Todo comenzó la semana pasada, cuando la Gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, anunció que todos los viajes no esenciales procedentes de Arizona hacia su estado estarían prohibidos para el fin de semana del 4 de julio. Sólo está permitido el paso a los mexicanos y estadounidenses que puedan demostrar que su viajes es por asuntos esenciales como trabajar o hacer negocios.
Por Anita Snow
PHOENIX (AP) — Los temores de posibles contagios de coronavirus procedente de Arizona —que registra un alto índice de infecciones— y políticas locales al sur de la frontera de Estados Unidos provocaron que los vacacionistas estadounidenses fueran rechazados en México cuando se dirigían al popular destino turístico de Puerto Peñasco, en Sonora, con motivo del fin de semana largo del 4 de julio.
La disputa estalló el fin de semana y continuaba el martes en la pequeña comunidad mexicana de Sonoyta, al sur de Lukeville, Arizona, en medio de un contexto de política internacional, rivalidades y resentimientos locales, y crecientes temores a una propagación del virus a lo largo de la frontera de 3 mil 218 kilómetros (2 mil millas).
“La verdad es que los turistas estadounidenses no están viajando”, dijo Carlos Jacquez, del grupo de protesta Sonoyta Unidos, que el sábado cerró brevemente todo el tránsito hacia el sur, en dirección a Puerto Peñasco, una ciudad costera en el mar de Cortés conocida en inglés como Rocky Point.
El periodista local de Sonoyta, Juan Manuel Navarro, dijo el martes que los manifestantes cortaron la carretera hacia el sur en un retén oficial de control sanitario y continúan rechazando a los estadounidenses que creen que no realizan viajes esenciales.
Jacquez dijo el lunes en una entrevista videograbada que está permitido el paso a los mexicanos y estadounidenses que puedan demostrar que su viajes es por asuntos esenciales como trabajar o hacer negocios.
Aunque las autoridades en Puerto Peñasco indicaron en su página de internet a los visitantes que se les permitiría el paso si demostraban que contaban con reservaciones en la ciudad costera, Jacquez dijo que no podían pasar.
Debido al caos fronterizo fue difícil saber cuántos turistas pasaron por Sonoyta desde el comienzo de la disputa el sábado ante los temores de que los visitantes estadounidenses puedan propagar aún más el coronavirus en la comunidad local. Durante un breve periodo ese día, los manifestantes no permitieron pasar a nadie.
Al oeste, en Mexicali, una ciudad fronteriza de alrededor de un millón de habitantes, también se instalaron retenes con motivo del fin de semana de cinco días por el 4 de julio cerca de los cruces limítrofes con Estados Unidos en la principal carretera hacia San Felipe y otras playas al occidente del mar de Cortés.
“Son cuestiones políticas, pero parece que lo están resolviendo", dijo Jonni Francis, agente inmobiliaria que trasladó su negocio desde la zona de Phoenix a Puerto Peñasco hace más de dos décadas. “La verdad fue doloroso para la gente que tenía planeado venir a pasar el fin de semana largo y fue rechazada".
Francis dijo que esperaba para ver si la situación actual podría afectar sus planes de viajar esta semana a Arizona.
Un acuerdo entre los municipios vecinos de Sonoyta, que administra la zona limítrofe con Arizona, y Puerto Peñasco, se rompió el lunes mientras funcionarios trabajaban para conseguir la reanudación del tránsito con dirección al sur.
Todo comenzó la semana pasada, cuando la Gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, anunció que todos los viajes no esenciales procedentes de Arizona hacia su estado estarían prohibidos para el fin de semana del 4 de julio. Arizona registra un incremento de infecciones de coronavirus y el martes se informó de 3 mil 653 casos nuevos confirmados. El turismo es considerado una actividad no esencial.
Una portavoz de la Gobernadora en Hermosillo, la capital del estado, no respondió de momento el martes a una solicitud de comentarios.
El presidente municipal de Sonoyta, José Ramos Arzate, emitió el sábado un comunicado en el que decía que se había decidido “invitar al turismo estadounidense en no visitar México”. Nadie respondió las llamadas que The Associated Press hizo al teléfono del ayuntamiento de Sonoyta el martes en la mañana.
-Con información de Elliot Spagat y Mark Stevenson.