Francisco Ortiz Pinchetti
10/01/2025 - 12:03 am
Primer informe
"Es difícil encontrar signos claros que diferencien al gobierno de Sheinbaum Pardo del de su antecesor, ni siquiera en el estilo personal".
Para Jaime García Chávez, con mi admiración, en su 80 cumpleaños.
Al cumplir este 10 de enero sus primeros 100 días de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo opta por seguir los pasos de su antecesor y ofrece de hecho un “primer Informe” de Gobierno. Andrés Manuel rindió a lo largo de su sexenio algo así como 23 “informes”, pues no se limitó al cumplimiento de su obligación constitucional de informar al Congreso de la Unión sobre el estado que guarda la administración pública de la Nación, sino que halló el uso de ese recurso para fines abiertamente propagandísticos, inclusive con intenciones electoreras.
Es bien poco hasta ahora lo que puede considerarse un estilo propio de la primera Presidenta de México, ya que no se ha diferenciado básicamente del que mostró el tabasqueño durante casi seis años. Ella ha seguido puntualmente, acaso con alguna diferencia de horario y duración, el esquema de las conferencias de prensa matutinas.
Las “mañaneras”, a las que ahora llama “del pueblo”, observan un esquema similar en este y el anterior gobierno. Se mantiene la participación preferente y la utilización de supuestos “reporteros” para hacer las preguntas a modo que convengan a la mandataria. Acaso han disminuido en frecuencia las agresiones abiertas contra la prensa independiente y los comunicadores críticos, lo que no es poco importante. Se mantiene inalterable el sentido propagandístico de esas sesiones, con la utilización de medios y recursos públicos para fines de promoción personal y partidista.
Las evasivas sobre temas delicados o comprometedores siguen siendo una constante, con la diferencia de que Sheinbaum Pardo no tiene la misma habilidad o cara dura para mentir que su antecesor y por lo tanto se le notan más los engaños. Ella opta, como en la canción de Joaquín Sabina, por negarlo todo. Cualquier cuestionamiento es falso. “Eso no existe”, responde sin más.
Las giras de fin de semana responden a una estrategia muy similar a las de AMLO, con el matiz durante ellas de recalcar los postulados y supuestos logros de la autollamada Cuarta Transformación, y su “segundo piso”, si acaso con una continua y demagógica alusión al “pueblo” como objeto, motivo y de hecho autor de todas las acciones de gobierno. “El pueblo manda”, repite.
En cuanto a las acciones de gobierno, por cierto, las más importantes han estado alineadas a los objetivos, planteamientos y sentido heredados por López Obrador, particularmente en el caso de las 16 reformas constitucionales que dejó encargadas a su sucesora y que han sido llevadas a cabo una tras otra con el uso de la mayoría gandalla en el Congreso. Esta fidelidad absoluta --evidenciada además con el hecho de que la mitad de los integrantes del actual gabinete presidencial lo eran en el gobierno anterior--, es particularmente notable en el caso de la llamada reforma al Poder Judicial, que en realidad es su desaparición como entidad autónoma integrante del Estado Mexicano. También se consumó la criminal eliminación de los organismos autónomos como el INAI, que permitían una vigilancia permanente sobre acciones del Ejecutivo y el acceso de los ciudadanos a la información pública, otro legado del lopezobradorismo.
No ha habido por supuesto en estos 100 días una sola crítica, cuestionamiento o alusión negativa al primer gobierno encabezado por Morena, a sus proyectos fallidos, a sus funcionarios incapaces, a su corrupción evidente en la contratación directa y sin concurso de obra, a sus omisiones y dislates. Nada. “Ya déjenlo en paz”, pidió Claudia los medios en noviembre pasado, ante su insistencia en la injerencia del ex presidente López Obrador en la reelección de Rosario Piedra como presidenta de la CNDH.
