Daniela Contreras Guerrero y Ana Paola Balladares García, estudientes de biotecnología, crearon una bebida a base de pelo de elote que ayudar a expulsar los cálculos renales; nombraron al producto Kaana Kin, que en maya significa mar y sol, esto en referencia a la frescura y el color de la mazorca.
Por Dalia Patiño González
Puebla, 17 de abril (Agencia Informativa Conacyt/SinEmbargo).- Estudiantes de ingeniería en biotecnología del Instituto de Estudios Superiores de Monterrey, campus Puebla (ITESM), desarrollaron un prototipo de bebida funcional a base de pelo de elote, pensada no solo para refrescar al consumidor sino para ayudar a quienes padecen litiasis renal.
Daniela Contreras Guerrero y Ana Paola Balladares García son las creadoras de esta bebida y su idea surgió como un proyecto escolar, así como por la experiencia de familiares de Ana Paola que padecen esta enfermedad y que consumen infusiones de pelo de elote para mitigar las molestias de la litiasis.
“En la familia de Ana Paola, familiares sufren de litiasis renal y lo que hacían era hervir el pelo del elote en agua y tomárselo como infusión para aliviar el dolor, además de facilitar la expulsión de los cálculos renales o piedras”, señaló Daniela Contreras en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
A partir de estas experiencias, las alumnas buscaron la base científica que validara las propiedades del pelo de elote en este padecimiento. Lo que encontraron en la literatura científica fue que el pelo de elote contiene en su estructura compuestos fenólicos conocidos como taninos, los cuales, además de ayudar a expulsar los cálculos renales, son antioxidantes y diuréticos.
Otro de los beneficios que destacó Daniela Contreras es que su prototipo está hecho a base de un desecho agroindustrial lo que le da una ventaja por ser amigable con el ambiente, además de que la materia prima es más fácil de conseguir con las personas que comercializan las mazorcas.
CÓMO SE OBTUVO
El proyecto, bajo la asesoría de la doctora Mirna Lorena Sánchez, consistió en hacer la planeación tecnológica, económica y la validación de las normas. Para esto, las alumnas de biotecnología iniciaron, tras la obtención del pelo de elote, con un proceso de desinfección y secado del producto. Posteriormente, explica Daniela Contreras, se realizó la extracción acuosa del compuesto activo, es decir, de los taninos, con el fin de realizar la formulación de la bebida.
“Lo que siguió después fue la operación unitaria mayor que es un secado por aspersión. Esto consiste en meter la formulación líquida por medio de procesos de calor y presión para obtener un polvo con el que se prepara la bebida”.
Para adicionarle el sabor y el color, las alumnas hicieron un estudio de mercado y determinaron que el sabor fresa era el más popular entre los usuarios que consultaron. Ya en una etapa comercial, las estudiantes planean ofrecer más sabores.
Una vez concluida la obtención del producto se realizaron pruebas de validación de acuerdo con las normas oficiales mexicanas, pruebas sensoriales y de vida útil. Las estudiantes también verificaron que los taninos estuvieran presentes en el prototipo final.
Daniela Contreras indicó que los taninos ayudan a calmar el revestimiento de la vejiga y de los tubos urinarios y, al tener un efecto diurético, hacen que con más cantidad de líquido que consuman, mayor cantidad de orina expulsarán y eso ayuda a que los cálculos renales sean desechados más rápido y con menos dolor.
“Dentro de las pruebas de validación, también hicimos la que corresponde a microorganismos y los resultados fueron que no se encontró ningún crecimiento de bacterias como Salmonella, coliformes, estreptococos, lo que prueba que el producto es inocuo y apto para el consumo humano, además de que el compuesto activo también continúa presente en el polvo”.
Otra de las ventajas que mencionó Daniela Contreras es que su prototipo ya está endulzado con Livana, un sustituto de azúcar desarrollado también en el ITESM a base de eritritol con un índice glucémico de cero, eso quiere decir que es apto para personas diabéticas.
“Existen bebidas comerciales para refrescarse pero en su composición tienen muchos químicos, colorantes y sales, nosotras ofreceríamos una opción más natural que además de satisfacer la sed pueda brindar un beneficio extra, por eso es funcional y no un fármaco. La puede tomar cualquiera, pero a las personas con cálculos renales les va a ayudar”.
El nombre del prototipo de esta bebida es Kaana Kin, que en maya significa mar y sol, en referencia a la frescura y el color de la mazorca. La presentación final está dispuesta en sobres de 15 gramos para preparar un litro de esta bebida funcional.