Por Afra Gallati, dpa
Ciudad de México, 19 septiembre (SinEmbargo).- Su voz calmada y sonora se han convertido en su distintivo, así como un porte distinguido, que muchos calificaron de "aristocrático". Jeremy Irons, que hoy cumple 65 años, ha convencido en numerosos papeles: antihéroe, psicópata o patriarca.
Acaba de interpretar a un papa sin escrúpulos, malvado e inescrutable: el español Alejandro VI en la tercera y última temporada de The Borgias.
“Nunca interpreté un personaje que hubiese odiado. Siempre intento encontrar algo de humanidad y una razón para su comportamiento”, dijo Irons sobre sus personajes en una entrevista al Telegraph.
Nacido en 1948 en Cowes, en una pequeña localidad de la Isla de Wight, Irons se educó en un internado en Dorset, donde según él mismo aseguró más tarde, recibió una educación "alérgica al arte".
Para compensar hizo teatro y tocó en la banda del colegio. En teoría quería estudiar veterinaria, pero sus notas en física y química no fueron buenas.
Por ello comenzó a trabajar en un teatro y descubrió su pasión. "El teatro, las personas, el horario. Yo estaba alejado de todo eso, pero noté que era lo que quería", explicó en cierta ocasión en una entrevista. Poco después se inscribió en un curso de actuación en Bristol.
Tras varios años en el teatro, en 1980 dio el salto al cine con Nijinsky, de Herbert Ross. Después encarnó al banquero decadente y acusado de asesinato Claus von Bülow en Reverse of Fortune, a un cura jesuita en Mission y a unos gemelos psicóticos en Dead Ringers, de David Cronenberg.
Irons, que para muchos fans encarna al típico británico por su voz calmada y su porte aristocrático, tuvo siempre debilidad por personajes con personalidad diferente. "Siempre pienso que ya he interpretado a suficientes locos. Pero no puedo evitarlo, me atraen los personajes misteriosos, oscuros, con secretos", dijo.
Inolvidable fue también su antihéroe Humbert Humbert en la nueva versión de un clásico de la literatura como Lolita. La película sobre un profesor de literatura entrado en años que se apasiona por una niña de 12 provocó titulares en muchos países, no fue bien recibida por la crítica, aunque el trabajo de Irons fue muy elogiado.
AL CINE DE ACCIÓN
En los 90 cambió de papeles y se sumó al cine de acción con Bruce Willis en Die Hard: With a Vengance y en los últimos años fue variando de personajes; en Margin Call dio vida a un gran banquero, mientras que en Night Train To Lisbon a un filólogo que puede dar marcha atrás en el tiempo.
Irons está casado en segundas nupcias con la actriz Sinead Cusack y tienen dos hijos, uno de los cuales es el famoso modelo y también actor Max Irons.
Por ahora el viejo Jeremy no se plantea dejar el oficio, aunque recientemente reconoció que ha perdido algo de interés. "Pero yo podría vivir todavía 20 o 30 años más, así que no puedo dejarlo. Ni quiero, pues si el trabajo es bueno y a uno le gusta, no hay nada mejor".