México, 17 Sep. (Notimex).- El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) bajó su pronóstico de crecimiento del país para este año de 2.7 a 1.5 por ciento, toda vez que "la economía ya se encuentra en una recesión", además de que la reforma hacendaria contiene algunos puntos que de ser aprobados podrían dificultar la recuperación económica.
El vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Jonathan Heath, dijo que aunque esta recesión "no es nada profunda, es bastante ligera. Es una recesión al fin y al cabo", y podría llevar a una nueva revisión a la baja en la expectativa de crecimiento para este año.
En la conferencia de prensa mensual del organismo, indicó que el IMEF también ha empezado a revisar su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2014, la cual anticipa que sólo crecerá 3.5 por ciento "en el mejor de los casos".
Heath refirió que los indicadores económicos de México muestran que empezó una recesión en el país durante 2012, tal vez a mediados del año o en noviembre, la cual se mantiene hasta la fecha.
"El consenso es que esta recesión no es muy profunda, es bastante ligera, sin embargo debe de terminar en algún momento dado en el cuarto trimestre de este año o posiblemente a inicios del año entrante", añadió.
Aclaró que más que alargar o profundizar esta recesión, las acciones de política fiscal pro cíclicas incluidas en la propuesta de reforma hacendaria dificultarán la recuperación de la economía mexicana en 2014, cuando se espera crezca a una tasa superior a 3.0 por ciento, después de un crecimiento magro este año.
Afirmó que si el gobierno aplica las medidas fiscales propuestas, que reducen el ingreso personal disponible de los hogares más productivos para dárselo a sectores informales menos productivos, "obviamente tiene un impacto negativo sobre las posibilidades de una buena recuperación".
A su vez, el presidente nacional del IMEF, Víctor Manuel González Olivares, opinó que si bien la reforma hacendaria propuesta elevará la recaudación, no amplía la base tributaria y sólo elevará los ingresos a través de los contribuyentes formales que ya pagan impuestos.
"Es una reforma recaudatoria y se queda corta, porque llega a recaudar lo que necesita para apoyar todos los programas sociales que el gobierno se ha propuesto", añadió al referir que la propuesta busca una recaudación adicional de 1.4 por ciento, pero también plantea un déficit transitorio de 1.5 por ciento para subsanar los gastos gubernamentales.
Asimismo, expresó su preocupación por el déficit solicitado, ya que la mayor parte se usará para financiar el gasto corriente y no infraestructura o sectores que generen más inversión o crecimiento para el país.
Si bien hay aspectos positivos, como la simplificación tributaria o la eliminación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), las medidas propuestas no van a ayudar a mejorar el panorama de crecimiento en esta etapa recesiva que atraviesa la economía, indicó.
La vicepresidente del Comité Nacional Técnico de Estudios Fiscales del IMEF, Nora Morales Rodríguez, dijo a su vez que la reforma hacendaria tiene muchos puntos que son "francos retrocesos", entre ellos en materia de seguridad jurídica.
Comentó, por ejemplo, que las reformas propuestas al Código Fiscal de la Federación pretenden dotar de una cantidad excesiva de facultades a las autoridades fiscales, reduciendo en contraparte varios de los derechos de los contribuyentes.
Se pretende introducir una nueva manera de interpretar y aplicar las leyes fiscales, la cual además de estar redactada de una manera en extremo general y confusa, dota a las autoridades fiscales de una facultad excesiva que podría derivar en abusos importantes, subrayó.
Morales Rodríguez sostuvo que la eliminación de algunas de las deducciones para personas morales, planteada en la reforma, podría tener un impacto grave en la inversión extranjera en el país, no sólo para que llegue sino que podría generar que se vaya la que ya está.