Israel dice compartirá pequeño excedente de sus vacunas contra la COVID-19 con otros países amigos

23/02/2021 - 7:22 pm

Aunque Israel no es productor de vacunas, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu se movilizó para asegurar las suficientes para inocular a los 9.3 millones de habitantes de su país en acuerdos con Pfizer y Moderna. En aproximadamente dos meses, la mitad de su población ha recibido dosis contra la COVID-19, una de las tasas per cápita más altas del mundo.

Jerusalén, 23 de febrero (AP).— Luego de un rápido arranque de su campaña de vacunación, Israel anunció el martes que ha decidido compartir un pequeño excedente de sus vacunas contra el coronavirus con varios países amigos.

La decisión del Primer Ministro Benjamín Netanyahu de compartir las vacunas con sus socios diplomáticos se produce en un momento en que Israel ha sido objeto de críticas internacionales por no proporcionar cantidades significativas a los palestinos. También ha enfrentado acusaciones de un rival de que actúa unilateralmente y malgasta los fondos de los contribuyentes.

La medida de Netanyahu es el último ejemplo de cómo las vacunas contra el coronavirus se han convertido en una especie de moneda diplomática, con la que los países que las tienen las utilizan para obtener beneficios políticos.

Aunque Israel no produce vacunas, Netanyahu se ha movilizado agresivamente para asegurar suficientes vacunas para los 9.3 millones de habitantes de Israel en acuerdos con Pfizer y Moderna. En poco menos de dos meses, Israel ha vacunado a aproximadamente la mitad de su población, una de las tasas per cápita más altas del mundo, y pretende tener a prácticamente todos sus adultos vacunados a finales del próximo mes.

La oficina de Netanyahu dijo que algunas vacunas se compartirían con los palestinos. Foto: AP

“Nuestro suministro es superior a lo que necesitan los ciudadanos de Israel”, dijo Netanyahu a los periodistas el martes. “Tenemos más que suficiente para ayudar en lo que podamos. Es sobre todo simbólico”.

La oficina de Netanyahu dijo que algunas vacunas se compartirían con los palestinos. Pero se negó a identificar a los países a los que pensaba ayudar.

La emisora pública israelí Kan dijo que los países a los que se proveerían las vacunas eran Guatemala, Honduras, la República Checa y Hungría, naciones que han proporcionado un fuerte apoyo diplomático al Gobierno de línea dura de Netanyahu en los últimos años. El informe dice que las vacunas se compraron a Moderna.

En Praga, el Primer Ministro checo, Andrej Babis, dijo que Israel donaría cinco mil dosis a su país tras una solicitud de ayuda. Dijo que las vacunas se entregarían a dos mil 500 soldados que prestan asistencia en los hospitales checos.

En Honduras, el Presidente Juan Orlando Hernández tuiteó sobre la llegada de cinco mil dosis desde Israel. Dijo que se reservarán para el personal de salud.

Un funcionario israelí confirmó los acuerdos con Guatemala, Honduras y la República Checa. Dijo que las vacunas fueron en respuesta a las solicitudes de países amigos, y no a cambio de ningún favor diplomático. Habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir el asunto con los medios de comunicación.

El principal rival de Netanyahu y socio de Gobierno, el Ministro de Defensa Benny Gantz, criticó duramente los acuerdos porque se habían alcanzado sin ninguna deliberación gubernamental.

“El hecho de que Netanyahu provea vacunas de ciudadanos israelíes pagadas con el dinero de sus impuestos sin rendir cuentas demuestra que piensa que dirige un reino y no un Estado”, escribió Gantz en Twitter.

El generoso suministro de vacunas por parte de Israel contrasta con la situación en los territorios ocupados de Cisjordania y la Franja de Gaza. Las enormes disparidades han llamado la atención sobre la desigualdad en la distribución de vacunas entre las naciones ricas y las pobres.

La Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación por las enormes diferencias, y los grupos de derechos humanos han dicho que Israel es responsable, como fuerza de ocupación, del bienestar de los palestinos en esas zonas. Israel dice que, en virtud de los acuerdos de paz provisionales, no tiene esa responsabilidad. Israel ha vacunado a su propia población árabe, incluidos los palestinos del territorio anexado de Jerusalén Oriental.

Este mes, Israel entregó dos mil dosis de vacunas Moderna a la Autoridad Palestina para los trabajadores médicos de primera línea en Cisjordania, y se ha comprometido a compartir un total de cinco mil dosis.

Pero por lo demás, el Presidente palestino Mahmoud Abbas sólo ha recibido hasta ahora 10 mil dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Un rival de Abbas, por su parte, organizó la entrega esta semana de otras 20 mil dosis de la vacuna rusa a la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, desde los Emiratos Árabes Unidos.

En conjunto, estas dosis son una pequeña fracción de lo que necesitan los palestinos. Abbas está esperando cantidades mayores de un programa de la Organización Mundial de la Salud para las naciones más pobres y otras fuentes, pero no está clara la fecha exacta de entrega.

Tanto Rusia como China han desarrollado sus propias vacunas y han utilizado sus suministros para ejercer influencia mundial.

Los medios de comunicación israelíes informaron esta semana de que Netanyahu había acordado en secreto pagar a Rusia 1.2 millones de dólares para suministrar vacunas Sputnik V a Siria a cambio de la libertad de una joven israelí que había cruzado la frontera hacia el país enemigo.

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