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Pedro Mellado Rodríguez

24/01/2025 - 12:04 am

La guerra Vs. Claudia será más tenaz y grosera

"Una red de organizaciones, agencias e industrias estadounidenses financian medios de comunicación en México y América Latina como parte de la guerra judicial, mejor conocida como lawfare, emprendida por la derecha para difundir a la opinión pública causas judiciales manufacturadas para atacar a gobiernos progresistas".

Una guerra soterrada, de baja intensidad pero tenaz, persistente y perversa ya está en marcha, preparando el terreno para tratar de desestabilizar al gobierno de México, con el propósito de que, por fin, lleguen los “gringos”, y se haga realidad el sueño americano de muchos estadounidenses mexicanos nacidos de este lado del Río Bravo, que sueñan con que un sujeto bárbaro, grosero e incivilizado como Donald Trump, se convierta en el campeón de una derecha que pretende rescatar “sus instituciones”, las que históricamente ha utilizado solo en su provecho, y recuperar sus privilegios. Es una guerra de baja intensidad, que combina medios políticos, económicos, de manipulación informativa y amenazas militares.

Punta de lanza de esa guerra facciosa sigue siendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que durante los siguientes siete meses, hasta que tomen posesión en septiembre los nuevos ministros que se elijan en junio, seguirá encabezada por la ministra Norma Lucía Piña Hernández. Ese poder perverso seguirá buscando los medios jurídicos, legales o ilegales, justos o de la naturaleza que sea, para tratar de meterle zancadilla a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y buscar su descrédito, descalificación y, si se puede, hasta su potencial destitución del cargo, utilizando una herramienta que en las últimas décadas ha servido para defenestrar a mandatarios incómodos, que no se han ceñido a los caprichos de las oligarquías de derecha.

Más encumbrada que nunca, la oligarquía estadounidense, que suma un desmesurado poder económico y político, en torno al presidente Donald Trump, será el apoyo más decidido que reciban los grupos de derecha que gravitan en torno a la oligarquía criolla que pretende seguir mandando en nuestro país.

Ya hubo un intento para comprometer a la presidenta Sheinbaum Pardo. En octubre del 2024 la titular de un juzgado de distrito de Veracruz, Nancy Juárez, acusó de desacato a la mandataria del país por negarse a eliminar del Diario Oficial de la Federación la ya promulgada y constitucionalmente vigente reforma al Poder Judicial que entró en vigor el lunes 16 de septiembre del 2024.

Una red de organizaciones, agencias e industrias estadounidenses financian medios de comunicación en México y América Latina como parte de la guerra judicial, mejor conocida como lawfare, emprendida por la derecha para difundir a la opinión pública causas judiciales manufacturadas para atacar a gobiernos progresistas, expuso Silvina Romano, Coordinadora del Observatorio Lawfare, una organización que da seguimiento a la guerra judicial en América Latina, en la entrevista publicada el viernes 8 de noviembre del 2024, realizada en el programa Los Periodistas, de SinEmbargo Al Aire.

El Observatorio Lawfare que coordina Silvina Romano, investigadora de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, advierte que América Latina es hoy, más que nunca es un espacio en disputa y de tensiones políticas que buscan ser dirimidas en el campo de lo jurídico, para ello el lawfare, o la guerra judicial, se ha empleado hasta alcanzar procesos electorales y aparatos financieros, incluyendo por momentos el libreto de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, como sucede en la controversial relación actual entre los gobiernos de Estados Unidos y México. Se trata, explicó la investigadora, de un proceso de largo aliento que supera la instrumentalización del aparato judicial con fines políticos.

La derecha en México fracasó en su intento de eliminar de la vida política al expresidente Andrés Manuel López Obrador a través de una guerra judicial, mejor conocida como lawfare. Ahora, tras su retiro, la oposición concentrará sus fuerzas para tratar de deslegitimar a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, señaló en SinEmbargo.mx, en entrevista publicada el sábado 9 de noviembre del 2024, Aníbal García, investigador del Observatorio Lawfare, institución que se dedica a estudiar los golpes de estado que por la vía jurídica se han perpetrado contra mandatarios latinoamericanos que son incómodos para el gobierno de Estados Unidos.

