El Fondo de Aborto para la Justicia Social es una opción segura y profesional para miles de jóvenes en México: 20% de ellas, entre los 10 y 19 años, provienen del Edomex, Puebla, Jalisco, Querétaro y Veracruz.
Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).– En su rostro ligeramente redondo y sus ojos claros, enmarcados por un chongo algo revuelto, obra del azar y del ajetreo, brilla la luz. Es joven. En términos de edad del cuerpo, de los órganos, quizá tiene poco más de 30 años. Pero tiene la sabiduría que da la experiencia, como la de una persona sin edad. Casi no hace pausas al hablar. Tiene la voz joven, como el cuerpo, como el rostro.
Se llama Oriana López Uribe y es la coordinadora del Fondo de Aborto para la Justicia Social MARÍA: Mujeres, Aborto, Reproducción, Información y Acompañamiento. Eso quiere decir MARÍA; no tiene nada que ver con la virgen que aún siéndolo, dio a luz. El argumento que usa para definir la labor que realiza esta instancia que ella, licenciada en Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, coordina; es clara y tajante: “Esto no es caridad. Es justicia social”.
Dice que todos los casos de mujeres que han acudido a Fondo MARÍA en busca de apoyo económico, guía, consejo y compañía para interrumpir su embarazo le han dejado una enseñanza. Pero nunca olvidará el primero: la adrenalina de saber que en sus manos estaba el destino de esa chica, el terror a que algo saliera mal, la incertidumbre...
“Nuestro primer caso fue un caso de violación. Ahí descubrimos que íbamos a cubrir necesidades que no teníamos previstas porque los casos de violación tendrían que ser resueltos en distintas etapas. Y en ese sentido me tocó mucho porque además fue muy complicado: a la chica los taxistas la convencieron de irse a otro hotel, entonces fue difícil porque el punto de contacto era el hotel, no llegó, y era así como: ¿ahora dónde la encuentro?... Finalmente fui a la clínica y ella llegó directamente ahí. Era también el primer caso con esa clínica en particular, y hubo también algunos malentendidos de quien pagaba qué parte y quién pagaba qué otra. Hubo un momento en el que la mujer se quedó sin dinero y eso no lo teníamos previsto nosotros, porque sabíamos cuánto dinero tenía pero no contábamos con que en la clínica le iban a pedir apoyo para otras cosas. Toda esa aventura de la primera vez me gustó porque además hice buen clic con la chica, que después nos apoyó con su testimonio, que permaneció como enganchada y agradecida con el Fondo, y eso te ayuda a seguir trabajando y estar convencida de que lo que haces está bien”.
No todos los casos que ha apoyado MARÍA son embarazos producto de violación. Oriana recuerda también a las mujeres fuertes, inteligentes, decididas, que simplemente no aceptaron mansamente el destino de tener un hijo cuando no estaban listas para ello:
“Me tocó un caso de una mujer muy inteligente que, junto con nosotras, pudo idear un proceso en el cual ella pudiera tener un aborto espontáneo para que su chavo se tranquilizara y no quisiera casarse inmediatamente, porque aunque amaba a su chavo, y sí se quería casar con él, primero quería trabajar más tiempo, ahorrar más dinero, crecer más en la empresa en donde estaba trabajando. Me impactó mucho porque dijo: ‘quiero poder escoger el vestido de boda que voy a usar porque me gusta y no porque ése es para el que me alcanza’. No soy una persona que crea necesariamente en las bodas tradicionales, pero me impactó, porque sí, en efecto: tenía derecho a escoger el vestido de novia que ella quiera. Y está trabajando para eso”.
Desde entonces, Oriana López ha seguido de cerca los casos de más de mil 600 mujeres, que desde distintos rincones del país (incluso de zonas marginales del mismo Distrito Federal), han contactado a la organización que coordina para solicitar su apoyo en el procedimiento de interrupción del embarazo. No ha sido fácil, sobre todo si 20% de quienes han recibido el apoyo del Fondo son chicas de entre 10 y 19 años de edad, y la mayoría provienen de entidades como Estado de México, Puebla, Jalisco, Querétaro y Veracruz:
“El Fondo fue fundado desde ese punto de vista, y por eso es de justicia social: porque lo que pensamos es que las mujeres del Distrito Federal tenían ese derecho a diferencia de sus connacionales. Entonces se nos hacía una injusticia; lejos de pensar en que: ‘ay, en el DF estamos muy bien’, más bien eso nos hizo visibilizar la diferencia y la injusticia que se está cometiendo con el resto de las mexicanas. Sí fue creado pensando en que las mujeres que sí tenían recursos de los estados iban a poder fácilmente viajar al DF, a diferencia de las que no los tenían. Como antes podía haber sido con Estados Unidos: que las mujeres que tenían recursos podían viajar a Estados Unidos y las que no, no iban a poder viajar. Y entonces tenían que recurrir a prácticas clandestinas que podían ser seguras o inseguras para interrumpir el embarazo”.
