Washington, 1 oct (EFE)/(DPA).- La Casa Blanca ordenó hoy el "cierre ordenado" del gobierno de los Estados Unidos debido al fracaso del Congreso para aprobar un presupuesto para el año fiscal 2014, que comienza hoy 1 de octubre.
Es la primera vez en 17 años que la administración pública se paraliza. El plazo para la aprobación del presupuesto concluyó en la medianoche sin que la Cámara de Representantes y el Senado se pusieran de acuerdo.
"Por desgracia, no tenemos una clara indicación de que el Congreso actúe a tiempo de que el presidente firme una resolución de continuidad antes del final del día de mañana, 1 de octubre de 2013", se lee en un memorándum de la oficina de gestión y presupuesto de la Casa Blanca.
"Este es un día muy triste para nuestro país", dijo el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, que culpó a los "anarquistas" de la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, de forzar el cierre.
La paralización supone que cerca de 800 mil empleados públicos no vayan a recibir su salario y se vean abocados a unas vacaciones forzosas. Numerosos centros públicos deberán cerrar con las únicas excepciones de los servicios de emergencia y los encargados de la seguridad del país, como por ejemplo los soldados, los vigilantes de prisiones y los empleados en aduanas y hospitales.
La disputa por el presupuesto se explica por el deseo de los republicanos de bloquear la discutida reforma sanitaria impulsada por el presidente Barack Obama
ANTES, RECHAZA PLAN PRESUPUESTAL
El Senado de EE.UU. rechazó hoy un plan de presupuesto recién aprobado por la Cámara baja que habría evitado un cierre temporal del Gobierno federal esta medianoche a cambio de retrasar la entrada en vigor de una parte clave de la reforma sanitaria, lo que prolonga el bloqueo entre ambas cámaras.
Por 54 votos a favor y 46 en contra, el Senado descartó la propuesta y volvió a enviar a la Cámara de Representantes un plan que proveería temporalmente de fondos al Gobierno federal sin tocar la reforma sanitaria. De no llegar a un acuerdo ambas cámaras antes de la medianoche, parte del Gobierno deberá cerrar por falta de presupuesto.
La votación fue la segunda de hoy sobre el asunto en el Senado y supone el fracaso del tercer intento de los republicanos de la Cámara baja de socavar la reforma sanitaria aprobada en 2010 aprovechando el debate sobre el presupuesto.
En esta ocasión, el plan consistía en retrasar durante un año la entrada en vigor de la parte más importante de la reforma, la que a partir de enero obligará a todos los estadounidenses a contratar un seguro de salud.
Además, la propuesta prohibía al Gobierno subvencionar los seguros médicos de los miembros del Congreso o los funcionarios de la Casa Blanca, incluido el presidente del país, Barack Obama.
El mandatario telefoneó esta tarde a los líderes republicanos en ambas cámaras y les advirtió de que un presupuesto que amenace la reforma de salud "nunca se aprobará en el Senado ni se convertirá en ley", según la Casa Blanca.
La Cámara de Representantes tiene ahora poco más de dos horas para decidir si acepta o no la propuesta "limpia" en la que insiste el Senado, es decir, un presupuesto que permita seguir financiando el Gobierno y no incluya ataques contra la reforma sanitaria.
El presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, dejó claro esta tarde que no está dispuesto a ceder.
"No voy a negociar", dijo Boehner. "Le diré al presidente: esto no se trata de mí. No se trata de los republicanos en el Congreso. Se trata de justicia para los estadounidenses", agregó, y subrayó el "impacto devastador" que está teniendo la reforma sanitaria.
El ala conservadora del partido republicano ve el debate sobre el cierre del Gobierno como su mejor oportunidad para descarrilar la reforma sanitaria, que se encuentra en una etapa crucial con la entrada en vigor mañana de la oferta de seguros médicos para todos los estadounidenses.
Un cierre del Gobierno obligaría a mandar a casa a casi 800.000 funcionarios durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca. EFE
Los efectos del cierre del Gobierno de EE.UU., agencia por agencia
La emisión de datos económicos se interrumpirá y los parques nacionales cerrarán sus puertas, pero se mantendrán servicios básicos como el correo, el control de tráfico aéreo, los cheques de pensiones o la actividad de los agentes policiales y de seguridad.
