Con el desplome interanual registrado en abril, la actividad económica acumuló nueve meses en retroceso en Argentina, tras el leve avance del 0.4 por ciento verificado en julio de 2019.
Buenos Aires, 29 may (EFE).- La actividad económica en Argentina registró un derrumbe interanual del 26.4 por ciento en abril pasado, una caída sin precedentes en el país suramericano y que refleja la paralización provocada por las medidas de aislamiento para intentar frenar los contagios de COVID-19.
El dato divulgado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del Producto Interno Bruto (PIB) supera incluso al derrumbe del 16.7 por ciento registrado en marzo de 2002, en el pico de la severa crisis económica y social que estalló a finales de 2001.
Según las cifras oficiales, el índice que mide mensualmente la actividad económica registró en abril una caída del 17.5 por ciento respecto a marzo último.
En el primer cuatrimestre del año, el indicador acumuló una contracción interanual del 11 por ciento.
Con el desplome interanual registrado en abril, la actividad económica acumuló nueve meses en retroceso en Argentina, tras el leve avance del 0.4 por ciento verificado en julio de 2019.
El informe del Indec, que señala que "la pandemia de la COVID-19 impactó de lleno sobre la actividad durante abril", revela que la totalidad de los quince sectores productivos incluidos en la medición arrojaron bajadas interanuales en el cuarto mes del año.
LOS SECTORES MÁS AFECTADOS
"La actividad económica tocó piso en abril. La construcción, la industria manufacturera y el comercio acusan los desplomes más importantes, pero ningún sector logró escapar a la debacle general", observó la consultora Orlando Ferreres & Asociados en un informe.
De acuerdo a los datos del Indec, los sectores que mostraron mayores magnitudes de caída fueron la construcción (-86.4 por ciento) y los hoteles y restaurantes (-85.6 por ciento).
Sin embargo, los sectores que más incidieron en la retracción del nivel general de la actividad fueron, por su peso, la industria manufacturera, que se desplomó un 34.4 por ciento interanual, y el comercio, que se derrumbó un 27 por ciento.
Incluso la producción agropecuaria, uno de los sectores menos afectados por las medidas de aislamiento que rigen desde el 20 de marzo, también presentó números muy negativos (-10.3 por ciento) dado que en la comparación incide la producción récord lograda el año pasado.
PROYECCIONES NEGATIVAS
La economía argentina lleva dos años en recesión, con una caída del PIB del 2.5 por ciento en 2018 y del 2.2 por ciento en 2019, pero los efectos de la pandemia profundizarán el hundimiento.
Los expertos a los que mes a mes consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas pronostican que la economía del país suramericano se derrumbará un 9.5 por ciento, aunque hay consultores que vaticinan una caída mayor, incluso superior al histórico desplome del 10.9 por ciento registrado en 2002.
"Esperamos que la actividad se contraiga 11 por ciento este año, evidenciando la caída más pronunciada durante el segundo trimestre (-16 por ciento interanual, la mayor baja desde que se tienen registros)", dijo la consultora LCG en un informe.
Los analistas que consulta el Banco Central proyectan una caída en la actividad del 12 por ciento para el segundo trimestre que está por terminar, pero esperan una recuperación del 5 por ciento en el tercer trimestre.
Sin embargo, LCG advirtió que una reactivación de la actividad "dependerá en última instancia de cuál sea la extensión de la cuarentena", que el Gobierno acaba de prorrogar, en principio, hasta el 17 de julio y con mayores restricciones en Buenos Aires y su periferia, "y cuál el grado de flexibilización determinado" por el Ejecutivo en los próximos meses.