Silvina Romano habló sobre cómo se va manufacturando un consenso para generar un relato en contra de determinados sectores de la política: “Los gobiernos no pueden, no deben incidir en la libertad de prensa, pero la Embajada estadounidense sí, pero las grandes corporaciones que están vinculadas a medios de comunicación como CNN, como Bloomberg sí pueden interferir nada más y nada menos que en la política interna de nuestros países a través de causas judiciales espectacularizadas y donde estos periodistas han emitido sentencia de culpable contra determinados políticos y sectores de la política mucho antes del debido proceso judicial”.

Esta estrategia tiene mucho que ver con los rumores que se vuelven verdades, en un mundo en el cual la verdad dejó de ser relevante para muchos periodistas y medios ligados al poder económico y político, que actúan por consigna, atribuyendo a algunos mandatarios actos de corrupción y relaciones peligrosas con organizaciones delictivas que no son probadas en los hechos concretos.

La investigadora de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, señaló en entrevista con SinEmbargo que, en México se preparaba el terreno para esta embestida judicial contra la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. El primer paso, expueso, fue el intento de acusarla de “desacato” al que podrían seguir otras causas, algo que ya ha sucedido en otras regiones de América Latina.

En su plataforma oficial, el Observatorio Lawfare, que tiene su sede en Argentina, describe el fenómeno.

“El lawfare es una guerra política por la vía judicial-mediática, con intereses económicos, políticos y geopolíticos. Incorpora jueces, corporaciones de la comunicación, periodistas y líderes de opinión, policías, embajadas y agentes de inteligencia (locales y extranjeros). Se caracteriza por el abuso de prisiones preventivas, delaciones premiadas y veredictos antes del debido proceso judicial, mediante acoso y desmoralización a través de medios de comunicación. Incluye allanamientos de locales políticos y hogares de militantes, persecución y amenaza a familiares, situaciones de exilio y refugio político, manipulación y propagación de miedo en los involucrados en determinados procesos políticos”.

Explican los investigadores del Observatorio Lawfare: “Esta guerra opera ‘desde arriba’, por medio de un aparato judicial que se ‘eleva’ por encima del Poder Legislativo y del Ejecutivo, ampliando el margen de maniobra y poder para los jueces, contribuyendo a una pérdida de equilibrio entre poderes, permitiendo una creciente juristocracia y normalizando en muchos casos el doble rasero de la ley”. ¿Tiene para ustedes algún sentido esta idea, con respecto a lo que vemos en México?

El encumbramiento del aparato judicial y la selectividad en los casos judiciales, se articula con un rol protagónico de los medios de comunicación, que operan para la pronta criminalización de sectores o líderes políticos. Esta dinámica se alimenta con voces de especialistas, muchas provenientes de centros de pensamiento de expertos de Estados Unidos, que tienen fuerza de verdad y eco en los principales de medios y redes sociales.

Frente al empoderamiento político de los megaricos que ahora aconsejan al presidente estadounidense Donald Trump, tiene mucho sentido la siguiente observación del Observatorio Lawfare: “Es llamativo el rol de agencias de gobierno e intereses del sector privado estadounidense involucradas tanto en los procesos judiciales como en los resultados y eventos posteriores a los mismos, que muestran la instrumentalización del aparato judicial-mediático a favor de objetivos económicos, políticos y geopolíticos foráneos, que comparten intereses y negocios con minorías privilegiadas locales”.

El proceso de lawfare no se limita a la persecución contra partidos políticos y sectores vinculados al progresismo o a proyectos populares y nacionales, sino que avanza también contra la protesta social, exacerbando la criminalización de la militancia y la política, en una apuesta por salvar o fortalecer al neoliberalismo, la tecnificación de la política, la despolitización del Estado y el reforzamiento de sus aparatos represivos.

En política, la ingenuidad es un pecado grave. En México está incubado el huevo de la serpiente y sigue latente la amenaza de un Poder Judicial faccioso que desde las sombras sigue siendo un instrumento de la insidia, la discordia y de un eventual golpe de estado jurídico contra el gobierno de la Cuarta Transformación, que tiene el apoyo mayoritario del pueblo y se mueve en la certeza juarista de que el triunfo de la reacción, de la derecha, es moralmente imposible.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante cinco décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y medios digitales. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace cuatro décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Tiene estudios de derecho por la Universidad de Guadalajara y durante una década fue profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara. Es autor del libro Las Naves Nodrizas de la Comunicación y el Periodismo (Taller Editorial La Casa del Mago, Guadalajara, 2022).

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