Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).- Dos entradas en blanco, con un "pasaporte" y un hit permitido fue el saldo del lanzador Édgar Isaac Arredondo, trabajo que distara de ser regular, de no ser porque se convirtió en el abridor más joven en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol.
Mientras la mayoría de los jóvenes por cumplir 16 años se terminan de adaptar en el bachillerato, o busca algún trabajo para ayudar a su familia, el nativo de Navolato (Sinaloa) vio recompensado su sacrificio de dejar su hogar a temprana edad.
Édgar porta el No. 47 de Tigres de Cancún, mide 1.92 metros de altura y debutó contra Guerreros de Oaxaca en el triunfo de 2-1, el mismo que inició el pasado 18 de abril con 15 años, 11 meses y tres días de vida.
No se pudo adjudicar la victoria que todo lanzador desea desde su primer subida al montículo, pero seguramente si quedó con la pelota del triunfo, ese souvenir especial con el que todo beisbolista soñó desde chico.
"Por la mañana (del jueves) me habló el gerente del equipo y me dijo que yo iba a ser el abridor, sentí un vacío en el cuerpo, una impresión grande. Es muy bonito, doy gracias por haber sido el abridor. Sentí como cuando en la escuela había un examen sorpresa, no me lo esperaba" dijo el joven.
Arredondo Guzmán superó la marca de Dennis Reyes, quien había debutado a los 16 años. "Gracias a Dios se me presentó el talento para jugar beisbol y estamos aprovechándolo desde lo más temprano que se puede para poder seguir trabajando fuerte y poder ser alguien importante en este medio", dijo.
El lanzador derecho ostenta una recta que ronda las 90 millas, pero el gusto por buenos pitchers ya lo tiene integrado, pues reconoció que Greg Maddux y Bravos de Atlanta son su lanzador y equipo favorito.
Las historias de éxito ya han comenzado para el ex-integrante de la selección mexicana del Mundial Sub-15, pues sin cumplir los 13 años ya lanzó un juego sin hit ni carrera en el Torneo Distrital contra la Liga Humaya.
En el debut del serpentinero seguidor de Tigres y Tomateros de Culiacán del beisbol mexicano, hubo scouts de equipos de Grandes Ligas interesado en el desempeño del joven lanzador, quien optó por hablar con pies en la tierra para no adelantarse.
"Mis sueños son, primero que todo, tomar la oportunidad de ir a Estados Unidos y luego ser alguien establecido, estar en una rotación o de relevo, espero seguir jugando y dejar mi nombre grabado allá (Grandes Ligas)", comentó Arredondo.