El expresidente Enrique Peña Nieto fue el jefe de una banda criminal que participó en actos de cohecho y de traición a la Patria, y jugó un papel central en la comisión de delitos en el caso Odebrecht, consideró la Fiscalía General de la República (FGR) en la solicitud de orden de aprehensión en contra del que fuera el hombre más poderoso del sexenio, Luis Videgaray Caso. Así lo dio a conocer esta semana el diario mexicano Reforma en forma exclusiva.
Ciudad de México, 15 de noviembre (SinEmbargo).- La Fiscalía General de la República (FGR) envía señales de que está colocando un cerco al expresidente Enrique Peña Nieto, de acuerdo con el periódico español El País.
“Poco a poco, como en las series de espías cuando se acerca el final, la fotografía de quienes entre 2012 y 2018 acompañaron a Enrique Peña Nieto está clavada en el despacho del comisario con un círculo rojo. Hasta este último capítulo, solo el expresidente, el hombre en el centro de la foto, se había librado de las acusaciones. Hasta ahora”, escribe Jacobo García en el texto La justicia estrecha el cerco sobre Peña Nieto.
El expresidente Enrique Peña Nieto fue el jefe de una banda criminal que participó en actos de cohecho y de traición a la Patria, y jugó un papel central en la comisión de delitos en el caso Odebrecht, consideró la Fiscalía General de la República (FGR) en la solicitud de orden de aprehensión en contra del que fuera el hombre más poderoso del sexenio, Luis Videgaray Caso. Así lo dio a conocer esta semana el diario mexicano Reforma en forma exclusiva.
“Hasta llegar aquí la Fiscalía ha tardado tres meses. El tiempo que ha transcurrido desde que el mes de agosto Emilio Lozoya, expresidente de la petrolera pública Pemex y uno de los hombres más cercanos a Peña Nieto llegara extraditado desde Málaga, la localidad española en la que permanecía escondido y empezara a hablar”, recuerda Jacobo García en el texto publicado este domingo 15 de noviembre.
“La justicia mexicana seguía el rastro de Odebrecht y le bastó apretar a Lozoya y llegar a un acuerdo con él para poder concluir que el periodo de Peña Nieto fue un gran acto de corrupción desde antes incluso de su llegada al poder”, señala en El País.
“Mientras avanzan los capítulos y se acerca el final de la serie, Peña Nieto guarda silencio en Madrid, a donde se fue a vivir desde que dejó el poder hace dos años. El pacto de no agresión que, se dijo, había acordado con López Obrador ha encontrado en la justicia su principal obstáculo”, agrega.
En agosto, Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) acusado de recibir sobornos de Odebrecht, denunció al expresidente Enrique Peña Nieto por pedir 6 millones de dólares para su campaña y otro tanto para opositores como Ricardo Anaya, excandidato presidencial.
El exjefe de Pemex aseguró que Peña Nieto y Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda, le instruyeron reunirse con Luis Weyll, exrepresentante de Odebrecht en México, para pedirle 6 millones de dólares para la campaña de 2012.
“Le dije a Luis Weyll que esa petición venía directamente del entonces candidato Enrique Peña Nieto y que Odebrecht se vería beneficiado cuando ganare. Él me dijo que lo veía bien e incluso hablamos de que en cuanto ganara Peña Nieto iría a ver a Marcelo Odebrecht personalmente”, afirmó.
El documento es la denuncia formal que presentó Lozoya, extraditado el 17 de julio de España a México, donde afronta un proceso en libertad condicional por recibir 10.5 millones de dólares de Odebrecht como asesor de la campaña presidencial de 2012 y después como director de Pemex (2012-2016).
Además, Lozoya acusó a Peña Nieto y Videgaray de pedirle usar parte del dinero para comprar votos de legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) a favor de la reforma energética de 2013, que abrió el sector a la iniciativa privada.
El actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido tratar a Lozoya como “testigo protegido” al insistir que la FGR “debe transparentar todo el proceso” para conocer nombres y montos de políticos involucrados.
-Con información de EFE.