Ciudad de México, 21 de marzo (SinEmbargo).- La violencia no disminuye si se le oculta o se le maquilla, coinciden panistas sobre las balaceras, secuestros y extorsiones que asolan a diferentes regiones del país.
Aunque el gobierno de Enrique Peña Nieto no informe periódicamente sobre el tema, y evite la apología de la violencia, como diría en enero el subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez, la violencia ahí está, incluso más cruda, asegura el dirigente estatal del PAN en Coahuila, Carlos Orta.
“Ocultan cosas que eran antes del conocimiento del ciudadano, no dudo que estén ocultando más ‘levantones’. Acá en Saltillo los secuestros, los ‘levantones’ y la extorsión han sido decenas por día. Hay amenazas contra periódicos y estos han optado por no publicar tanto del crimen organizado. Hay mucha gente con cercanos y familiares levantados, son cosas que se ocultan y ya eso es una estrategia nueva”, lamenta Orta, quien vive en una de las regiones del país más castigadas por la violencia.
La estrategia contra la inseguridad es la misma del gobierno calderonista, sin elementos que parezcan nuevos, dice por su parte el Senador panista José Luis Preciado.
“La cantidad de muertos es exactamente igual a la del sexenio pasado porque la estrategia no ha cambiado, el Ejército y la Marina siguen en la calle, la Gendarmería no se ve para cuando, no hay un plan diferente al planteado por Felipe Calderón. La diferencia es que no sale el ‘ejecutómetro’ y ya no existe la nota roja en la televisión y le ponen más atención a la detención de Elba Esther Gordillo y las ejecuciones siguen. Ayer quemaron un bar en el estado de México, siguen los levantones en todo el país, el pago de derecho de piso de Michoacán a Laredo es a grado tal que la gente ya comienza a autoarmarse y eso puede llegar a implosionar de manera importante, si no se hace algo más allá de la estrategia del sexenio”, comenta el legislador.
Los resultados contra la inseguridad comenzarán a verse al primer año de su gobierno, prometió ayer el Presidente Enrique Peña Nieto en Roma, Italia, en conferencia de prensa.
Es demasiado tiempo, considera el ex Subprocurador de la Procuraduría General de la República, Jorge Lara.
“Muchas regiones no aguantan un año, urgen de una solución”, dijo a SinEmbargo. La tardanza se traduce en pérdida de vidas humanas, agregó.
“Ojalá esta conciencia de la dimensión de la problemática los obligue a hacer modificaciones de elementos de su presunta estrategia, ojalá que ajusten elementos, el país requiere resultados en menos de un año”.
VIOLENCIA CRECIENTE
De acuerdo con SinEmbargo, el 19 de marzo de este año fue uno de los días más violentos del actual sexenio. Balacera en Coahuila, agentes federales asesinados en Ciudad Juárez, atentado contra un ex alcalde de Michoacán y una matanza en el Estado de México.
Es algo de lo que sabe el dirigente estatal del PAN en Coahuila, Carlos Orta.
Al panista radicado en Saltillo le tocó el año pasado estar cerca de tres balaceras, de esas donde es necesario tirarse al suelo para evitar las balas perdidas. La violencia en su estado no se ha reducido, y la estrategia de mantener al Ejército y a la Marina en las calles es la misma a la del gobierno calderonista, pero ahora se oculta información, afirma.
Incluso, la información de la balacera del martes ocurrida en Monclova fue difundida en redes sociales, pero por el lado oficial nada, dice, y tener datos es algo que puede resultar vital para evitar acercarse a la zona de conflicto, apunta.
De acuerdo con lo que comparte, su estado es un polvorín, dominado por el crimen organizado en diferentes niveles. Está la disputa entre los grupos criminales del Cártel de Sinaloa y los Zetas. Reconoce que estos últimos han sido debilitados por el gobierno de Rubén Moreira, algo que no fue capaz de hacer el anterior gobernador, Humberto Moreira. Pero la violencia persiste.
“Vemos gente atacando, policías muy infiltrados, muchos faltan de pasar la prueba de control, unos han sido dados de baja. Todo depende mucho del lugar, vemos zonas muy minadas como la región carbonífera, Piedras Negras y Acuña están casi sin ley, es principalmente eso. Los "levantones" ocurren mucho en La Laguna pero son por las pugnas de los grupos; en otras regiones la finalidad (de los secuestros) es captar recursos monetarios para sus acciones. Hay diferentes formas de operar como rescatar a presos de las cárceles para meterlos a sus filas. Está presente todo tipo de violencia” dibuja la situación del estado.
En cuanto a la información, ésta debe buscarse en las redes sociales. Los gobiernos municipales, el estatal y el federal se han puesto de acuerdo para esconderla, asegura.
“Clarísimo que hay una estrategia que ha bajado a los tres niveles de gobierno, han sido opacos, han querido ocultar sucesos fuertes, lo que vemos ahora es una línea que viene del gobierno central”, señala.
En Colima, la situación se ha tornado preocupante, dice por su parte el senador Preciado. La entidad suma más de 100 muertos este año por causas atribuibles a violencia de la delincuencia organizada.
