El Centro de Detención del Noroeste situado en Tacoma, en el estado de Washington, EU, que recluye a inmigrantes en proceso de deportación, vuelve a ser el centro de una huelga de hambre a la que ya se han sumado más de 400 persona para pedir mejores condiciones, informó el grupo NWDC Resistance, que difundió una carta manuscrita con las demandas de los huelguistas. Piden mejoras en la comida y el acceso a la atención médica, más higiene en la ropa que reciben, un incremento en la compensación por trabajar en la prisión y que se aceleren los procesos judiciales.
Por Pilar Marrero
Los Ángeles/Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo/LaOpinión).– Alejandro Macías, un migrante detenido en el Centro de Detención del Noroeste (NWDC) en Tacoma, Washington, resumió así la actitud de los que están adentro esperando ser deportados y han decidido protestar el trato que reciben iniciando una huelga de hambre: “No vamos a dejarnos, ¿qué más nos pueden hacer? Estos abusos deben terminar”.
Según activistas del grupo de voluntarios NWDC Resistance en el estado de Washington, al menos 400 detenidos en el centro de detención manejado por la compañía privada GEO Group han participado desde ayer en una protesta en la que se rehusan a comer, algunos también se han negado a trabajar en tareas por las que les pagan 1 dólar al día y otros han decidido no acostarse a dormir.
Los activistas, estacionados afuera del centro de detención para migrantes, usan megáfonos para mantener informados a los detenidos adentro y para darles ánimo e informarles de lo que está haciendo el resto. El lugar tiene capacidad para unos 1500 inmigrantes y es el centro de detención civil más grande de la Costa Oeste del país.
Este video fue compartido el martes por la mañana.
Una carta circulada en español e inglés entre los detenidos durante las últimas 48 horas explica la razón de la huelga y lo que buscan lograr: mejorar el tipo de comida que reciben, bajar el costo de los productos de la tienda o comisaría a precios razonables, mejorar la higiene de la ropa usada dentro, aumentar el tiempo de recreación, pedir programas de escuela, superación personal, mejorar la atención médica, aumentar el pago por los trabajos que hacen dentro del centro y agilizar los procesos de corte.
Las quejas sobre los tratos que reciben los migrantes detenidos en centros civiles de detención -generalmente en espera de ser deportados o de audiencias de tribunales- no son nuevas, pero Maru Mora Villalpando dijo que las cosas mejoraron un poco después de tres huelgas de hambre realizadas en 2014, cuando Obama aún era presidente.
“Algunas cosas mejoraron, hubo cambios en el menú, los guardias trataban un poco mejor a la gente. Ese mismo año, Obama anunció que estaba cambiando las prácticas”, dijo la activista. “Pero al cambiar el gobierno de nuevo se sintió una mano más dura, comenzó a ponerse peor de nuevo el trato”.
Los detenidos del centro informaron, por medio de los activistas y mensajes enviados desde la cárcel, que recientemente se duplicaron los precios de la comisaría, tiendas ubicadas dentro del centro de detención donde los migrantes pueden comprar insumos -snacks, comida, artículos de primera necesidad- que las autoridades no les proporcionan.
El costo de los artículos en la comisaría puede ser de dos a siete veces más caro que lo que el producto costaría en una tienda fuera del centro, según estimados realizados por la profesora Nancy Hiemstra, que estudia las “economías internas” de estos centros.
Las llamadas telefónicas desde dentro de los centros también son de elevado costo y los detenidos pueden trabajar haciendo diversas tareas, como lavandería, limpieza, pintura, cocina para ganarse un dinerito, pero la práctica es que no cobran más de 1 dólar por día por esas tareas.
Actualmente hay una demanda colectiva pendiente en corte federal, alegando que los programas de trabajo en cárcel que tiene el gobierno federal para criminales comunes no debieran de ser utilizados dentro de estos centros, debido a que abusan los derechos de los migrantes, que son detenidos civiles en espera de deportación.
No obstante, los detenidos de Tacoma reportaron que algunos de ellos no han cobrado siquiera el dólar que les corresponde por día “Algunos han recibido una bolsa de chips por pasar la cera en los pisos de la prisión”, explica un comunicado de NWDC Resistance.
Mora Villalpando dijo que varios detenidos han tratado entre ayer y hoy de negociar con los guardias de GEO Y de ICE y pidieron que firmen un acuerdo para asegurar que cumplirán sus promesas, pero estos se niegan a negociar o a ofrecer garantías.
“Acabo de hablar con algunos detenidos”, dijo la activista a mediodía del martes. “Me han dicho que van a continuar la huelga”.
DHS no contestó una solicitud de información de este periódico para obtener una versión oficial de lo que ocurre tras las paredes de cemento y las rejas del Northwest Detention Center.
Trascendió, sin embargo, que uno de los detenidos es un músico popular, que ha sido miembro de un grupo musical llamado Raza Obrera, y que está componiendo una canción sobre la huelga. “Estamos unidos y nada nos detendrá. Deben tratarnos con justicia porque somos humanos y no animales”, dice parte de la letra.
Este es otro de los detenidos que participa en la huelga, de acuerdo a activistas.