La red Balance: promoción para el desarrollo y juventud, es la semilla de la que nació MARÍA. Oriana, activista por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres desde que tenía 15 años de edad, cuando trabajaba como voluntaria en Mexfam, lo explica así:
“Balance es una organización progresista, feminista, y tenemos tres áreas grandes de trabajo que son: aborto, VIH y mujeres, y jóvenes. Y en el área de aborto está el programa del Fondo de Aborto para la Justicia Social MARÍA”.
TIPOS DE APOYO QUE BRINDA MARÍA
MARÍA se creó en 2009, un 28 de mayo, para que su fundación coincidiera con la conmemoración del Día de Acción por la Salud de las Mujeres, que la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) instituyó en 1987 en Costa Rica. El Fondo opera de manera directa e indirecta:
La indirecta es cuando ellas llegan directamente a los centros especializados de la Secretaría de Salud y les hace falta algo para que la atención sea inmediata, o necesitan un apoyo porque ya vienen cansadas del viaje, o llegaron tarde y tienen que pasar una noche aquí. El Fondo tiene insumos sanitarios que son requisitos para que les puedan dar el servicio, como toallas sanitarias, papel higiénico, un jugo, agua, etcétera. Entonces, para que no sea eso una limitante para que no puedan ser atendidas, el Fondo MARÍA ya los tiene ahí, y las mismas trabajadoras sociales del Centro de Salud nos hacen favor de identificar a las chicas que los necesitan y entonces se los hacen llegar”.
Pero el apoyo que MARÍA brinda a las mujeres no se limita a toallas sanitarias, jugo y papel higiénico:
También tenemos pagadas comidas para las chicas que ya llevan rato en la Ciudad y ya no tienen dinero. Nos han llegado, porque como en los hospitales federales no las atienden para la interrupción, entonces las traen rebotando varios días, algunas ya no tienen nada. Llevan, a lo mejor, días que ya han dormido en la calle, o que ya no están comiendo, no porque tengan que llegar en ayuno sino porque ya no tienen. Entonces tenemos pagadas comidas para que después del procedimiento puedan comer, y complementos alimenticios para que puedan recuperar algunos de los nutrientes que no han recibido durante todo ese tiempo. Y hospedaje cercano a la clínica para en caso de que lleguen tarde puedan hospedarse una noche y al día siguiente ir temprano a recibir la ficha, o si su casa es muy lejana, el estado al que tienen que regresar está muy lejos, que puedan tener chance de descansar una noche antes de regresarse”.
En la página web de Fondo MARÍA se establecen muy claramente sus objetivos:
–Dar apoyo financiero a mujeres que no cuentan con suficientes recursos para poder acceder a los servicios de aborto legal disponibles en el Distrito Federal.
–Dar acompañamiento a las mujeres que reciben el apoyo financiero y que así lo soliciten.
–Incrementar la conciencia sobre el derecho de las mujeres al aborto legal en nuestro país.
–Fortalecer relaciones solidarias entre mujeres que creen y defienden el derecho de otras mujeres al aborto legal.
¿SERVICIO PÚBLICOS O PRIVADOS?
Según cifras de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), desde abril de 2007, cuando la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó modificaciones al Código Penal y a la Ley de Salud de esta entidad para permitir la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación, hasta marzo de 2013 se han realizado 97 mil 562 interrupciones legales del embarazo en la Ciudad de México.
Desde el año de su fundación, 2009, cuando la Suprema Corte determinó que era constitucional la interrupción del embarazo en el DF, MARÍA ha atenido a mil 611 mujeres, de manera directa e indirecta, y funcionando como intermediario entre ellas y los servicios de salud:
“El Fondo MARÍA trabaja con varios servicios. Sí somos como un intermediario entre las mujeres y los servicios con los que ya tenemos convenios porque en el caso de los privados MARÍA realiza el pago. No trabajamos con hospitales justo porque tienen un costo para las mujeres que no son del DF, y los centros especializados tienen la ventaja de que además pueden atender a más mujeres. Lo que hacemos es darle todas las opciones a las mujeres para que tomen una decisión de cuál es el servicio que quieren. Tratamos de no decidir nosotras por ellas, a menos que identifiquemos algunas vulnerabilidades específicas y entonces decidimos el servicio para fortalecer, o la decisión o el contexto de la mujer, en caso de que los embarazos hayan sido producto de una violación, por ejemplo, para que entonces que puedan contar con un apoyo psicológico en el procedimiento. En caso de que identifiquemos que la mujer necesita un servicio privado, nos llevamos parte del costo porque somos nosotros quienes lo estamos decidiendo. En caso de que ellas sean las que deseen un servicio privado pero podrían acudir a uno público, platicamos con ellas acerca de cómo funciona el Fondo para que haya un sentido de corresponsabilidad en su proceso y también con el proceso de otras mujeres, y en ese sentido que puedan hacer un reembolso de parte o del total del procedimiento”.
