porque hizo de políticas públicas, pero en el PAN dicen que Carlos Castillo Peraza fue el último ideólogo pero murió hace 13 años. Eso significa que el PAN no pudo generar un ideólogo o un grupo de ideólogos que se dedicara a pensar el papel del PAN desde el poder. De repente te encontrabas que el PAN en el poder tenía a su peor enemigo dentro del PAN porque no hay una reflexión, no se promovió de cómo el partido así como era oposición cómo iba a ser en el poder. Cuando mi papá se murió lo sorprende haciendo esta reflexión. Muchos de estos textos ya avizoran los pequeños conflictitos cuando gana Fox, porque además nadie creía que Fox iba a ganar y de repente llegó una avalancha y todo para arriba, pero hubo una incredulidad a priori que agarró al PAN corriendo.

–¿Cuáles riesgos veía de llegar al poder sin la reflexión necesaria?

–El gran riesgo de no digamos llegar al poder con sus ideas, de no haberlas generado es perder la brújula. Él veía esa falta de generación de pensamiento precisamente en que fuera una personalidad como la de Fox, muy apta para alcanzar el poder y para salir a gritar para conmover, mover masas que también es necesario pero no era esa vena reflexiva del PAN, que él siempre apoyo para bien y a veces para mal. A veces ganó apoyando a gente reflexiva y a veces no, por ejemplo a Alberto Cárdenas en Jalisco no lo apoyó. Y fue lo que pudo hacer un poco esta tensión que hay en el PAN entre los muy doctrinarios, los muy pragmáticos y el gran reto de encontrar el punto medio. Fue esa gran generación a la que perteneció mi papá donde está Diego Fernández de Cevallos, Antonio Lozano; aunque son gente muy teórica supo moverse en la calle, gente de esa generación era también de pensamiento en la que al final de cuentas pudo contribuir todavía, pero ya distanciado del partido por razones profesionales. Decía ‘qué voy a hacer después de mi vida política’, y quería dedicarse al análisis político, pero ya no podía presentarse como analista político objetivo y estar militando en el PAN. Quería dedicarse a ello después de tantos años, y decía ‘quiero expresar mis ideas con libertad sin una bandera a la que esté afectando con una crítica’. Por eso renunció.

–¿Según los documentos que encontraste, cómo debería ser el PAN opositor?

–En primer lugar súper propositivo, con una idea clara no de decir ‘no’, como le dijeron tantas veces en 12 años, sino con propuestas plausibles, tangibles, procurando que no haya retroceso en lo que ya se avanzó. Dicen que no se avanzó nada pero tienes un país con una estabilidad macroeconómica, con transparencia y al llegar este gobierno el primer mensaje es reformar al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y luego la reforma hacendaria, entonces es una serie de cosas que el PAN debe proteger porque es su aval. Si el PAN no logra salvaguardar de la mejor manera sus 12 años de gobierno a todo mundo se le va a olvidar o vamos a acabar en esto de decir ‘¡chin, qué buenos eran los del PAN!’.

–¿El PAN debería voltear más seguido al legado de Castillo Peraza?

–No les va a cobrar nunca, es una gran tradición la que se reúne, ahí están las ideas, los congresos y los libros a disposición de todos, qué mejor que el PAN pueda sustentar su trabajo de futuro con base en una gran serie que tiene de autores y pensadores.

EL VALOR DE LA DIVERSIDAD

Presentación del libro El acento en la palabra. Conferencias sobre la transición democrática mexicana. Foto: PAN Yucatán
Presentación del libro El acento en la palabra. Conferencias sobre la transición democrática mexicana. Foto: PAN Yucatán

–¿Cuáles ideas de Castillo Peraza consideras útiles para el país?

El valor de la diversidad, de que tu rival político no es tu enemigo ni nadie a quien hay que deshacer, sino que es alguien que al rato va a hacer tu aliado en algún acuerdo. Este entender la política como un espacio de acuerdo y encuentro, no como un campo de batalla. Otra que es muy importante es que esta política de ideas de repente queda totalmente opacada frente a las caras bonitas y a la gran faramalla mercadotécnica que está vacía.

–¿Te refieres al caso de Enrique Peña Nieto?

