Vórtices en el sur del océano Atlántico son análogos de los agujeros negros espaciales, afirman científicos

21/08/2013 - 12:00 am
Foto: Wikimedia Commons
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Ciudad de México, 21 de agosto (SinEmbargo).- El universo se ve reflejado de una u otra manera en la Tierra. Sin embargo, algunas veces estas similitudes van más allá de una mera comparación y pueden ser bastante parecidas. Al respecto, un reciente estudio indica que los vórtices del Atlántico Sur actúan de manera muy semejante a los agujeros negros que hay en el espacio, lo cual podría ayudar a entender la manera en la que las corrientes oceánicas transportan material, así como plantear la posibilidad de que se produzcan análogos de agujeros negros en otras condiciones naturales en el planeta.

Los agujeros negros son regiones del espacio tiempo en las que la gravedad es lo suficientemente fuerte como para evitar que nada, ni siquiera la luz, escape. Estos fueron descubiertos por primera vez en el siglo XX, pero no fue hasta mucho más tarde que los astrónomos comenzaron a reunir evidencia de su existencia.

No obstante, sin la necesidad de la evidencia fuera de la Tierra, George Haller, desde el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich, y Francisco Berón-Vera de la Universidad de Miami, acaban de encontrar otro análogo de agujero negro, esta vez en el mundo de la turbulencia publicó MIT Technology Review.

Los vórtices que se forman en aguas turbulentas, al contrario de las regiones espaciales, no son desconocidos e incluso han sido mencionados en otros ámbitos como en la literatura.

En 1841, Edgar Allan Poe describió un torbellino de este tipo en su cuento "Un Descenso al Maelström", describiendo a uno de estos cuerpos de líquido en rotación, los cuales pueden ser considerados como islas coherentes en un flujo incoherente.

Foto: MIT Technology Review
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Con tal referencia caótica sobre su constitución, los vórtices son básicamente independientes de su entorno, rodeados por un límite aparentemente impenetrable, en el que poco o ningún fluido interior logra salir de ellos.

Sin embargo, esta descripción, además de detallar el comportamiento de un vórtice también es bastante similar a la de un agujero negro. De esta manera, Haller y Beron-Vera pusieron esta semejanza en un plano formal que describe el comportamiento de los vórtices en los fluidos turbulentos utilizando las mismas matemáticas que describen los agujeros negros.

Ambos investigadores van más allá de las comparaciones originadas por el texto de Poe y demuestran que cada límite del vórtice en un fluido turbulento contiene una singularidad, al igual que un agujero negro astrofísico, lo cual tiene importantes implicaciones para el estudio de los fluidos y la identificación de las vorágines

No obstante, en el caso de dichas turbulencias marinas, estas resultan difíciles de definir y detectar. Sin embargo, en este caso, es simplemente cuestión de buscar la singularidad y el límite que lo rodea.

Por tal motivo, Haller y Beron-Vera realizaron en el patrón de las corrientes del suroeste del Océano Índico y el Atlántico Sur, dos regiones donde se produce la fuga de Agujas, un fenómeno procedente de la Corriente de las Agujas del Océano Índico.

Foto: Wikimedia Commons
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"Al final de su flujo hacia el sur, esta corriente límite se vuelve sobre sí misma, creando un bucle que de vez en cuando provoca remolinos (anillos de Agujas) en el Atlántico Sur", explican los especialistas.

Para la investigación se emplearon imágenes de satélite del Océano Atlántico Sur entre noviembre de 2006 y febrero de 2007 para buscar vórtices utilizando un conjunto de pasos computacionales simples que detectan análogos de agujeros negros.

Ocho candidatos fueron encontrados en ese periodo, de los cuales dos resultaron ser análogos de agujeros negros que contenían esferas de fotones. "Hemos encontrado cinturones materiales excepcionalmente coherentes en el Atlántico Sur, lleno de análogos de las esferas de fotones alrededor de los agujeros negros", agregaron.

Este resultado podría tener implicaciones importantes para la comprensión del modo en que las corrientes oceánicas transportan materiales y plantea la posibilidad de que se produzcan análogos de agujeros negros en otras situaciones y en otros sitios fuera del planeta, como por ejemplo en los huracanes de la Tierra o en la Gran Mancha Roja de Jupiter.

Por su parte, los investigadores añaden: "Más allá de la equivalencia matemática, también hay razones observacionales para ver los remolinos... coherentes como agujeros negros", aseguran Haller y Beron-Vera.

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