Considerado uno de los mejores cineastas de la historia del Séptimo Arte, Roman Polanski ha sido tildado de genio, pero también de enfermo. Su vida azarosa podría dar material para distintos largometrajes con los más grandes actores como protagonistas y es que la existencia del director franco-polaco ha estado marcada no sólo por el éxito, también por el sufrimiento y sus líos con la justicia. Pese a todo, sigue en pie y este sábado festeja 79 años de vida.
El director de cine, productor y guionista nació en París el 18 de agosto de 1933. Cuando tenía sólo tres años su familia se trasladó a Cracovia, Polonia. En 1941 su padre fue enviado al campo de trabajo de Mathausen en Austria y su madre a Auschwitz, pero nunca regresó, por lo que Roman tuvo que vivir con diversas familias polacas. De acuerdo con su autobiografía Roman por Polanski (1985), durante esta época el cine fue su única pasión, "mi única escapatoria a la depresión y la desesperación que tan frecuentemente me sobrecogían", se lee en la obra.
Luego del conflicto bélico, el joven Polanski se reencontraría con su padre. Aún siendo un adolescente, se inició en el mundo de la interpretación, lo que le llevaría a la escuela de cine Lodz, pero según diversas biografías, nunca llegó a graduarse formalmente.
Su primer cortometraje lo realizó a los 21 años. Se trataba de Rower (La bicicleta, 1955). Le siguieron Rozbijemy zabawę... (1957), Uśmiech zębiczny (1957), Dwaj ludzie z szafą (1958), Lampa (La lámpara, 1959) y Gdy spadają anioły (1959). Fue durante el rodaje de este filme que Polanski inició una relación sentimental con la actriz Barbara Kwiatkowska-Lass, con la que se casó en ese mismo año y de la que se divorció en 1962.
Durante 1960 y 1961 Polanski trabajó en París donde dirigió y actuó en el cortometraje Le Gros et le Maigre (The Fat and the Lean). Un año más tarde regresó a Polonia, donde rodó su primer largometraje: El cuchillo en el agua, con el que consiguió una nominación a la mejor película extranjera en los premios Oscar, impresionado por este trabajo, en 1965, Gutowski produjo la primera película de Roman en habla inglesa, Repulsion. La película ganó el Oso de Plata en el festival de cine de Berlín y catapultó al joven cineasta a la fama internacional.
Se trasladó a Estados Unidos para el rodaje de El baile de los vampiros (1967), en la que Sharon Tate era la protagonista, se casó con ella en 1968.
Un año más tarde, la pareja se encontraba feliz, pues se convertirían en padres, pero la suerte le volvería la espalda al director. El 9 de agosto de 1969, Tate fue brutalmente asesinada por miembros de "La Familia", una secta que lideraba Charles Manson, en la casa de la pareja, en Cielo Drive. Ella, embarazada de 8 meses, recibió 16 puñaladas.
Polanski tardaría tres años en regresar al Séptimo Arte, pero aseguran, quienes lo conocen, que jamás se recuperó del duro golpe que le causó el asesinato de su esposa.
En 1971 dirigió Macbeth y dos años más tarde, ¿Qué?. Pero regresaría al cine por la puerta grande con Chinatown (1974), calificada por los expertos como una de las mejores películas de la historia del cine. Protagonizada por Jack Nicholson, la cinta contó con 11 nominaciones al Oscar.
En 1977, en Estados Unidos, fue acusado de abusar de una adolescente de 13 años en el jacuzzi de la casa de sus amigos Jack Nicholson y Angélica Huston. El director iría a prisión, donde permaneció del 19 de diciembre de 1977 al 28 de enero de 1978. Al salir se dirigió a Europa y se instaló en París. No volvería a EU ni para recibir el Oscar por El pianista en 2002.
Tras dos años de exilio, en 1979, estrenó Tess, basada en la novela de época de Thomas Hardy, con Nastassja Kinski como protagonista. Dedicó el filme a Sharon Tate.
Polanski decidió alejarse de nuevo de la meca del cine y tomó un largo descanso de seis años, que culminaría con el lanzamiento de Piratas.
En 1993, nació su primera hija, Morgane, fruto de su matrimonio con Emmanuelle Seigner. Al año siguiente estrenó La muerte y la doncella y en 1998, Elvis, su segundo hijo, llegó al mundo.
El apabullante éxito lo volvería a rodear con El pianista (2001), obra por la que obtuvo su primer y único Oscar; además de premios César y la Palma de oro de Cannes.
El 26 de septiembre de 2009, Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich, Suiza a petición de Estados Unidos por el caso abierto en 1977 por presunto abuso sexual. Recobraría su libertad en julio de 2010 al ser denegada su extradición a la Unión Americana.
Ese mismo año estrenaría El escritor fantasma.
Un dios salvaje (2011) es el último filme del cineasta, quien muestra como características en sus producciones su gusto por los ambientes claustrofóbicos.
Su filmografía es muy personal y reconocida a nivel mundial, algunos no lo toleran, otros lo idolatran, lo cierto es que pocos o nadie puede ignorar al gran personaje fílmico que es Roman Polanski.