El insomnio se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño y la insatisfacción que provocan los despertares repentinos; además este fenómeno puede restar hasta 10 años de vida.
México, 11 de marzo (EFE).- Las afectaciones cardiovasculares y metabólicas que genera el insomnio pueden restar hasta 10 años de vida a las personas, dijo este miércoles Alejandro Jiménez-Genchiel, presidente de la Academia Mexicana de la Medicina del Dormir en el marco del Día Mundial del Sueño que se conmemora este 13 marzo.
Subrayó la importancia del sueño porque durante el mismo se efectúan diversos procesos metabólicos, de fijación de memoria, inmunológicos y secreción de hormonas y cuando no se completa ocurre un desajuste en las hormonas y el sistema nervioso.
El insomnio, explicó, se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño, además de la insatisfacción, calidad o cantidad de sueño y por los despertares antes de lo programado, durante más de tres días a la semana.
En México, el 18.8 por ciento de la población adulta padece de insomnio, lo que equivale a 11.5 millones de personas. Este es más frecuente entre las mujeres con un 19.5 por ciento. Pese la prevalencia, solo el 5 por ciento de los afectados trata su condición.
Lo recomendable en adultos, indicó, es dormir al menos seis horas y la diferencia entre las horas que se duermen y las que se recomiendan se le denomina deuda de sueño.
“Esta deuda se tiene que pagar durmiendo en el día, tomando siestas prolongadas de más de 40 minutos que afectan el ciclo de sueño nocturno”, detalló el especialista.
Pero esta deuda también tiene afectaciones en el desempeño psicomotor, las personas con insomnio son más propensas a tener errores en la toma de decisiones e incluso en operaciones sencillas de aritmética debido a la falta de concentración por no haber tenido un sueño reparador.
Este trastorno de sueño, agregó el doctor Ricardo Bello Carrera, neumólogo y especialista en trastornos de sueño y tesorero en la Academia Mexicana de la Medicina del Dormir, es un problema que debería de tratarse como un tema de salud pública nacional.
Esto, subrayó, ya que una de sus manifestaciones, la somnolencia diurna, disminuye significativamente la percepción sensorial, la capacidad de atención, concentración en el trabajo e incrementa el riesgo de sufrir accidentes fatales ya sea de tránsito o en personal que maneja maquinaria pesada.
El insomnio, destacó Jiménez-Genchi, es un problema de la era moderna que apareció con la invención de la bombilla eléctrica porque permitió a los seres humanos tener más horas de vigilia; sin embargo, en la actualidad se ha incrementado en un 2 a 3 por ciento el número de personas que lo padecen.
Aunque no hay una causa específica que lo provoque, diversos estudios señalan que cerca del 30 por ciento se debe a una carga genética, mientras que otros aspectos como el estrés también influyen en la aparición del trastorno.
Por ello, enfatizó es importante que el sueño se considere como uno de los tres factores principales para tener buena salud.
“Hemos aprendido que una buena alimentación es indispensable, así como hacer ejercicio, pero es prioritario que se incluya el buen dormir para tener una buena salud”, acotó.
En la actualidad, anotó, existen tratamientos médicos con los que se puede combatir el insomnio de manera eficaz y sin crear dependencia, finalizó.