La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo donde explicó que se tomó la decisión ante la necesidad “generar acciones para la modernización y reingeniería en materia penitenciaria”.
Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).—El Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 2 Occidente, también conocido como el penal de Puente Grande, será cerrado, según un acuerdo firmado por Alfonso Durazo y dado a conocer por el Gobierno.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo donde explicó que se tomó la decisión ante la necesidad “generar acciones para la modernización y reingeniería en materia penitenciaria”.
El documento emitido por las autoridades agregó que los reos serán trasladados a otros penales federales que serán determinados por el Comisionado de Prevención y Readaptación Social.
“Las personas privadas de la libertad que alberga el Centro Federal de Readaptación Social número 2 Occidente serán trasladadas a los centros federales de readaptación social que determine el Comisionado de Prevención y Readaptación Social, quien realizará las acciones y gestiones necesarias para ello, respetando en todo momento sus derechos humanos”, detalló el acuerdo.
Asimismo, las autoridades indicaron que los trabajadores del penal de Puente Grande también serán reubicados en otros centros penitenciarios.
“Los derechos de los trabajadores adscritos laboralmente al Centro Federal de Readaptación Social número 2 Occidente, serán respetados conforme a la ley, por lo que serán reubicados en otros centros penitenciarios federales que determine el Comisionado de Prevención y Readaptación Social, de acuerdo a las necesidades del servicio de la Institución”, informó.
La dirección general de Administración de Prevención y Readaptación Social señaló que la SSPC determinará en su momento el destino final del bien inmueble que ocupaba el penal federal.
El pasado mes de mayo, los familiares de algunos reos denunciaron que el centro penitenciario era un centro de infección de la COVID-19; incluso, Salvador Almonte Solís, director del penal, resultó contagiado.