La Ruta del Desierto y sus pueblos mágicos: Cuatro Ciénegas y Candela

13/10/2017 - 12:01 am

El estado de Coahuila aguarda en estos pueblos un recorrido de cultura, historia y gastronomía donde se conjugan los olores y sabores del desierto, con las Dunas de Yeso, la Mina de Mármol, la Poza Azul y el Río Mezquites.

Ciudad de México, 13 de octubre (SinEmbargo).– En México los desiertos son ecosistema único dominado por matorrales y plantas xerófilas que cubren el 30 por ciento del territorio, por ello la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) Monclova Región Centro Desierto, tuvo la iniciativa de desarrollar "La Ruta del Desierto" con una influencia de Promoción Turística de más de 10 municipios de la Región Centro Norte de Coahuila, el tercer estado más grande de México.

A lo largo de la Ruta del Desierto se puede conocer Monclova, una ciudad industrial con el mayor liderazgo en Latinoamérica en la producción de Acero y escenario de importantes sucesos en la historia de la Independencia y la Revolución Mexicana, que invita a descubrir la cultura, la belleza natural, la gastronomía y las tradiciones de Cuatro Ciénegas y Candela en los que vivirás una experiencia que te marcara de por vida.

PUEBLO MÁGICO: CUATRO CIÉNEGAS

"La Ruta del Desierto" se creó con el fin de atraer turismo a Monclova. Foto: OCV Monclova

A hora y media de Monclova se encuentra Cuatro Ciénegas, un maravilloso poblado que debe su nombre a los colonizadores que identificaron en el territorio cuatro importantes pozas localizadas en el norte, sur, este y oeste, alrededor del año 1800.

La entrada de Cuatro Ciénegas está custodiada por el revolucionario Venustiano Carranza, a quién esas mismas tierras lo vio nacer. Erguido en su caballo, da la bienvenida a todos los visitantes desde el Mirador Encuestre, ubicado a la cabeza del majestuoso Cerro del Muerto y los invita a conocer el pueblo mágico coahuilense, que resguarda un mar en el desierto.

En sus cuevas se pueden pinturas rupestres. Foto: OCV Monclova

Hace millones de años, las inmensas aguas del océano Tetis cubrían por completo el Valle de Cuatro Ciénegas; tras los procesos geológicos que la tierra sufrió a lo largo de la evolución, lo que una vez fue mar hoy son arenas tan blancas como la misma nieve, llamadas Dunas de Yeso.

Las 800 hectáreas de arena del Desierto Blanco como también se conoce a las Dunas de Yeso, son cristales de sulfato de calcio, -yeso en su estado más puro- que reflejan los destellos de la luz del sol, que combinados con el azul del cielo, las dunas y multiformes esculturas que el viento libremente hace a su paso sobre la arena, te deslumbrará.

La Poza Azul. Foto: OCV Monclova

No obstante, el mar logró adaptarse para no dejar de existir y los restos de aquellos caudalosos mantos, hoy se comunican bajo el desierto, para dar vida a más de 300 cuerpos de agua, como la Poza Azul y el Río Mezquites, los cuales albergan microorganismos únicos, y de los que emanan increíbles variaciones de colores turquesas.

En la Poza Azul podrás encontrar estromatolitos que remontan a más de 30 millones de años, formadores del primer oxígeno en el planeta, organismos que parecieran haber quedado suspendidos en el tiempo, que han dado vida a alrededor de 70 especies endémicas entre flora y fauna como la tortuga bisagra, la mojarra Minckley y la tortuga de concha blanca, entre muchos reptiles, aves e insectos.

Por ello en 1994 el Valle de Cuatro Ciénegas con una extensión aproximada de 150mil km² se declaró por decreto presidencial Área Natural Protegida por su elevada biodiversidad y alto grado de endemismo, debido a que mantiene una cadena alimenticia idéntica a la de hace 550 millones de años.

La Mina de Marmol. Foto: OCV Monclova

Durante el recorrido; a más de 70 metros de altura, se encuentra la Mina de Mármol con una majestuosa vista hacia el Valle, rodeada por los 5 cerros que custodian las tierras Cienéguenses y que junto con los kilómetros de arena blanca, conjugan un paisaje inigualable que logra transportar a cualquiera a aquellos tiempos donde el firmamento convergía con el mar.

La localidad más cercana de estos maravillosos paisajes es el pueblo mágico de Cuatro Ciénegas, que cuenta con hoteles, centros de reuniones y atractivos turísticos como la Iglesia de San José y los viñedos: Vínicolas Ferriño y Vitali. No olvides recorren el Museo Carranza y el Callejón de Guevara, uno de los lugares más pintorescos del lugar y realizar diferentes actividades como snorkel, bicicleta de montaña, campismo, rappel y fotografía de paisaje y de vida silvestre.

PUEBLO MÁGICO: CANDELA

La Iglesia de Santiago Apostol, en Monclova. Foto: OCV Monclova

Para finalizar tu ruta, camina tranquilamente por Candela, lugar multifacético que ha cambiado su nombre a lo largo del tiempo hasta definirse con su nombre actual. Dedicada al cultivo del fríjol, maíz, sorgo y la nuez, Candela ofrece lugares únicos como las Grutas de Candela con sus grandes salones y ríos subterráneos con especies acuáticas; los Baños Termales Los Carricitos con sus albercas; el Cerro de La Mesa de Catujanos con su singular meseta y la Parroquia de San Carlos Borromeo.

La Ruta del Desierto combina el Turismo de Naturaleza con el Turismo de Aventura, ya que ofrece senderos para bicicleta de montaña con paisajes inigualables, junto con rutas ecuestres y veladas astronómicas en el Desierto Chihuahuense, el más grande de Norteamérica.

 

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