Ciudad de México, 13 de septiembre (SinEmbargo).– Al inaugurar la carretera RioVerde-Ciudad Valles, en San Luis Potosí –un estado que ha visitado tres veces– el Presidente Enrique Peña Nieto refrendó su imagen de mandatario reformista y al aludir cada una de las enmiendas que ha propuesto, brindó una justificación:
“… La mayoría de los mexicanos está a favor de que México se mueva hacia mejores condiciones, y están muy conscientes, todos lo estamos, de que hacer cambios de fondo”. El Presidente abundó que ello significa romper con antiguos moldes, prácticas y formas obsoletas.
Con ese preámbulo, habló de la Reforma Hacendaria, la última que presentó bajo los acuerdos del Pacto por México. “El Gobierno asume el costo que esto pueda tener porque cuando se trata de cobrar impuestos o de imponer nuevos impuestos o de eliminar exenciones o tratamientos preferenciales de nuestra legislación fiscal, evidentemente, esto de ninguna manera resulta popular”, dijo Peña Nieto.
Luego, resumió en una frase los motivos de su reforma, expuestos el domingo pasado en la residencia oficial de Los Pinos: el sistema tiene que ser justo. Según el Presidente, pagarán más quienes ganen más y habrá mayores beneficios para quienes menos tienen. Aquí, resaltó la creación del sistema de seguridad social universal.
En las horas previas al Grito de Independencia que podría ocurrir en Dolores Hidalgo, Guanajuato y no en el Zócalo del Distrito Federal, debido al campamento que se opone a la aplicación de la reforma educativa, el Presidente dijo respecto a esta legislación: “Sólo aquellos que tengan una preparación adecuada, serán los que tengan empleos mejor remunerados y mejor pagados. Y esto es lo que queremos asegurar para la niñez y para la juventud de nuestro país. Por eso, la Reforma Educativa”.
No omitió la de Telecomunicaciones. El Presidente volvió a decir que el propósito es romper las prácticas monopólicas; es decir, “de unos cuantos que prestaban estos servicios de telefonía, televisión, Internet”.
En cuanto a la energética, enfatizó que la riqueza petrolera seguirá en manos de los mexicanos y que el país debe garantizar su seguridad en hidrocarburos para mantener su desarrollo.
Presentes ahí el Secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza y del Gobernador de esa entidad, Fernando Toranzo Fernández; Valentina Martínez Garcés le habló al Presidente en lengua Tének. “… Regularmente cuando decimos zona indígena luego, luego, pensamos que debemos estar aislados, que no necesitamos o no queremos estar cerca de las zonas urbanas, o que no tenemos derecho al acceso a muchos beneficios.
Valentina sostuvo: “Es una barrera que nos ponemos nosotros mismos, argumentando que lo hacemos así porque queremos mantener intactas nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestra identidad. Que no queremos contaminarnos con la mala influencia de la mancha urbana”.
“Pero el secreto –dijo- es combinar todo y buscar un equilibrio entre nuestras costumbres y desarrollo al que tenemos derecho como mexicanos”.
Señaló al camino pavimentado de recién inauguración: “Significa que nuestros niños van a poder tener acceso a una mejor educación y a una mejor atención médica. Significa, también, que nuestros jóvenes podrán estar más cerca de las fuentes de trabajo, de las escuelas de nivel superior que no hay en nuestras comunidades”.
Luego, y al dirigirse a Valentina, Peña Nieto expresó que el combate a la pobreza es la mejor palanca para lograr dinamismo económico.