El galardonado por los Premios Óscar 2018 dijo que ser mexicano le ha ayudado a ser fiel a una manera de narrar desde un punto de vista único; anunció que ofrecerá una beca para pagar los estudios de un joven mexicano en una escuela de cine en el extranjero y que expondrá el próximo año los monstruos que ha creado.
Guadalajara, México, 10 de marzo (EFE).- El director mexicano Guillermo del Toro, ganador de dos premios Óscar, declaró hoy su profundo amor por sus raíces, que le han ayudado a "sobrevivir" en una industria cinematográfica en la que le ha costado defender las historias en las que cree.
En un encuentro con unos mil 800 jóvenes celebrado como parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), el realizador dijo que ser mexicano le ha ayudado a ser fiel a una manera de narrar desde un punto de vista muy particular, pues "tener raíces no es lo mismo que tener pasaporte".
Bromeó al decir que solo a alguien nacido en este país se le pudo ocurrir la idea de hacer una película de un "melodrama doméstico musical de espías" en la que una mujer muda y un monstruo tienen relaciones sexuales, como ocurre en La forma del agua, por la que recibió los Óscar de mejor director y mejor película.
"Es porque soy mexicano", apuntó Del Toro haciendo referencia a la frase que dijo a una periodista en los Globos de Oro y que se hizo viral en las redes sociales.
En su tierra natal, el director de filmes como El laberinto del fauno dialogó con los asistentes de manera sencilla, abierta y de buen humor, y les pidió no abandonar su idea de hacer cine a pesar de las adversidades y de vivir en un país como México.
"Si puedes hacer cine en Mexico puedes hacer cine donde sea. Hay que sobrevivir la adversidad, el oficio que tenemos es evolutivo y tienes que tener resistencia", aseveró el cineasta.
Del Toro aconsejó a los asistentes no "dejarse vencer pase lo que pase" y "cultivar" y "usar la rabia" como un instrumento para no conformarse.
Sobre los inicios de su carrera, el mexicano dijo entre bromas que le tocó vivir "una infancia bizarra" en una ciudad "bien pinche rara" como Guadalajara .
Comentó que la idea de hacer el monstruo que protagoniza La forma del agua nació de una ocasión en la que regresó de misa un domingo y vio en la televisión una película del Monstruo del Lago Ness.
La impresión que le causó aquel personaje lo llevó a dibujarlo una y otra vez, "tomando un helado o paseando en la bicicleta". Su abuela conservó esos dibujos por años, pero Del Toro no pudo rescatarlos tras su muerte.
Muchos años después, pudo concretar la filmación de la película, que llegó en un momento en el que "escasea la esperanza" y en el que el director "necesitaba un ungüento para el alma".
"Quería que fuera una canción como de esas canciones que subes a todo volumen y cantas a todo pulmón, que fuera una canción de imagen y color y que hubiera belleza sobre todas las cosas", explicó.
El realizador afirmó que recibir los Óscar le provocó "un momento de mucha paz" y se alegró de que estos reconocimientos hayan llegado a sus 53 años, pues a otra edad "tener estos símbolos de éxito te puede poner maniaco".
Asimismo, aseguró que esta victoria supone un reconocimiento por mantenerse fiel a las "mafufadas" (rarezas) que ha filmado desde los inicios de su carrera.
Del Toro anunció que su exposición "En casa con monstruos" estará por primera vez en México en marzo de 2019 y será inaugurada en Guadalajara en el marco de la próxima edición del FICG, y que ofrecerá una beca anual junto con la Fundación Mary Jenkins para costear los estudios de un joven mexicano en una escuela de cine en el extranjero.
En conferencia de prensa, el mexicano dijo que su intención es dejar un legado para quienes vienen detrás, pues "el primer impulso es importantísimo" para que un cineasta pueda realizar su trabajo.
"Si cambiamos una vida, si cambiamos una historia, cambiamos a toda una generación completamente", dijo ante un centenar de medios de comunicación, a quienes mostró a sus "gemelitos", como les dice a sus Óscar.
Detalló que entre sus proyectos está la filmación de un documental en el que entrevistará a directores como George Miller o Ridley Scott con la intención de conocer sus puntos de vista sobre el cine como forma narrativa.