Trudeau dice que de no existir tensiones, las 176 víctimas del avión ucraniano estarían "con sus familias"

14/01/2020 - 2:38 am

Trudeau fue cuidadoso al no responsabilizar al Presidente Donald Trump por las muertes de los pasajeros, entre los que había 57 canadienses, después de que el mandatario estadounidense ordenó el asesinato del general Qassem Soleimaní, el general de mayor rango de Irán, mediante un ataque aéreo realizado en Bagdad.

Por Rob Gillies

TORONTO (AP) — El Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau señaló el lunes que las 176 personas que viajaban a bordo de un avión comercial ucraniano que fue derribado por un misil iraní estarían vivas de no ser por las tensiones que han escalado en la región.

Trudeau fue cuidadoso al no responsabilizar al Presidente Donald Trump por las muertes de los pasajeros, entre los que había 57 canadienses, después de que el mandatario estadounidense ordenó el asesinato del general Qassem Soleimaní, el general de mayor rango de Irán, mediante un ataque aéreo realizado en Bagdad.

“De no haber existido una escalada reciente en la región, esos canadienses estarían en este momento en casa con sus familias. Es lo que sucede cuando se tiene un conflicto y una guerra. Los inocentes cargan con el mayor peso”, dijo Trudeau en una entrevista con Global News Television.

Algunos canadienses, incluyendo el principal líder corporativo del país, culpan parcialmente a Trump de las muertes. Trudeau ya se comunicó con el mandatario estadounidense.

“He hablado del tremendo dolor y la pérdida que sienten los canadienses y la necesidad de respuestas claras de cómo sucedió esto y cómo nos vamos a asegurar de que no ocurra nunca más”, dijo Trudeau.

El mandatario canadiense añadió que “obviamente” le hubiera gustado una advertencia antes de que Trump ordenara la muerte de Soleimaní. Canadá tiene tropas en Irak como parte de la misión de entrenamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Trudeau dijo que hay una gran molestia con Irán.

“Se exige justicia. Y eso es algo que debe esperarse por completo y debe ser atendido de manera muy cuidadosa por el gobierno iraní”, dijo Trudeau.

En tanto, la Junta de Seguridad de Transporte de Canadá (TSB por sus iniciales en inglés) dijo el lunes que las autoridades iraníes la invitaron a participar en un análisis de las grabadoras de voz y datos de vuelo de la aeronave ucraniana.

La presidenta de la TSB, Kathy Fox, dijo que Irán invitó a la agencia a participar como observador en la descarga y análisis de las “cajas negras” donde y cuando quiera que eso ocurra, y que su departamento espera tener una mayor participación.

“Estamos trabajando muy fuerte a diario por construir una relación de confianza para que podamos comprometernos”, dijo Fox. “La participación de Canadá está evolucionando. Está por verse qué tan lejos llegará”.

Natacha van Themsche, directora de investigaciones, dijo que los expertos canadienses también han sido invitados a inspeccionar los restos y el lugar del desplome, una medida inusual dado que el avión no era de fabricación canadiense y el impacto no ocurrió en Canadá.

Dos investigadores canadienses han obtenido visas para viajar a Irán y se enviará a un segundo grupo de expertos en descarga y análisis de grabaciones.

El incidente de primeras horas del miércoles cobró la vida de todas las personas a bordo, en su mayoría iraníes e iraníes-canadienses. Después de apuntar inicialmente a una falla técnica e insistir en que las fuerzas armadas no eran responsables, y en medio de creciente evidencia y acusaciones de líderes de Occidente, las autoridades iraníes reconocieron el sábado haber derribado accidentalmente la aeronave.

Van Themsche dijo que la agencia también investigará por qué no se cerró el espacio aéreo iraní al tráfico civil luego de que Irán lanzara sus ataques contra bases militares en Irak.

Canadá suspendió sus relaciones diplomáticas con Irán en 2012, pero Trudeau y la cancillería canadiense han estado en contacto con sus contrapartes iraníes desde que cayó la aeronave.

Irán derribó el avión mientras se preparaba para una posible respuesta estadounidense a su lanzamiento de misiles balísticos en dos bases iraquíes en las que había tropas estadounidenses estacionadas. El ataque con misiles, que no provocó bajas estadounidenses, fue en represalia por la muerte de Soleimaní.

Trudeau se ha referido al incidente como una tragedia canadiense debido a que 138 pasajeros se dirigían a Canadá, incluyendo estudiantes, parejas de recién casados, médicos y padres de familia. La víctima más joven era una niña de un año.

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