¿Qué es realidad y qué ficción en Freud, lo nuevo de Netflix? Las claves de la nueva serie sensación

15/04/2020 - 12:10 am

La serie, ambientada en 1886, convierte al reconocido neurólogo en un detective, cuando Freud nunca utilizó sus habilidades en el psicoanálisis para investigar asesinatos. Es verdad que sus teorías sirvieron como referente en la criminología, pero eso no significa que a Freud le diese por ser una especie de Sherlock Holmes austríaco.

MADRID, 15 de abril (EuropaPress).- Freud, la miniserie que ahonda en la juventud del afamado psicoanalista austríaco, está arrasando en Netflix. Siguiendo los pasos de ficciones como la islandesa Los asesinatos del Valhalla, la francesa El bazar de la caridad, la española Toy Boy o incluso La casa de papel, títulos distribuidos por la plataforma estadounidense demuestra el buen ojo de la compañía por la compra de ficción ya emitida de forma lineal en cadenas de sus respectivos países. Eso sí, al narrar la vida de un personaje histórico, ¿cuánto de real hay en la serie dirigida por Marvin Kren?

La ficción, que tuvo su premiere en la 70ª edición del Festival de Berlín y se emitió originalmente en ORF, la televisión pública austríaca, narra cómo, antes de ser el reconocido psicoanalista, Freud asistió a la Universidad de Viena en 1873 para estudiar medicina y trabajó en el Hospital General de Viena. Mientras experimenta en con la hipnosis como ejercicio de psicología, utilizará sus habilidades en la materia para resolver crímenes.

Ahí surge la primera licencia creativa. La serie, ambientada en 1886, convierte al reconocido neurólogo en un detective, cuando Freud nunca utilizó sus habilidades en el psicoanálisis para investigar asesinatos. Es verdad que sus teorías sirvieron como referente en la criminología, pero eso no significa que a Freud le diese por ser una especie de Sherlock Holmes austríaco.

No es la primera vez que en ficción Freud es convertido en un detective. En la novela 'La interpretación del asesinato', escrito por Jed Rubenfeld, el psicoanalista resuelve un crimen en el Nueva York de 1909. De hecho, en Reino Unido hubo un proyecto titulado Freud: The Secret Casebook, una serie que iba a tener como protagonista al afamado neurólogo, convertido en investigador criminal. Sin embargo, finalmente no se produjo.

Sí es cierto que Freud ya se había graduado en la universidad cuando comienza la serie, terminó sus estudios en 1881 y en 1885, un año antes de los sucesos de la ficción, Freud ya había completado su habilitación y había comenzado su carrera en neuropatología como profesor universitario. Igualmente, en 1886, Freud comentó a utilizar la hipnosis como ejercicio para la psicología, un método impopular en la época.

Dicho enfoque vino inspirado por la visión de su amigo Josef Breuer, con el que colaboró y escribió 'Estudios sobre la histeria', considerado uno de los trabajos que originó sus teorías sobre el psicoanálisis, puesto que derivaron en un acercamiento diferente hacia la persona que padecía problemas psicológicos.

Póster de la serie. Foto: Especial

LA INSPIRACIÓN PARA FLEUR SALOMÉ

En la serie puede verse a Freud acompañado por Alfred Kiss, un policía vienés (George Friedrich) y Fleur Salomé (Ella Rumpf), una médium que colabora con el psicoanalista y con la que tiene cierta tensión romántica a lo largo de los ocho episodios. Este personaje está basado en la reconocida escritora Lou Andreas-Salomé, colaboradora de los trabajos filósofos de Nietzsche y discípula de Freud, con el que tuvo una larga amistad.

Según The New York Review of Books, Freud describió a Andreas-Salomé como una mujer que "podía ver de inmediato relaciones que aún otros no podían ver" y que tenía la capacidad de entender a las personas mejor que ellas mismas. No obstante, eso no implicaba que tuviera poderes paranormales, solo una buena intuición a la hora de analizar a la gente.

No está claro si Freud y Andreas-Salomé tuvieron algo más que la demostrada amistad y respeto por sus respectivos trabajos, lo que sí es cierto es que ambos no se conocieron hasta 1911, lo que implica que la Salomé que aparece en la serie poco tiene que ver con la autora rusa.

COCAÍNA Y ANTISEMITISMO

En algo que Freud sí ha retratado de verdad es en la adicción del psicoanalista a la cocaína, así como su sentimiento de no pertenencia a Viena, pese a haber vivido casi toda su vida en la capital del antiguo Imperio Austro-Húngaro debido al antisemitismo de la sociedad.

Freud comenzó a consumir cocaína en su juventud, en ese momento era considerada "una droga milagrosa", puesto que comenzó a utilizarse en la medicina, al considerar que ayudaba a curar la depresión, entre otras enfermedades. Con lo cual, no puede interpretarse la afición (excesiva) a la cocaína del protagonista a una drogodependencia actual, puesto que en ese momento histórico no habían salido a la luz todos los peligros que conllevaba su consumo.

Ahora bien, sí puede afirmarse que Freud fue uno de los médicos que impulsó su consumo. "Si hay alguien que puede ser considera responsable de la aparición de la cocaína como un producto farmacéutico recreativo, ese fue Freud", escribió Dominic Streatfeild en su libro 'Cocaine: An Unauthorized Biography'.

En lo que sí acierta Kren en retratar fielmente el fuerte antisemitismo que se vivía en la Viena de finales del siglo XIX. Robert Finster, que interpreta a Freud en la ficción, muestra cómo el psicoanalista se sentía un extraño en su propia tierra y luchó por encontrar su lugar en la sociedad.

Los hechos de la serie suceden antes de que Sigmund se convierta en un pionero del psicoanálisis. Foto: Especial

"ATRAER A UN PÚBLICO JOVEN Y ACTUAL"

Freud nació en el seno de una familia judía en Freiberg, aunque vivió prácticamente toda su vida en Viena, ciudad que se vio obligado a abandonar tras la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi, lo que hizo que el 23 de septiembre de 1939 muriese en Londres, como refugiado.

Sobre las grandes licencias creativas que se ha tomado, empezando por su trama, Marvin Kren declaró a Variety que no quería hacer una ficción que "pareciese demasiado histórica", por eso introdujo "elementos modernos y provocativos" que se entremezclan con lo histórico. El objetivo era "atraer al público joven y actual". Eso sí, para quienes quieran conocer la juventud real de Freud, quizás no sea una elección adecuada.

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