Ayer comenzaron los trabajos para descubrir los materiales que utilizó Johannes Vermeer al pintar "La Joven de la perla", obra conocida como la “Mona Lisa holandesa”.
Por Imane Rachidi
La Haya, Países Bajos, 27 de febrero (EFE).- La famosa pintura "Joven de la perla" (1665), del pintor holandés Johannes Vermeer, se sometió desde ayer a una minuciosa radiografía en el Museo Mauritshuis de La Haya, Países Bajos el primer examen científico en los últimos 25 años que busca revelar sus misterios.
"El último estudio utilizó técnicas invasivas y no fue un análisis representativo de todo el dibujo. Con las nuevas tecnologías podemos recopilar información similar y con técnicas sensibles", dijo a Efe Joris Dik, profesor de materiales en el arte y la arqueología en la Universidad de Tecnología de Delft, en el sur de Holanda.
Durante los últimos años, los investigadores han mostrado una gran fascinación por esta pintura en la que aparece una niña con mirada enigmática, que posa con un turbante azul y dorado, y una gran perla en la oreja izquierda.
Para el experto en arte la diferencia entre el proyecto de investigación realizado en 1994 y el actual, titulado "La joven, en el punto de mira", es "como mirar a la luna con un telescopio desde el espacio".
Lo que se descubrió hace casi 25 años, en esa primera investigación, fue que la base negra del dibujo es "muy peculiar", porque "no solo es un fondo oscuro, sino que tiene una cobertura fina de un verde traslúcido que no se reconoce a simple vista y que precisamente tiene el objetivo de dar un reflejo al negro de fondo, para que sea tan oscuro como sea posible", añadió el profesor Dik.
Ese verde es lo que hace que la joven "mire a su público, girada hacia un lado, y con la vista procedente de un fondo totalmente oscuro", el objetivo exacto de Vermeer cuando pintó a "La Joven de la perla".
El objetivo de la nueva investigación es descubrir cómo Vermeer pintó esta obra de arte y qué materiales utilizó cuando la hizo, en el siglo XVII.
Para ello se utilizarán tecnologías como los rayos X fluorescentes, infrarrojos, tomografía de coherencia óptima y microscopios digitales que permiten hacer un perfil en tres dimensiones del primer plano del dibujo.
El histórico trabajo de Vermeer, conocido también como "la Mona Lisa holandesa", será objeto de interés exclusivo de un equipo de investigadores internacionales durante las próximas dos semanas, después de las cuales, se espera que esta pintura sea "una de las obras de arte mejor documentadas del mundo", según el museo.
Los expertos trabajarán bajo la mirada del público, quienes podrán seguir las investigaciones detrás del cristal que rodea la estructura especial levantada en el museo para albergar el centro de investigación temporal, "uno de los más avanzados del mundo", según la jefa de este proyecto, Abbie Vandivere.
Este trabajo científico busca especialmente "investigar el lienzo, los pigmentos y el aceite" que utilizó el maestro holandés en 1665, pues el cuadro no requiere "de una mayor restauración" ya que se encuentra en perfectas condiciones.
La investigación contará con la experiencia de numerosos expertos nacionales e internacionales, como de la Universidad de Maastricht (Holanda), la de Amberes (Bélgica) y el Centro de Galería Nacional de Washington (Estados Unidos), entre otros.
La recolección de datos sobre el cuadro finalizará el próximo 11 de marzo, aunque se espera que el análisis de los resultados termine hasta dentro de al menos 6 meses.