Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).- A unas horas de concluir los dos primeros periodos de sesiones de esta legislatura, diputados y senadores se regodean por los logros obtenidos. Sin embargo, omiten decir que la mayoría de los resultados estuvieron condicionados al Pacto por México, a su agenda política y a sus desencuentros.
En su balance del primer año de sesiones -que concluye este 30 de abril-, los legisladores federales celebraron los “avances sin precedentes para modernizar las instituciones y fortalecer la economía de México”. Aplaudieron la aprobación de reformas de un gran calado en materia laboral, educativa, de telecomunicaciones y judicial.
“Éste ha sido un año parlamentario extraordinariamente rico. Creo que desde el primer periodo de la LV Legislatura no habíamos tenido un periodo tan rico, tan existencial, tan en buenos términos, con los debates y los brincos propios de una Cámara de 500 integrantes, pero creo que nos debemos sentir ampliamente satisfechos”, sostuvo el presidente de la Cámara de Diputados, el priista Francisco Arroyo Vieyra.
No obstante estos logros, poco se avanzó en los rubros de transparencia y combate a la opacidad y corrupción, tanto al interior como al exterior de los muros del Congreso. Ejemplo de lo anterior son los obstáculos que enfrentó la Comisión especial para investigar el “Monexgate” o los casos en que el PRI detuvo puntos de acuerdo para que el pleno se pronunciara por irregularidades en Tabasco o Veracruz.
En términos legislativos, los diputados tienen razones para celebrar. En estos dos periodos, se aprobaron las reformas promovidas desde el seno del Consejo Rector del Pacto por México, así como otras alejadas de la agenda política nacional.
Las cámaras de Diputados y de Senadores avalaron las reformas del sistema de contabilidad gubernamental, la Ley de Amparo, la Ley Federal de Justicia para Adolescentes, la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, la reducción del arraigo.
En un mismo año legislativo, expidieron y reformaron la Ley General de Víctimas, por fin resolvieron facultar al ministerio público a investigar las agresiones a periodistas y reglamentaron la iniciativa preferente del Presidente de la República.
Del mismo modo, reformaron la Constitución para dar transparencia y seguridad jurídica a la propiedad extranjera en playas nacionales, aprobaron reformas para favorecer los derechos de niños y adolescentes, y en materia de competitividad y fomento a las empresas.
Por estos motivos, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, José González Morfín, calificó este primer año legislativo como “muy, muy productivo”, ya que en su opinión sentó las bases de reformas constitucionales que estaban pendientes desde hacía muchísimos años y que estaban empantanados.
El Diputado del Partido Acción Nacional sostuvo que la ciudadanía verá resultados en el corto o mediano plazo, de reformas como la laboral, la educativa o la de telecomunicaciones.
“Yo espero que la sociedad comience a ver los cambios también reflejados en sus bolsillos, en su trabajo diario, en su quehacer cotidiano, cuando veamos que aumentan las posibilidades de trabajo para nuestros hijos, cuando podamos ver que mejora la calidad educativa sustancialmente, cuando gracias a que haya mejor competencia podamos tener mejor calidad en nuestros servicios de telefonía celular, de internet”, señaló González Morfín.
En el mismo sentido, el coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones, aseguró que con estos logros legislativos, la Cámara de Diputados ha consolidado las bases de la modernidad y la certidumbre jurídica en el país.
“Sobre la base de estas reformas legislativas, México ha abierto un ciclo de modernización con certeza jurídica, el cual además amplía las capacidades internas y habrá de afianzar la inserción exitosa de México en el ámbito internacional”, indicó el líder parlamentario.
PACTO POR MÉXICO
El Pacto por México jugó un papel central en el primer año legislativo para la aprobación de temas históricamente rezagados, como las reformas educativa y en telecomunicaciones, pero no siempre fue positivo.
El panista José González Morfín reconoció que gracias al Pacto, se pudo avanzar en reformas estructurales fundamentales, “creo que cuando se haga el recuento, cuando se haga el balance de lo que fue este primer año de ejercicio constitucional, los diputados podemos decir que hemos cumplido”, puntualizó.
Pero no todos los legisladores compartieron su optimismo, por el contrario fueron muchas las voces, tanto perredistas como panistas, que consideraron los acuerdos partidistas un obstáculo para transitar en la agenda legislativa propuesta por los propios diputados y senadores.
El Diputado del PRD, Javier Orihuela García, consideró poco serio que la mesa del Congreso se haya atiborrado con un gran cúmulo de iniciativas emanadas del Pacto, para aprobarlas “al vapor”, sin el suficiente análisis y sin discusión.
“Existe la sensación de que la Cámara de Diputados y todo el Poder Legislativo se encuentran secuestrados por otro u otros poderes. De otro modo no se explica por qué, si era previsible la inconformidad que generarían reformas como la laboral, la educativa y otras, se obstinaron en aprobarlas”,puntualizó.
Por el contrario, el también perredista Luis Espinosa Cházaro, consideró benéfica la aportación del acuerdo político. Las cuales se consensaron en el seno de los partidos políticos y luego se enriquecieron en ambas cámaras del Congreso.
“Hay aquellos que dicen que el Pacto ha suplantado la materia legislativa, yo no lo veo así, a mí me parece que el Pacto ha enviado los temas que son importantes para el país, y no podríamos argumentando algunas otras situaciones que plantean que no tendrían que darse porque vienen de Pacto”, indicó el también secretario de la comisión de Energía.
Si bien es cierto que el PAN impulso todas las iniciativas enviadas por el pacto político, también lo es, que los temas electorales motivaron a los panistas a amagar constantemente con “paralizar”algunos temas importantes del acuerdo con el Gobierno Federal.
Tanto senadores como diputados del blanquiazul –principalmente aquellos que pertenecen al ala “calderonista”-, cuestionaron a lo largo de este periodo legislativo la conveniencia de aprobar al PRI todas las reformas presentadas, permitiendo que el Presidente Enrique Peña Nieto capitalizara todos los éxitos políticos.
Ernesto Cordero y Javier Lozano en el Senado, así como Maximiliano Cortázar, en Diputados señalaron que su partido perdía muchos activos políticos al aprobar sin restricciones las medidas del Pacto por México, y advirtieron constantemente a su líder nacional, Gustavo Madero, que el PRI-Gobierno no era confiable.
Aparentemente el tiempo les dio la razón, pues en cuanto los aires electorales se hicieron presentes en el escenario político, inmediatamente la dirigencia nacional del PAN tuvo que endurecer su posición con respeto a las reformas estructurales.
“El PAN ve con preocupación la intención de consolidar la regresión a las viejas prácticas, pues los hechos ocurridos en Veracruz, que aún no cuentan con una sanción de ningún tipo, y el uso electoral de la Cruzada Contra el Hambre nos llevan a pensar que ni para el PRI ni para sus gobernadores, en especial Javier Duarte, es importante mantener un país democrático y transparente”, afirmó el Diputado Federal Maximiliano Cortázar, ex coordinador de Comunicación Social en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón.
PARA MEJORES TIEMPOS
Pese a las coincidencias para avalar parte de los compromisos del Pacto por México, en la Cámara de Diputados existen dos temas que se quedarán en el tintero, porque nunca lograron generar acuerdos, son la reforma para dotar de mayores facultades al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, y la elección del consejero faltante del Instituto Federal Electoral.
Ambos asuntos fueron detenidos por un bloque de diputados de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, quienes se quejaron de intentos del PRI por mantener control político sobre dos instituciones que deberían ser autónomas y alejadas de la repartición de cuotas partidistas.