Estos son los principales efectos de la suspensión de actividades en las principales órganos y agencias federales:
- CASA BLANCA:
Alrededor del 75 % de los empleados de la Casa Blanca serán enviados a casa sin sueldo durante el tiempo que dure la crisis. Se espera que 436 de los 1.700 trabajadores continúen trabajando como apoyo del presidente Barack Obama. "Tendremos un personal esquelético", dijo el lunes el portavoz presidencial, Jay Carney.
- DEPARTAMENTO DEL TESORO:
Alrededor del 88% de los más de 100.000 empleados serán enviados a casa sin sueldo. Permanecerían trabajando los empleados que gestionan los desembolsos de las pensiones de seguridad social, pero no los encargados de auditorías y otras operaciones relacionadas con los impuestos en la agencia tributaria (IRS).
- RESERVA FEDERAL: No se ve afectada por el cierre del Gobierno.
- DEPARTAMENTO DE DEFENSA:
El 50 % de los 800.000 empleados civiles del Pentágono serán enviados a casa, mientras que todos los militares -alrededor de 1,4 millones- continuarán trabajando. Obama firmó la noche del lunes una ley que permitirá que todos los militares y algunos civiles sigan recibiendo sus cheques durante el cierre del Gobierno.
- DEPARTAMENTO DE ESTADO:
Sus actividades no se verán inmediatamente afectadas, debido a que sus fondos provienen de una ley de gastos diferente. Las embajadas y consulados en el extranjero continuarán funcionando y se seguirán emitiendo visados para viajar a Estados Unidos.
- DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD NACIONAL:
Un 14 % de los más de 231.000 empleados serán enviados a casa, dado que la gran mayoría se consideran trabajadores "esenciales". No obstante, se espera que deje de operar el programa E-Verify, utilizado por empresarios para verificar el estatus legal de sus trabajadores.
- DEPARTAMENTO DE COMERCIO:
El 87 % de sus empleados serán enviados a casa sin sueldo (más de 40.000 de los 46.420 funcionarios que trabajan allí). La división encargada de revisar las exportaciones de EE.UU. operará con la mitad del personal.
- DEPARTAMENTO DE TRABAJO:
Se prescindirá del 82 % de los 16.304 empleados, entre ellos los que trabajan en la Oficina de Estadísticas Laborales, que produce estadísticas económicas como los datos mensuales de desempleo. No obstante, el relativo a septiembre podría emitirse el viernes, según lo que decida la Casa Blanca.
- DEPARTAMENTO DE AGRICULTURA:
El Departamento no ha indicado de cuántos de sus 100.000 trabajadores prescindirá, pero se espera que continúen actividades esenciales como las inspecciones de carne, al tiempo que se suspenden las de otros alimentos. También se dejarán de producir informes sobre las estimaciones de cosechas o ventas.
- DEPARTAMENTO DE INTERIOR:
Prescindirá del 81 % de sus 72.562 empleados y cerrarán todos los parques nacionales, como el Gran Cañón del Colorado, y los monumentos, como la estatua de la Libertad en Nueva York.
- DEPARTAMENTO DE JUSTICIA:
El 15 % de sus 114.486 empleados serán enviados a casa. No se prescindirá de ningún agente del FBI, ni de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), ni de empleados de prisiones federales, ni de fiscales federales.
- NASA:
El 97 % de sus 18.134 empleados serían enviados a casa, excepto los encargados de misiones de control relacionadas con la Estación Espacial Internacional (EEI).
- DEPARTAMENTO DE SALUD:
El 52 % de sus 78.198 empleados dejarán sus puestos. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades mantendrán actividades mínimas, pero no podrán llevar con normalidad su campaña anual contra la gripe.
No obstante, los "mercados de seguros de salud" que entran hoy en vigor como parte de la reforma sanitaria de 2010 funcionarán en un principio sin restricciones.
- DEPARTAMENTO DE TRANSPORTE:
Se prescindirá del 33 % de los 55.468 empleados. Permanecerán en sus puestos los controladores de tráfico aéreo y algunos de los encargados del control de autopistas.
- DEPARTAMENTO DE ENERGÍA:
El 69 % de los 13.814 empleados serán enviados a casa. Seguirán trabajando los encargados del control de materiales nucleares y de redes eléctricas, pero no los investigadores.
- DEPARTAMENTO DE ASUNTOS DE VETERANOS:
Sólo un 4 % de los 332.000 empleados de esta agencia dedicada a los veteranos de guerra resultarán afectados.
- DEPARTAMENTO DE VIVIENDA:
El 95 % de los 8.700 empleados serán enviados a casa. Pero seguirán activos los préstamos otorgados por los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mac.