El país puso énfasis con esta nueva regulación en "garantizar la negociación colectiva, afianzar la libertad sindical, eliminar el trabajo forzoso e infantil y por último erradicar la discriminación en los empleos", aseguró la OIT.
Aseguró que la COVID-19 provocó un retroceso de "10 años en 10 meses". "Fue un año repleto de desafíos. Estamos afrontando una de las peores crisis de la historia. Una crisis sanitaria y económica que tiene repercusiones en el mercado laboral que son profundas y que van a dejar cicatrices", aseguró.
México, 14 de diciembre (EFE).- La reforma laboral iniciada por México este año es el avance "más importante en el ámbito de los derechos laborales" desde la primera ley mexicana del trabajo en un año marcado por la COVID-19, aseveró este lunes el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el país, Pedro Américo Furtado de Oliveira.
Furtado de Oliveira, responsable de la oficina de la OIT para México y Cuba, destacó que el país norteamericano puso énfasis con esta nueva regulación en "garantizar la negociación colectiva, afianzar la libertad sindical, eliminar el trabajo forzoso e infantil y por último erradicar la discriminación en los empleos".
"Esos compromisos no sólo fundamentaron la reforma laboral sino que son el eje modular del capítulo laboral del T-MEC", señaló el directivo en referencia al nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, que entró en vigor el 1 de julio.
La reforma laboral emprendida este año, necesaria para cumplir con el acuerdo comercial T-MEC, se implementará escalonadamente por estados, hasta estar vigente en todo México en 2022.
Ante ese escenario, Furtado de Oliveira consideró "una prioridad" para la OIT la "efectiva federalización de los nuevos derechos".
Los primeros ocho estados en asumir el nuevo sistema laboral en noviembre de este año fueron Campeche, Chiapas, Durango, Estado de México, Hidalgo, San Luis Potosí, Tabasco y Zacatecas.
El director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, se refirió a los estragos que la pandemia de COVID-19 ha dejado en la zona en materia laboral y aseguró que ha provocado un retroceso de "10 años en 10 meses".
"Fue un año repleto de desafíos. Estamos afrontando una de las peores crisis de la historia. Una crisis sanitaria y económica que tiene repercusiones en el mercado laboral que son profundas y que van a dejar cicatrices", aseguró.
Pinheiro consideró que en la América Latina continental el empleo está en "terapia intensiva", mientras esperaba que la crisis "tocara más" en el Caribe, donde la economía "se está reactivando de una manera muy rápida".
"Esperemos por supuesto que la pandemia esté controlada con una vacuna en algún momento del próximo año. Pero todavía hay mucho que hacer en materia de curar las cicatrices y las secuelas que nos va a dejar esta crisis a largo plazo", reflexionó.