En primera instancia, el estudio pretende identificar la cantidad mínima de virus requerida para causar una infección, luego de lo cual los voluntarios serán infectados para, posteriormente, probar los fármacos y vacunas consideradas seguras con la intención de acelerar los ensayos clínicos.
Londres, 17 feb (EFE).- El Reino Unido iniciará en las próximas semanas pruebas clínicas para comprobar la efectividad de fármacos y vacunas contra la COVID-19 en las que se infectará a personas sanas, informó este miércoles el Ministerio de Empresa, Energía y Estrategia Industrial.
En un comunicado, el Ministerio dice que el Reino Unido será el primer país del mundo que efectúe este tipo de estudios en esta pandemia, después de que hayan sido aprobados por un comité de ética.
A partir de marzo, en torno a 90 voluntarios de entre 18 y 30 años, que serán compensados por su participación, serán inoculados de manera segura y controlada para determinar, en una primera fase, la cantidad mínima de virus requerida para que se genere infección, lo que facilitará después probar vacunas y fármacos.
📢The UK will be first in the world to run a #COVID19 human challenge study.
Now with ethics body approval, the study on 90 volunteers will start within weeks.
It will help us better understand the virus, aiding vaccine & treatment development.
👉 https://t.co/yvm2wD7JWe pic.twitter.com/juUVhrUWGd
— Dept for BEIS (@beisgovuk) February 17, 2021
Cuando se haya determinado ese dato, la intención es administrar vacunas consideradas seguras a un pequeño grupo de voluntarios a los que se infectará con el virus, a fin de comprobar la reacción inmune y que esto sirva para afinar y acelerar los ensayos de los preparados a mayor escala.
La variante del virus con la que se infectará inicialmente a los voluntarios, que están ahora siendo reclutados, será la que circula en el Reino Unido desde marzo de 2020 y que se ha demostrado que es de bajo riesgo para adultos jóvenes sanos, se señala en la nota.
Los estudios donde se infecta a personas sanas -en lugar de esperar a que se contagien de forma natural, como se ha hecho hasta ahora en el desarrollo de las vacunas anticovid- se usan ya para la generación de vacunas y tratamientos contra enfermedades como la malaria, fiebre tifoidea, resfriado común, gripe o norovirus.