–Tú lo has dicho, o sea es muy obvio. Mario Vargas Llosa lo llama la civilización del espectáculo. México tuvo un gravísimo bache, generaron un producto a modo y México lo compró, pero es como si hubiera comprado un producto envuelto en celofán con detalles de terciopelo que al momento de abrir esta vacío, ese es el gran riesgo en la política, que fracasen las ideas y triunfen las apariencias. Es el gran riesgo de la política de oropel de adorno, que no sigue los mínimos valores que tanto defendió el PAN y que son los de una democracia.

–¿Qué sentiste al hacer el rescate?

–Primero orgullo, cuando lees estas cosas estás consciente del momento en que fueron escritas y lo que tengo primero es el planteamiento de compartirlo y viene el segundo planteamiento que es la responsabilidad porque tienes un material y debes buscar en todos los foros y medios que se difunda, que se conozca y disfruten leyendo como uno lo hizo recopilándolo.

–Decías que mientras redactó algunas conferencias tu trabajabas con él en su despacho, ¿cómo fue trabajar con él?

–Un gozo. Era un aprender constante, como jefe y padre siempre fue una generosidad bárbara en cuanto compartir lo que sabía, a no forzarte a hacer algo sino a sugerir. Por ejemplo yo adolescente dije ‘quiero leer a Nietzche’. ‘Ah, está muy bien, te lo compro pero también a Santo Tomás para cuando tengas tiempo’. Era el equilibrio. Como buen aristotélico, en el punto medio donde está la razón. Trabajar con él era un aprender constante, empaparte de cultura bárbara que tampoco es ya tan común ente los políticos. El asunto del político instruido es algo que ya no se valora, entonces es otra forma de entender que el papel del político no tiene que ser ni el de oscuro sentado detrás de un escritorio ‘maquiavelando’ algo horrible, ni el vacío que está trepado en el escenario dando de gritos. Puede ser una persona que sabe y ha estudiado de lo que habla, que está en contacto con la realidad de su país porque luego hay políticos que son grandes hombres de escritorio pero en el momento en que se enfrentan a la realidad se asustan. Es ese modo de entender la política como algo muy completo, necesitamos a las grandes ideas y que quien las tenga esté dispuesto a trabajar, promover y acercarse a la realidad.

ENAMORADO DE SU TIERRA

–¿Qué recuerdas más de tu papá?

–Era fan de la comida yucateca, de su tierra, nostálgico del chile habanero, era un enamoradísimo de la trova yucateca y de la música gregoriana de la edad media, precisamente por eso se tituló en filosofía medieval. Era un enamoradísimo de autores medievales y de los contemporáneos franceses, Albert Camus. Era fan por el lado de la filosofía, tenía una edición trilingüe de Aristóteles en griego, latín y español y cuando la compró me dijo ‘este libro cuando estudiaba en Suiza lo veía en los anaqueles y nunca me lo pude comprar, sólo lo compré para sacarme la espinita clavada treinta años’. Era un enamorado de la literatura, de la historia, sobre todo de la filosofía. Él decía que te podrías ahorrar la carrera de ciencias políticas leyendo a conciencia “Las memorias de Adriano”, de Marguerite Yourcenar, pero bueno él había sido autoridad en muchas cosas.

¿A qué panistas admiraba?

–A Manuel Gómez Morín por ser constructor de instituciones y quien fue uno de los grandes creyentes en que el país no podía gobernarse ni por las armas ni por las masas, algo que intentó hacer el Partido Nacional Revolucionario (PNR) que luego se hizo el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Gómez Morín contribuye a la fundación del Banco de México y lucha por la autonomía de la UNAM, construye el Banco de crédito agrícola, redacta la primera ley del Banco de México, fue un visionario en cuanto al país para que funcionara a la larga. Otro fue Efraín González Morfín quien introdujo en la doctrina del PAN el tema social, que fue la respuesta en esa época en los últimos años sesenta y los primeros setenta al marxismo y comunismo, es decir desde el lado panista cómo vamos a tomar a la sociedad un poco en el sentido. Él es el gran actualizador de la doctrina del PAN para enfrentar una realidad cambiante. Esos eran sus grandes maestros.

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