La iniciativa de ley será puesta a votación en los próximos días, pero cancelar el voto del jueves fue una derrota significativa. Ocurrió en el séptimo aniversario de la promulgación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (ACA por sus siglas en inglés), firmada por el ex Presidente Barack Obama.
Por Erica Werner y Ricardo Alonso Zaldívar
Washington, 23 de marzo (AP).- Líderes republicanos de la cámara baja retrasaron el jueves su plan para votar sobre una propuesta para derogar y reemplazar la ley de salud conocida como "Obamacare".
El aplazamiento fue un revés punzante para el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan y el Presidente Donald Trump en la primera gran prueba legislativa de su mandato.
La decisión ocurrió después de que Trump, quien se presentó como un experto en lograr pactos, no pudo ponerse acuerdo con un bloque de conservadores rebeldes. Legisladores republicanos de tendencia moderada también se alejaron de la propuesta, dejándola sin los votos necesarios para ser aprobada.
Aun así, la iniciativa de ley será puesta a votación en los próximos días, pero cancelar el voto del jueves fue una derrota significativa. Ocurrió en el séptimo aniversario de la promulgación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (ACA por sus siglas en inglés), firmada por el expresidente Barack Obama. Durante estos años, los republicanos se dedicaron a prometer que derogarían la ley.
Estas promesas les ayudaron a mantener el control del Senado y la Cámara de Representantes y ganar la Casa Blanca, pero ahora, en el momento de la verdad, se están quedando cortos.
"No hay acuerdo", dijo el presidente del Grupo Libertad de la cámara baja, Mark Meadows, republicano por Carolina del Norte, después de que él y su grupo de más de dos docenas de conservadores rebeldes se reunieron con Trump para tratar de lograr más concesiones para reducir los requisitos a compañías de seguro.
La propuesta republicana anularía las multas fiscales en contra de la gente que no compra seguro, impuestas por Obama, y recortaría el programa estatal Medicaid para personas de bajos recursos, que bajo el plan de Obama había sido ampliado. Proveería créditos fiscales para ayudar a que la gente pague sus cuentas médicas, aunque por lo general sería de una forma más mezquina que el plan de Obama. También permitiría que aseguradoras cobren más a personas mayores de edad y derogaría incentivos de impuestos que la ley impuso a gente de altos ingresos y empresas de la industria de salud.
La medida también bloquearía pagos federales a la organización Planned Parenhood durante un año, otro punto de debate para los republicanos moderados.
En una señal de peligro para los republicanos, un sondeo de la Universidad Quinnipiac halló que el 56 por ciento de la gente desaprueba la propuesta republicana, el 17 por ciento la aprueba, y el 26por ciento está indecisa. Seis de cada 10 personas ven de manera desfavorable el manejo de la propuesta de salud por parte de Trump.
El sondeo fue realizado del 16 al 21 de marzo y tiene un margen de error de 3 puntos porcentuales.