"Las personas con obesidad tienen alto riesgo de sufrir la COVID-19 de forma grave y, de hecho, son los que más han sufrido durante la pandemia y todos tenemos la obligación de cuidarles y protegerles", ha dicho la secretaria general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Susana Monereo.
Madrid, 30 de noviembre (Europa Press).- Expertos de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) han solicitado este lunes a las autoridades sanitarias que se prioricen a las personas obesas en la estrategia de vacunación frente al coronavirus, debido a que se ha demostrado que estos pacientes son uno de los colectivos de riesgo de padecer de forma grave la COVID-19.
"Las personas con obesidad tienen alto riesgo de sufrir la COVID-19 de forma grave y, de hecho, son los que más han sufrido durante la pandemia y todos tenemos la obligación de cuidarles y protegerles", ha dicho la secretaria general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Susana Monereo.
Del mismo modo se ha pronunciado el presidente de la SEEN, Javier Escalada, quien ha señalado que las personas con obesidad y COVID-19 tienen entre un 30 por ciento y un 200 por ciento más complicaciones que los pacientes con coronavirus y un peso normal como, por ejemplo, una mayor tasa de tromboembolismo o de necesidad de diálisis.
Asimismo, el doctor ha informado de que los obesos que han padecido COVID-19 suelen sufrir obesidad sacropénica, lo que genera una mayor tasa de discapacidad. "Los mecanismos por los que la obesidad se asocia a un peor pronóstico de la COVID-19 son múltiples", ha añadido la doctora del grupo de trabajo de obesidad de la SEEN, Ana de Holanda, tras señalar a los procesos inflamatorios y al elevado riesgo de trombos como algunas de las causas principales del empeoramiento de la COVID-19.
Además, el jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, Diego Bellido, ha recordado que durante el confinamiento se ha aumentado, a nivel general, entre uno y tres kilos, si bien esta ganancia ha sido mayor entre las personas con sobrepeso u obesidad.
Al mismo tiempo, la doctora De Holanda ha aludido a diferentes estudios en los que se ha evidenciado que la respuesta a la vacuna de la gripe de los pacientes con obesidad es más débil, por lo que ha reiterado la importancia de que se priorice a este colectivo en la vacunación contra el coronavirus, después de las personas mayores y de los profesionales sanitarios que trabajan primera línea frente a la COVID-19.
"Los pacientes con obesidad no pueden quedarse relegados en la estrategia de vacunación contra la COVID-19", ha dicho el vicepresidente de SEEDO, Albert Lecube, para zanjar recomendado priorizar especialmente a las personas con un índice de masa corporal superior a 35 kilogramos por metro cuadrado.
EL 88 POR CIENTO DE LOS SANITARIOS DICEN QUE NO ES UNA ENFERMEDAD BENIGNA
Por otra parte, y con motivo del Día de la Lucha contra la Obesidad, la SEEDO y la SEEN han llevado a cabo entre sus socios una encuesta para evaluar el impacto de la segunda ola de la pandemia de coronavirus en la obesidad, de la que se desprende que el 88 por ciento de los profesionales encuestados entienden que la obesidad no es una enfermedad "benigna", "como parece considerarse desde las autoridades sanitarias y por parte de una gran mayoría de la población general.
"A pesar de ser un problema de salud creciente, que tiene un impacto muy negativo en la morbimortalidad y, aún mayor entre las personas afectadas por la COVID-19, está quedando relegada la atención a las personas con obesidad", ha dicho el doctor Lecube.
🚨 Desde @SociedadSEEN y @SociedadSeedo aconsejamos que las personas con obesidad sean consideradas como grupo de riesgo para la #COVID19 y ser uno de los colectivos prioritarios para recibir vacunación frente a la misma. Esta es la nota de prensa 👉🏽https://t.co/vdADqVcJt9 pic.twitter.com/kls3yc4LgC
— Sociedad SEEN (@sociedadSEEN) November 30, 2020
Todo, además, cuando la salud de las personas con obesidad se agrava. Y es que, el 98 por ciento de los profesionales que tratan pacientes con obesidad opinan que la pandemia y el confinamiento han repercutido negativamente sobre la obesidad y sus complicaciones (los pacientes han aumentado de peso y están peor); la mayoría de los encuestados (71 por ciento) entienden que la principal causa está en el deterioro de los hábitos de vida saludables y, especialmente, la falta de ejercicio (percepción que coincide con los datos del estudio SEEDO en población general).
"Sólo un 2.4 por ciento de los profesionales sanitarios dedicados a la obesidad piensan que los han pacientes obesos han podido mantener el tratamiento que tenían prescrito (dieta, ejercicio y/o fármacos)", ha argumentado la doctora Monereo.
Asimismo, se apunta al desánimo producido por la pandemia (51 por ciento) como principal factor implicado en esta tendencia, aunque también ha influido los problemas de conexión con sus médicos o la obtención de recetas. Se constata, igualmente, un aumento de complicaciones en las personas con obesidad.
También, un 38 por ciento de los profesionales han detectado en los pacientes trastornos de la conducta alimentaria y un 39 por ciento empeoramiento o aparición de enfermedad metabólica, como diabetes o dislipemia. También, aunque en menor escala, se han elevado (un 16 por ciento) los problemas osteomusculares, respiratorios y el reflujo gastroesofágico.
Finalmente, y respecto a los tratamientos con cirugía bariátrica, las personas con obesidad han sido uno de los colectivos más perjudicados por la anulación o retraso de operaciones pendientes. Sólo un 12 por ciento de los profesionales reportan que los programas de cirugía bariátrica se han mantenido en sus centros.