Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).– La unión de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, considerado líder moral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y de Andrés Manuel López Obrador, dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ambos ex candidatos a la Presidencia de la República por la izquierda mexicana, no es azarosa, sino que responde a que ambos entendieron que deben unir fuerzas si quieren detener la privatización de los hidrocarburos mexicanos, dijeron especialistas a SinEmbargo.
Fue la semana pasada cuando Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo se reunieron, después de años de separación, para acordar una lucha conjunta en defensa de Petróleos Mexicanos (Pemex) y fue ahí donde el Ingeniero le hizo una invitación pública a López Obrador.
Andrés Manuel, quien se mostró renuente durante los últimos meses a sumar fuerzas con el PRD e incluso causó revuelo entre los perredistas cuando condicionó al Sol Azteca a salirse del Pacto por México para ir juntos en la lucha por el sector energético, contestó enseguida a la solicitud de Cuauhtémoc y al día siguiente ambos llamaron –en conjunto con el obispo Raúl Vera López, Pablo González Casanova, Miguel Concha Malo, Miguel Álvarez Gándara y Mario Saucedo Pérez– a la población mexicana a “unirse y oponerse a las reformas Energética, Hacendaria, y Educativa” que propuso el Presidente Enrique Peña Nieto.
“Cuauhtémoc y López Obrador decidieron integrarse y dar un mensaje de unidad, porque ambos han defendido el nacionalismo del petróleo durante toda su carrera: con esto AMLO sale del aislamiento y el Ingeniero de la jubilación adelantada. El tema del petróleo les abre un enorme marco de actuación y convergencia y vuelven a resucitar. Hay un liderazgo compartido”, dijo Eduardo Bueno, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA).
Para el especialista, ambos líderes se reconocen y el PRD –que permanece dentro del Pacto por México– se coloca detrás de Cárdenas, mientras que AMLO acepta la invitación para reposicionarse y romper con el aislamiento.
“Busca mandar una señal muy clara, pese que está formando un nuevo partido, que López Obrador no abandona una convocatoria de alianzas; podría estar surgiendo un nuevo bloque de personalidad de la izquierda nacionalista y socialista. Para AMLO el ir con Cárdenas tiene un valor simbólico, no está renunciando a su liderazgo sino que le da más fuerza y vigor respecto a la Reforma Energética”, dijo.
Con esta unión, el resto de los personajes de izquierda como el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón; el actual mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y la dirección política del PRD encabezada por Jesús Zambrano Grijalva, donde confluyen fuerzas de René Bejarano Martínez, mantendrán un bajo perfil en la oposición a la iniciativa de Peña Nieto.
“Hay personajes que ya entendieron que solo la unión puede hacer que las izquierdas puedan tener posibilidades reales. Cuauhtémoc y Andrés Manuel ya lo entendieron, habría que observar qué intenciones tienen otros personajes como Mancera y Ebrard”, expuso Héctor Quintanar, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Quintanar dijo que es muy probable que López Obrador respalde la iniciativa de Cárdenas de ir por un referéndum en donde deben convocar a 1.6 millones de mexicanos para que sea posible.
“En la Consulta Pública que propone Cárdenas, sí creo que vayan juntos. Habrá coincidencia entre ambos, quizás afloren problemas cuando suceda algo dentro del Pacto por México, porque la ruptura de López Obrador con Jesús Zambrano y con Jesús Ortega es absoluta”, destacó.
SÓLO "DE DIENTES PARA AFUERA"
Para Telésforo Nava, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien además participó por varios años en el PRD desde su fundación, aseguró que el “sí” de López Obrador a Cárdenas, es sólo de “dientes para afuera”.
“A López Obrador no le queda más que aceptar la invitación del Ingeniero, pero él tratará de mantenerse aparte, aunque de dientes para afuera dice que sí, tratará de quedarse un poco hacia él mismo, guardar su distancia”, dijo.
De acuerdo con Nava, el costo político para López Obrador de negarse al llamado de Cárdenas Solórzano sería elevado, pues quedaría como un líder divisionista, opositor a que el frente en contra de la privatización sea exitosa, lo cual desilusionaría a varios de sus seguidores.
“Ya es muy amplia la opinión de que las fuerzas opositoras se tienen que unir, eso el Cárdenas lo entiende muy bien, tanto que hasta parece con Muñoz Ledo, que se ha ocupado durante los últimos años a atacarlo virulentamente”, explicó.
Andrés Manuel en cambio, encamina sus pasos a construir su candidatura para 2018 y todo lo observa a través de esa lente, dijo Telésforo Nava.
“Él ya está construyendo su candidatura para próximas elecciones, pero su fuerza política decae si no acepta, porque actualmente no mueve ni de lejos la cantidad personas que movilizó en 2005 y 2006, cuando el desafuero y cuando las elecciones, entonces, aunque se amarre las tripas tiene que aceptar”, opinó.
Los tres especialistas coincidieron en que, una movilización nacional encabezada por todos los liderazgos fuertes de la izquierda, podría frenar la privatización de la renta petrolera.
“Se ha dado un gran paso a formar este frente, ahora resta sumar la mayor cantidad de fuerzas. Los vientos que soplan en el país no son muy favorables para Peña Nieto y su grupo, que ha tenido habilidad para operar y ya controló a la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), pero le costó mucho trabajo. Se han propuesto hacer muchas cosas y si realmente ese frente opositor logra fortalecerse y movilizar a la mayor parte de la población, pueden frenar esa reforma”, dijo Telésforo Nava.