Un pequeño grupo de jóvenes voluntarias teclea en las computadoras de esta oficina sui generis situada en la colonia Vista Alegre, a un par de calles de la estación del metro Chabacano. Sólo ese sonido hace de fondo a las palabras que se pronuncian a lo largo de esta entrevista. De pronto, un click se dispara de la cámara del fotógrafo, Toño Cruz. Todo lo demás es la voz de la coordinadora de MARÍA, que explica que el Fondo colabora con tres organismos privados: CIPA (Centro de Atención Integral a la Pareja), Mexfam y Marie Stops:
“Una de las características específicas es que son organizaciones y que no son servicios privados independientes sino que tienen también una labor comunitaria de información sobre anticonceptivos, una perspectiva más integral. En CIPA tienen la experiencia del trabajo con violencia y hacen la orientación desde una perspectiva feminista, entonces nos interesa sobre todo para los casos de violación. En Mexfam tienen muchos años de experiencia en salud sexual y reproductiva de mujeres; son de los últimos en entrarle a la interrupción legal del embarazo pero tienen toda la experiencia de lo demás. Por ejemplo, en el caso de que las mujeres desearan una oclusión tubaria bilateral Mexfam sería la opción porque tiene el equipo, porque tiene el personal, porque tiene la experiencia con ese tipo de atención más integral para las mujeres. Marie Stops es una organización que tiene una labor intensa de difusión y de información, y de métodos anticonceptivos. En los casos de Mexfam y de Marie Stops influye el método anticonceptivo para que las chicas puedan escoger un método e irse con el después del procedimiento. Y además tiene una ventaja muy práctica Marie Stops, que es que el proceso que pasan las chicas en la clínica es bastante expedito. En tres o cuatro horas están afuera, que a veces es una característica importante para ellas”.
–¿Cómo ayudar a más mujeres a través de MARÍA?
–Además de algunos organismos internacionales como la Fundación McArthur, MARÍA recibe distintos tipos de apoyo de organizaciones nacionales como Católicas por el Derecho a Decidir, GIRE, Andar y Equidad de Género. Pero los apoyos a veces no alcanzan para todo.
También hay donantes particulares, individuales, anónimos. Gente que aunque tiene toda la voluntad de ayudar, a veces puede y a veces no:
“Hay personas que sí están a favor del derecho a decidir, que están conscientes de que el aborto es un derecho y que es algo fundamental para el desarrollo de las mujeres en la sociedad. Entonces tenemos la opción de que donen su trabajo profesional, de que donen su tiempo, como acompañantes. Nosotros capacitamos a los acompañantes en ese sentido. Tenemos un manual de cómo hacer que el acompañamiento sea empoderante; esa es la finalidad del Fondo MARÍA: que las mujeres que acompañamos podamos ser una semilla de empoderamiento. Y también las que puedan donar, las que digan: ‘voy a donar lo que me gasto en una idea al cine, mensualmente. O ahorita, con mi aguinaldo, decidí que mil 500 pesos los voy a poner en el Fondo MARÍA’. Porque al final las causas que tienen dinero y las que tienen recursos, y no sólo económicos, son las que pueden progresar y con más fuerza. Nos interesa visibilizar que todos los ciudadanos podemos ser parte de este movimiento a favor de los derechos de las mujeres. Es como crear una oportunidad de hacer algo, una construcción de ciudadanía distinta”.
Este jueves 30 de mayo Fondo MARÍA celebra sus primeros cuatro años de acompañar a las mujeres con un cocktail y espectáculo para recaudar fondos en el Auditorio Gustavo Baz Prada de la antigua Escuela de Medicina, en República de Brasil 33, en el Centro Histórico. Los boletos cuestan $400, casi lo mismo que una ida al cine para dos personas (incluyendo estacionamiento, palomitas, refrescos y dulces). Se pueden adquirir llamado a los teléfonos 5539 1802 y 5532 5353, de la Ciudad de México, o en el correo [email protected]
Porque con 25 pesos se compra el desayuno de una mujer en los servicios públicos, con 100 se adquieren antibióticos para después del procedimiento. Con 500 se paga una noche de hotel en el DF para las mujeres que viven en los estados más lejanos, con 800 se cubre el transporte de una mujer desde un estado del centro del país, con 2 mil pesos se paga el procedimiento en un servicio privado, ninguna donación es pequeña, dice la publicidad de Fondo MARÍA.