Hay un repunte del cyberpunk porque fantaseamos sobre paraísos artificiales: Gerardo Horacio Porcayo

09/05/2020 - 12:04 am

Aparecida en 1993, La primera calle de la soledad es un clásico de la ciencia ficción en español. Una obra de culto, delirante y visionaria, donde las pesadillas tecnológicas se mezclan con la eterna melancolía que carga la especie humana.

Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).- Aparecida en 1993, La primera calle de la soledad es un clásico de la ciencia ficción en español. Una obra de culto, delirante y visionaria, donde las pesadillas tecnológicas se mezclan con la eterna melancolía que carga la especie humana.

Un experto hacker llega a Monterrey, una urbe futurista y caótica, contratado por una misteriosa organización. El Zorro, como se hace llamar, es un humano mejorado tecnológicamente para realizar su trabajo con la mejor eficiencia: infiltrarse en los sistemas informáticos más sofisticados para obtener la información que sus clientes le solicitan.

Así, lo que parece ser un trabajo más pronto lo involucra en una batalla de múltiples bandos e intereses por el poder y el secreto detrás de una religión que ha nacido en las colonias lunares. Es entonces cuando comienza una frenética carrera por la supervivencia en esta historia llena de acción, escenarios sórdidos, luces de neón, lásers, armas quirúrgicamente implantadas, peligrosos cyborgs y cohetes vintage.

—Esta es la tercera edición de La primera calle de la soledad. ¿Por qué decidiste volver a lanzar este libro de 1993?

—Planeta retoma la novela después de haber estado primero en Tierra Adentro, editorial con la que publiqué por primera vez la novela. Al ser la primera novela cyberpunk en toda Iberoamérica, la habían estado buscando los lectores cómo conseguirla, a cada rato me preguntaban. Es una novela que además yo quiero mucho porque contiene mucho de mis búsquedas, es el inicio de muchas historias. Yo había estado buscando quien me publicara y finalmente a Planeta le gustó la idea y la publicó. Es la primera vez que está en formato grande y me gusta mucho la nueva portada que pusieron.

—¿Las personas que siguen buscando este libro son las primeras que crecieron con él o son nuevas generaciones?

—Lo que pasa siempre en la ciencia ficción en México, y es algo muy peculiar, es que nunca ha habido mucha oferta. Hay seguidores de este género que buscan libros y entonces se va pasando la voz de qué novelas existen y empiezan a buscarlas. Lo más extraño es que hay tres estudios bastante largos sobre esta novela en Estados Unidos y aquí dos tesis, que yo sepa. Ya hay estudios literarios al respecto, pero sobre todo entre gente que lee ciencia ficción, siempre se pregunta cuáles son las novelas representativas, y esta es una referencia obligada.

Esta es una novela que no habían vuelto a encontrar, imagínate que Cien años de soledad se hubiera publicado solo una vez y todo mundo escuchara sobre ella pero no pudiera conseguirla porque no hay en ninguna parte. Bueno, esto no es comparable porque estamos frente a un Nobel, pero es lo que pasa de pronto con algunos clásicos de la literatura mexicana; son clásicos porque ya tienen mucho tiempo, porque se vuelve literatura de referencia para muchas personas.

Además el cyberpunk ahorita está teniendo otra vez un repunte, desde la aparición de Blade Runner 2, pasando por Ghost in the Shell e incluso series de televisión como Carbón alterado. Todas esas son historias cyberpunk y la gente ve esas historias, le gusta, busca las referencias y se topan con que la novela está fuera de imprenta.

—Justamente acerca del repunte de la ciencia ficción en la literatura, ¿crees que ha sido influenciado por el cine y la televisión o las redes sociales? ¿A qué le atribuyes esto?

—Hay siempre una relación paradójica entre el cine y la literatura de ciencia ficción. Hay lectores que quieren algo muy simple y hay otros que buscan cosas más sofisticadas; siempre existe esta dualidad extraña. La ciencia ficción existe en los mass media desde su nacimiento. Yo desde los tres años veía anime japonés (Astroboy, Capitán Futuro, Marino y la patrulla oceánica) y todas eran temática de ciencia ficción: un niño robot, unos patrulleros del fondo submarino, etc. Desde esos tiempos hay pues un interés por el futuro y siempre ha estado en la televisión, después se puso de moda el manga y el anime -los japoneses en particular siempre están interesados por estos temas y proponen tramas futuristas. Lo que ves en la tele en primer momento te llama la atención y hace que busques literatura y productos más sofisticados. Siempre hay una interrelación.

Ahorita el hecho de que vuelva a resurgir el cyberpunk, me parece que obedece más a las cuestiones básicas del ser humano, es decir: estamos en un mundo digital que parece ofrcernos todo, pero que al final solo tenemos paraísos artificiales que no resuelven nuestros probelams verdaderos, son escapes como de droga. Ahora no tenemos amigos reales, pero tenemos mil amigos virtuales . Ese tipo de cosas son contrastes que de pronto tienen que concentrarse en el mundo audiovisual. Precisamente creo que las cosas que no pegan es porque no encuentran un reflejo en la realidad, no hay gente a la que le interese. El repunto de cyberpunk es porque hay gente que fantasea al respecto de encontrar otra salida.

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