Aunque el mismo director de la película, Josh Cooley, admitió que la anterior entrega parecía el broche perfecto, Pixar intentó explicar la razón de hacer esta nueva cinta. Esta decisión, generó una ola de críticas y cuestionamientos sobre qué tan necesaria era. Además, los adelantos, modificaciones a algunos personajes y factores externos mantienen en vilo a los fanáticos.
Ciudad de México, 17 de junio (SinEmbargo).– Han pasado 24 años desde que la primera película de Toy Story se estrenó en cartelera. La cinta, además de ser la gran pionera del cine de animación, fue el inicio de una saga llena de diversión que creció junto a millones de niños de todo el mundo, quienes ahora como adultos esperan su cuarta entrega.
Toy Story, estrenada en 1995, fue la primera producción de Pixar, un estudio que gracias al éxito obtenido por su primer producción tuvo luz verde para una segunda parte de la cinta y creó otras historias originales como Monsters, Inc., Buscando a Nemo, Ratatouille e Intensamente.
En 2010, se estrenó la tercera parte de Toy Story, cinta con la que se creía se pondría fin a la saga más exitosa de Pixar. Sin embargo, la realidad fue muy distinta y los estudios hicieron una apuesta arriesgada y se lanzaron a una cuarta entrega que llega a los cines este 21 de junio.
Aunque el mismo director de la película, Josh Cooley, admitió que la anterior entrega parecía el broche perfecto, Pixar intentó explicar la razón de ser de esta nueva película. Esta decisión, generó una ola de críticas y cuestionamientos sobre qué tan necesaria era. Además, los adelantos, modificaciones a algunos personajes y factores externos mantienen en vilo a los fanáticos.
¿NECESARIA UNA CUARTA ENTREGA?
Luego del final de Toy Story 3, el cual de acuerdo con la opinión de expertos, público y medios era calificado como perfecto, Disney Pixar decidió extender la historia de Woody, Buzz Lightyear y compañía para regresar este 2019 con una nueva entrega.
El anuncio de una cuarta parte de la exitosa saga generó opiniones divididas desde el principio. Mientras algunos celebraban la noticia, hubo otro sector que se mantuvo cauto y cuestionó si era necesaria una nueva cinta o simplemente se trataba de una estrategia de Disney para llenar sus bolsillos.
Los cuestionamientos llegaron hasta Josh Cooley, director de la cinta, quien argumentó que desde el inicio Toy Story ha girado sobre Woody y Andy, y la tercera entrega abordaba dicho tema: el cierre entre el joven y el juguete. Ahora, dijo, era necesario contar qué sería lo que sucede si Woody y sus amigos tuvieran una nueva oportunidad.
Toy Story 4 se centrará en cómo es la vida de los juguetes con su nueva dueña, Bonnie, y la llegada de un nuevo integrante a la familia, Forky, un tenedor con ojos movibles y manos de limpia pipas que la menor hizo en la guardería. Un argumento que no ha terminado de convencer a los seguidores de la saga.
PETA PIDE RETIRAR BASTÓN A BETTY
La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) pidió a Josh Cooley, director de Toy Story 4, retirar el bastón que usa la pastorcita Bo Peep argumentando que se trata de una herramienta utilizada en años pasados para maltratar a las ovejas.
A través de una carta, PETA pidió que se eliminara el bastón, al que definen como un “símbolo de dominación” y como “una cosa del pasado que no pertenece a Toy Story 4”.
“PETA está pidiendo al director Josh Cooley que complete la transformación del personaje retirando su bastón, una herramienta que históricamente se usó para enganchar a los corderos. Las piernas y el cuello en la industria de la lana, de la misma forma en que se utiliza el bullhook (ahora ampliamente prohibido) para pinchar y jalar a los elefantes en el circo”, menciona Lauren Thomasson, gerente de Animales en Cine y Televisión de PETA.
La petición abunda en que los más de 6.5 millones miembros de PETA sienten simpatía con la cinta debido a que fue la primera completamente generada a computadora, situación que abrió el camino para que se evitara la utilización de animales en películas.
La ONG exhortó al creador de la cinta a considerar eliminar al bastón, pues el mostrar un símbolo de dominación sobre cualquier animal es una cosa del pasado.
PIDEN A BOICOT A DISNEY
El estado sureño de Georgia, Estados Unidos, se ha convertido en uno de los principales escenarios de grabación para la industria cinematográfica. Se estima que al menos unas 90 mil personas trabajan en este sector gracias a las ventajas fiscales que la entidad ofrece a estudios y productoras.
