Ciudad de México, 25 abr (SinEmbargo).- Cuando el hijo de James Brolin, el también famoso actor de nombre Josh, estuvo a punto de casarse con la actriz inglesa Minnie Driver, se corrió el rumor en la prensa rosa estadounidense de que la suegra postiza de la muchacha, Barbra Streisand, se quería meter en todo, desde elegir el vestido de novia hasta diseñar la gran fiesta de bodas.
Incluso, llegó a decirse que el motivo de la separación entre Josh y Minnie fue precisamente la personalidad invasora de la legendaria cantante.
El tiempo demostró que en lo que hace a romances, las cosas suelen ser mucho más complejas para Josh Brolin, a quien su esposa, la hermosa y talentosa Diane Lane le pidió el divorcio (después dijeron que se separaban en forma amistosa, aunque en Hollywood se habla de maltratos por parte de él), luego de ocho años de matrimonio.
Pero que Barbra es una señora mandona, eso que ni qué. Tal vez mandona no sea la palabra adecuada para esta mujer que a base de un talento inconmensurable supo abrirse paso en un camino intrincado, diseñado para los hombres.
Con un aspecto físico distinto al estereotipo de rubia despampanante y tonta que suele albergar la industria del cine estadounidense, Streisand fue protagonista taquillera, productora exitosa y cineasta de Oscar.
Como cantante, su voz prodigiosa la ha hecho pasar a la historia y como artista global, cuando acaba de cumplir 71 años el pasado lunes, podría decirse que pocos artistas podrían ocupar su trono aunque más no sea por un ratito.
Pero ella es mandona. Así lo ha admitido al recibir el Premio Charles Chaplin de la Film Society del Lincoln Center, en Nueva York, como honra a su prestigiosa carrera cinematográfica.
“Siempre han dicho de mí que soy mandona y contestona. Supongo que es verdad”, dijo divertida la actriz y cantante, en un acto al que acudieron Liza Minnelli, Pierce Brosnan, Michael Douglas y el ex presidente Bill Clinton, quien le entregó el galardón.
HERMOSA A LOS 71
Barbra Streisand, que ha ganado el Grammy, el Oscar, el Emmy y el Tony, los cuatro grandes premios del mundo del espectáculo, se mantiene hermosa a los 71, entre otras cosas gracias al limón y a su marido James Brolin, según declaró.
A sus 71 años, llama la atención por sus manos perfectamente cuidadas, por su melena rubia y un maquillaje que le da una apariencia natural, muy lejos de aquellas que, incluso con menos edad, eligen pintarse como una puerta.
Streisand no ha tenido reparos en dar a conocer a una revista los secretos de su belleza en cuya lista aparece el limón, un astringente natural de la piel, que reduce las manchas de la cara y de la edad, aclarando el color de codos y rodillas.
Todas las noches se aplica una crema facial Gale Hayman, que no cuesta más de 8 euros y sigue una dieta equilibrada, muy importante para una mujer que intentó varias veces hacer actividad física pero nunca lo logró.
“Abandoné todas mis clases de yoga, Pilates y aerobic”, admitió Barbra. Dice también que nunca se vio obsesionada por su físico, que ama la comida y que cuando inició su carrera en Hollywood “se usaban las curvas, no estar tan delgadas como están las chicas ahora”.
Streisand nunca se ha hecho cirugía estética, pero ha recurrido al injerto de grasa facial, un sistema que extrae grasa de los muslos para rellenar las arrugas del rostro.
Hay otro secreto, pero ese no puede ser compartido: la belleza de la septuagenaria Barbra Streisand encuentra su origen en el amor que le profesa su guapísimo marido, el actor James Brolin.
Se conocieron en 1996 y se casaron en 1998 en Malibú. En una entrevista concedida al diario Los Ángeles Times, Streisand explicó que antes de que su marido entrara en su vida había abandonado la idea de volver a tener una relación seria.
“Tenía tanto éxito que pensaba que, a lo mejor, no podía tenerlo todo”, declaró entonces la actriz y/o directora de películas como Funny Face, Tal como éramos, Yentl y El príncipe de las mareas.
Al recibir el Premio Charles Chaplin, Barbra Streisand reveló que el cine siempre fue su vocación, una declaración sorpresiva para quien ha tenido tantos logros en la música.
“Siempre quise escapar de la realidad y ser actriz era mi manera de hacerlo. Agradezco a Dios que me diera esta voz que me abrió las puertas de la actuación. Aunque debo decir que el cine me falló algunas veces, la música nunca”, manifestó.