La droga entra y sale por el puerto de Manzanillo, por lo que es una región clave y en disputa por los grupos criminales de la Familia Nueva Generación y los Templarios, quienes suben por Michoacán.
“Lo peor de todo esto es que no se ve solución a corto plazo ni interés del gobierno federal”, dice el legislador.
En Zacatecas, donde Preciado es delegado panista, la situación es más compleja y la dosis de violencia mayor.
La entidad está en el llamado Triángulo Dorado, colindante con Sinaloa, Durango y Coahuila y con salida a Nuevo León y Jalisco. Primero fue dominada por el Cártel del Pacífico, pero los Zetas son los que ahora gobiernan.
“Han complicado bastante la manera de vivir de la gente con balaceras, con el cobro de piso que hasta boleros y taxistas pagan, así como los grandes negocios, es una situación invivible, la gente ni va, eso ha pegado al estado de manera grave”.
Como en Colima y como en todo el país no ve una estrategia clara o diferente del Gobierno Federal en contra de la inseguridad. Porque no cree que el gobierno debiera retirar al Ejército de las calles o incluso decir qué hará a futuro, pero ni siquiera nota que esté generando una estrategia, con excepción del tema de la gendarmería, un tema “mal hecho” que consistirá en convertir en policías a soldados.
El fenómeno de la falta de estrategia y ocultamiento de información no sólo es local, se replica a nivel federal.
Así lo ve por su parte el ex Subprocurador jurídico de la Procuraduría General de la República, Jorge Lara.
Se oculta información, pero lo más grave es no ver aún una estrategia. Las ejecuciones siguen, calcula alrededor de dos mil entre el primero de diciembre de 2012 y el 20 de marzo de 2013.
Acusa un relajamiento en la coordinación entre estados y gobierno federal y a diferencia de lo que ocurría en el gobierno de Felipe Calderón, en la actual administración ya no se informa periódicamente sobre la depuración de los cuerpos policíacos.
Reconoce el énfasis del gobierno de Peña Nieto en la prevención, pero en la atención no se han tomado medidas para disminuir la violencia o atacar la raíz de la delincuencia organizada.
“Está bien que haya prevención pero es una medida a mediano y largo plazo”.
La violencia avanza como lo reflejan las ejecuciones en el Distrito Federal, similares a las que se registran en Acapulco, Guerrero y Ciudad Juárez, Chihuahua, o la reciente quema de un bar en Los Reyes La Paz, en el estado de México, por negarse a pagar al crimen organizado una extorsión para operar.
Defiende la estrategia seguida por el gobierno calderonista en Acapulco para abatir la violencia en Acapulco con “Todos somos Acapulco” y la cual no siguió.
“Ahora es el sitio número dos de riesgo en el mundo”, lamenta.
“Este gobierno tuvo varios meses de transición y pareciera que inició de cero”, critica.
Tampoco se ve una propuesta en materia de combate al lavado de dinero.
“Lejos de ir contra los grupos criminales se usa en términos de orden sindical y político”, dice en alusión al caso de Elba Esther Gordillo.
Reconoce que el manejo de cifras es complejo. “Es difícil categorizar los homicidios”. Pero eso no justifica esconder la cabeza como avestruz, como ha hecho el actual gobierno, acusa.
Cuestionado sobre si la violencia ha puesto sus reales en estados priistas, cuidadoso, responde que el crimen organizado está en entidades gobernadas por los tres principales partidos. Pero sí ve un deterioro acelerado en entidades gobernadas por el PRI. Se refiere a Veracruz, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León.
SIN EXPECTATIVAS
Los primeros 100 días del gobierno de Enrique Peña Nieto no han mostrado una política diferente a la empleada por el gobierno anterior, considera la coordinadora del programa Comunidades Seguras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Nelia Tello Peón.
“Yo creo que esto de los 100 días es un corte y da una idea de hacia dónde se va, pero hasta ahora aquí no ha habido nada contundente. En realidad las políticas de inseguridad más que terminar atienden la inseguridad, y al atenderlas no inciden en romper el ciclo de violencia, inseguridad y miedo”.
El Programa Nacional de Desarrollo podría incluir medidas nuevas, considera la investigadora, aunque reconoce que tiene pocas expectativas que se haga algo diferente, ya que atender la inseguridad requiere hacerlo con las desigualdades económicas y sociales, algo que no parece estar en el interés del nuevo gobierno.
Para el senador Preciado la estrategia debe contener un mayor uso de inteligencia, una de las omisiones del gobierno de Felipe Calderón.
“Uno de los errores de Calderón fue no generar un sistema de inteligencia para saber quién vende, compra y distribuye, no sabemos quién compra armas; mientras no haya un sistema de inteligencia no podemos resolver el problema de fondo”.
Por su parte el ex Subprocurador Jorge Lara concluye que una estrategia que oculta la realidad no la enfrenta ni genera mecanismos de trabajo.
Cuestionado sobre las críticas que recibió el gobierno calderonista por su estrategia de combate a la delincuencia que dejó miles de víctimas y desaparecidos, Lara la defiende.
“Toda obra es perfectible”, y recuerda que cuando a los críticos de la estrategia se les preguntaba cuál otra se podía usar, nadie respondía.