Sin embargo, desde que el Gobernador Brian Kemp firmó una polémica ley antiaborto, algunas figuras de la industria han llamado al boicot a ese estado.
Las leyes antiaborto reducen a seis semanas el tiempo límite para practicar la interrupción legal del embarazo, en lugar de las 20 que estaban aprobadas inicialmente. La ley fue aprobada el pasado 7 de mayo y entrará en vigor en 2020.
La polémica ley antiaborto de Georgia es una de las más restrictivas de EU y se encuentra paralizada por un tribunal que declaró la norma inconstitucional respecto a la Carta Magna de ese estado y la libertad de las mujeres.
Disney, Netflix, AMC y otras empresas de la industria cinematográfica y de la televisión han expresado su preocupación por la ley de Georgia, aunque ningún estudio grande se ha retirado efectivamente del estado.
Luego de la aprobación de la iniciativa, Bob Iger, Consejero delegado de Walt Disney Co afirmó que les será "muy difícil" filmar en el estado.
“Creo que muchas personas que trabajan para nosotros no querrán trabajar allí, y tendremos que prestar atención a sus deseos en ese sentido. En este momento lo estamos observando con mucha atención [...] No veo que sea práctico para nosotros continuar rodando allí”, dijo Bob Iger a la agencia Reuters.
Las declaraciones de los ejecutivos de Disney hicieron eco rápidamente entre algunos grupos provida. Los inconformes hicieron un llamado en redes sociales para boicotear Toy Story 4, la próxima gran producción de la empresa que llegará a las salas de cine el 21 de junio.
Los opositores de la interrupción legal del embarazo argumentan que Disney se dedica a producir contenido para los más pequeños del hogar pero quiere que continúe el asesinato de niños inocentes. Sin embargo, pese a los llamados en redes sociales, los seguidores de la cinta mencionan que dejar de asistir a las salas de cine no provocará que la empresa cambie su posición.
LA NUEVA IMAGEN DE BETTY
Sin duda, uno de los temas que más ha causado controversia y debate desde el anuncio de la cuarta entrega de Toy Story es el giro que Pixar le dio a la imagen de Betty. La pastorcita pasó de ser un personaje secundario y dulce a una mujer independiente y con una apariencia renovada.
Los productores decidieron Bo Peep, la pastora de porcelana que tenía enamorado a Woody, reapareciera en esta nueva entrega y además le dieron un rol protagónico en la cinta.
"Nunca supimos qué le pasó (...), cómo ha sido su vida", admitió Josh Cooley en una entrevista para la agencia EFE.
Los productores decidieron aprovechar este tema para explotar un poco la historia de Betty y así poder explicarle al público cuál fue el destino de este personaje y qué fue lo que pasó con ella luego de que se separara de Andy.
"Fuimos capaces de ahondar en su personalidad y desarrollarla de una manera en la que ella tiene esta vida realmente interesante de 'juguete perdido', algo que Woody nunca ha considerado y que es casi como el peor de sus miedos. Que se encuentren cara a cara y conecten de nuevo es algo que sentimos digno de una película", añadió el director.
A pesar de que Bo Peep se muestra como una mujer renovada, los responsables de Toy Story 4 no relacionaron este cambio con el auge reciente del feminismo, el cual ha aparecido en grandes producciones de Disney como Avengers: Edngame.
"Nos cuesta como hace cinco años hacer estas películas. Si pudiera adivinar el futuro, jugaría a la lotería", bromeó el productor Mark Nielsen.
"De hecho, Bo siempre ha sido así (...) Cuando Woody no estaba seguro de qué hacer, recurría a ella (...) Tiene la cabeza fría y siempre va uno o dos pasos por delante", aseguró.
EL ESCÁNDALO DE JOHN LASSETER
En 2017, John Lasseter, director creativo de Disney, jefe de Pixar y encargado de las dos primeras películas de Toy Story abandonó el estudio luego de una serie de acusaciones por haberse propasado con su personal.
Los señalamientos indicaban que Lasseter tenía la costumbre de abrazar a las mujeres más de la cuenta, de intentar besar a quien abrazaba y de colocar sus manos en las piernas de las trabajadoras que se sentaban a su lado en reuniones.
"Mentiríamos si no dijéramos que fue algo importante y que no tuvo un impacto", reconoció Jonas Rivera, mientras que su compañero Mark Nielsen destacó "la resiliencia" del equipo de Pixar.
"Fue duro, pero todo el mundo dijo: 'Volvamos al trabajo, concentrémonos en las películas'", afirmó.