Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).– Los amigos imaginarios son comunes en la mayoría de los niños y muchas personas adultas los tuvieron durante la infancia. Sin embargo, las interacciones virtuales que los menores tienen con estos compañeros de juego invisibles a menudo intrigan y preocupan a los adultos que, en algunos casos, afirman no es sano para los niños crear a estos personajes. Sin embargo, ahora un grupo de investigadores británicos afirma que este fenómeno puede ser de ayuda para desarrollar el pensamiento verbalizado.
Científicos del departamento de psicología y del Instituto de Investigación Wolfson en la Universidad Durham realizaron un experimento en 148 niños de 5 años mediante el cual revelaron que los niños con amigos imaginarios desarrollan más su habilidad de solución de problemas, publicó Journal of Experimental Child Psychology.
De acuerdo con The Wall Street Journal, durante los estudios los niños analizados tenían que ir acompañados por su madre a una tienda de helados en donde había juguetes y atracciones. Después de llegar al lugar la mamá se sentaba a leer alejada del niño, mientras que el infante se dedicaba a jugar solo. En este punto, dos cámaras registraban la actividad del niño, y todos los susurros o palabras inteligibles que musitaran los sujetos eran categorizadas como conversaciones privadas.
Después de esta etapa se les preguntaba a los menores si tenían un amigo imaginario. Si éstos respondían que sí, inmediatamente se les cuestionaban otros detalles sobre su amistad, como su género, cómo se llamaba y otras datos relacionados.
De esta manera, el 46% de los 148 niños en el experimento manifestaron tener compañeros imaginarios y practicaron conversaciones con sí mismos en el momento en el que estaban jugando. Por otra parte, el 54% que dijo no tener amigos imaginarios, registró menos conversaciones privadas durante la actividad.
"Estos resultados sugieren que las conversaciones privadas de los niños con amigos imaginarios se internalizan más que el de sus pares que no tienen amigos imaginarios, y que el compromiso social con los seres imaginarios pueden cumplir un papel similar al compromiso social con los socios de la vida real en la progresión del desarrollo del habla privada", escriben los autores del trabajo.
Los investigadores concluyeron que tener un amigo imaginario ayuda a que los niños desarrollen las conversaciones privadas; una habilidad clave para la solución de problemas. Este tipo de interacción se conoce, en términos psicológicos, como pensamiento verbalizado, una práctica cognitiva muy común en los seres humanos.
Por otra parte, los amigos imaginarios son un tema que despierta mucha curiosidad e incluso suele asustar a muchos padres de niños que presentan este comportamiento. A la par, existen una gran cantidad de mitos en torno al tema, lo que provoca que muchos adultos vean mal las amistades ficticias de sus hijos, creyendo que se trata de una proyección imaginaria que el niño hace de sí mismo.
No obstante, para muchos niños es necesario inventarse amigos imaginarios, dado que forman una parte integral de la vida de los niños, afirma la psicóloga Madeline Hernández. "Son estos personajes ficticios los que ayudan al niño a protegerse de cosas que pueden dañarle, a expresar sus inquietudes y miedos cuando no saben cómo hacerlo, a expresar sus metas y de esta forma aprenden a explicarse el mundo mejor", publicó Vida y Familia de Univision.