También sigue puntual los pasos de Andrés Manuel en fincar la popularidad de su gobierno, y la personal suya, en los programas sociales que de hecho le dieron el triunfo en las pasadas elecciones presidenciales. Sheinbaum Pardo mantiene por supuesto los programas sociales del Gobierno anterior y ha lanzado otros nuevos para entregar pensiones a mujeres de entre 60 y 64 años, atención médica a domicilio y más becas en educación básica. Dedica a este rubro según el Presupuesto de Egresos 2025, un billón 113 mil millones de pesos, lo que representa un incremento del 2.3 por ciento con relación al año anterior.
Quizá el único cambio aparente con respecto al pasado inmediato es en la estrategia de combate al crimen organizado, con el supuesto abandono de la política de “abrazos y no balazos”. Es difícil sin embargo el poder discernir entre un cambio de estrategia razonado, planeado y ejecutado como tal y una respuesta de emergencia de la violencia desbordada en el país que afecta ahora a regiones hasta hace poco libres de este flagelo. Hay que considerar que durante este periodo inicial de poco más de tres meses se han registrado según cifras oficiales más de siete mil homicidios dolosos en el país, lo que significa un promedio de 71 cada día.
Otro aspecto negativo de su todavía incipiente mandato ha sido su actitud autoritaria ante los millones de mexicanos que no votaron por ella y difieren del dogma cuatroteista en general, y particularmente frente a la disminuida oposición formal, a la que simplemente ignora. No hay diálogo y menos conciliación, acuerdo. La suya es la verdad única, porque es “la verdad del pueblo”. Y punto.
Un elemento que ha marcado sin duda el arranque del gobierno de Claudia es la la victoria electoral y las amenazas de Donald Trump, el inminente Presidente de los Estados Unidos por segunda vez. La respuesta de la Presidenta mexicana a las bravuconadas del colorado no han sido precisamente afortunadas.
Envolverse como respuesta en la bandera Nacional e invitar a los mexicanos a entonar el Himno Nacional, sólo habrán provocado una sonora risotada del próximo mandatario estadunidense. Tampoco debe haberse sentido desmentido en su afirmación de que México está “esencialmente” dirigido por los cárteles de la droga, con la ocurrente afirmación, que pareció chascarrillo, de que al presidente Trump lo mal informaron. “Con todo respeto –dijo-- yo creo que le informaron que en México todavía gobernaba Felipe Calderón y García Luna, pero no, en México gobierna el pueblo”.
Igualmente ha sido lamentable la postura mexicana frente a la consumación del fraude electoral y la violación de los derechos humanos en Venezuela, al darle un tácito apoyo a Nicolás Maduro, que este viernes 10 de enero renovará otra vez su dictadura. “En el caso de Venezuela, irá un representante (de México) a la toma de protesta, pero no vemos por qué no deba ser así, le corresponde a las y los venezolanos, no a México, definir”, declaró en su conferencia matutina del lunes pasado.
En suma, es difícil encontrar signos claros que diferencien al gobierno de Sheinbaum Pardo del de su antecesor, ni siquiera en el estilo personal. Ella llega a sus primeros 100 días siguiendo un cartabón que parece concebido de antemano, inalterable. La absoluta incondicionalidad a López Obrador es hasta ahora el rasgo más notable de su joven mandato. Válgame.
DE LA LIBRE-TA
MISIÓN CUMPLIDA. El “cachirul” Ulises Lara López, se despidió como encargado del despacho de la Fiscalía General de Justicia de CDMX. Se va con la satisfacción de haber actuado de manera incondicional a favor de los intereses políticos de sus jefas, a costa de vulnerar la autonomía del órgano que fue indebidamente puesto a su cargo. Misión cumplida, sí.
@fopinchetti
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.
más leídas
más leídas
opinión
opinión
10-01-2025
10-01-2025
10-01-2025
09-01-2025
09-01-2025
09-01-2025
09-01-2025
08-01-2025
08-01-2025
08-01-2025
destacadas
destacadas
Galileo
Galileo