Las tribus indígenas, propietarias de terrenos en la frontera de Arizona y Sonora expresaron su oposición al muro que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende construir en las 75 millas de su propiedad por considerar que sus tierras son sagradas. Además se resisten a la orden ejecutiva que autoriza la construcción de un oleoducto en Dakota.
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Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo).– Tribus indígenas, propietarias de terrenos en la frontera de Arizona (Estados Unidos) y Sonora (México) y que por décadas han habitado esas tierras, expresaron su oposición a la construcción del muro en su propiedad pues consideran que son sagradas y se resisten también a la orden ejecutiva de Donald Trump que autoriza la construcción de un oleoducto en Dakota.
Líderes de la Reservación indígena Tohono O’odham expresaron su oposición a la construcción del muro en su propiedad.
“Como primera respuesta, la nación invita al nuevo Presidente a visitarnos para discutir en profundidad los impactos de tales acciones”, expresaron en un comunicado difundido a finales de enero.
La actual frontera internacional atraviesa los terrenos tradicionales de la reservación. Actualmente, sus tierras incluyen 75 millas de la frontera México-Estados Unidos, con miembros tribales que residen en ambos lados de la frontera.
En el comunicado, la tribu detalló que han estado al tanto de las cuestiones fronterizas durante más de 160 años y lo toman seriamente.
“Aunque la Nación no apoya un muro fortificado a gran escala, ha trabajado de cerca durante décadas con Aduana y Protección Fronteriza y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para asegurar el país”, mencionaron.
Sin embargo, destacaron que no les consultaron a ellos ni a muchas otras comunidades fronterizas antes de que el Presidente Trump firmara la orden ejecutiva para construir un muro.
La reservación indígena señaló su compromiso para continuar haciendo su parte y garantizar la seguridad en la frontera.
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El Vicepresidente de la Nación Tohono O'odham Verlon José, dijo en entrevista con la cadena local de radio KJZZ que construir el muro supondría la división definitiva para su tribu.
"Sobre mi cadáver van a construir un muro. Es como si yo entrara en su casa y les digo '¿Sabes qué, creo que con el fin de proteger su casa necesitamos un poco de ajuste'. Usted va a decir, 'Espera un minuto, ¡fuera de mi casa'", explicó.
"Tenemos el hermoso entorno del desierto de Sonora", dijo José al medio estadounidense. "Lo llamamos O'odham. Significa desierto. Nuestro nombre es Tohono O'odham. Tohono es desierto. O'odham es la gente", precisó.
José dijo que su tribu no es enemiga de Trump y que están pidiendo a su administración colaborar con él.
"No somos el enemigo", dijo José. "Somos su aliado. Queremos trabajar con usted en la protección de los Estados Unidos", puntualizó.
SE AGRAVA PUGNA POR OLEODUCTO
La empresa responsable del oleoducto Dakota Access podría recibir permiso del ejército este miércoles para concluir el proyecto, aunque la tribu que ha encabezado las protestas en contra ha prometido continuar la lucha.
El ejército anunció el martes que permitirá a la empresa Energy Transfer Partners construir por debajo de un embalse vinculado al río Missouri en Dakota del Norte, la última fase del proyecto que asciende a 3 mil 800 millones de dólares.
Pero la tribu Standing Rock Sioux ha jurado resistir la iniciativa en los tribunales, argumentando que el ducto subterráneo contaminará sus fuentes de agua.
El ejército ya no quiere más estudios ambientales y busca permitir la extensión de la vía en la zona Lake Oahe, según documentos judiciales presentados al Departamento de Justicia, inclusive cartas a congresistas del subsecretario del ejército Paul Cramer citados por la agencia de noticias AP.
El oleoducto, que atravesará cuatro estados y tendrá una extensión de mil 200 millas (mil 930 kilómetros), transportará petróleo desde las Dakotas por Iowa hasta un punto de carga en Illinois. Energy Transfer Partners, cuya sede está en Dallas, esperaba tenerla en funcionamiento para fines del 2016, pero la construcción quedó suspendida mientras el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y la empresa litigaban el caso en los tribunales.
Los Standing Rock Sioux, cuya reservación está ubicada río abajo del embalse, teme que la infraestructura podría sufrir un derrame y que sus fuentes de agua quedarían contaminadas. La tribu ha organizado protestas que han atraído a centenares e incluso a veces a miles de personas a un campamento cerca del embalse. ETP asegura que el oleoducto no causará contaminación alguna.
Los detalles del recurso judicial de la tribu contra la decisión del ejército aún están siendo elaborados, declaró el martes el abogado Jan Hasselman. Pero el cacique Dave Archambault dijo que la tribu permanecerá "impertérrita" a pesar de la decisión del ejército. Aun si el oleoducto se termina y empieza a funcionar, expresó, la tribu tratará de forzar su cierre. La tribu además está organizando una marcha en Washington, D.C., para el 10 de marzo.
Un estudio realizado el año pasado determinó que la construcción no tendrá ningún efecto significativo sobre el medio ambiente. Sin embargo, la entonces subsecretaria de obras civiles del ejército, Jo-Ellen Darcy, se negó el 4 de diciembre a emitir una licencia para el cruce del embalse, afirmando que se necesitaba un estudio ambiental más amplio.
ETP calificó la decisión de Darcy como una maniobra política y acusó al entonces gobierno de Barack Obama de tratar de diferir el asunto hasta después de que terminara su periodo. El Cuerpo de Ingenieros inició un estudio del cruce el 18 de enero, dos días antes de que terminara el mandato de Obama, que habría tardado hasta dos años en concluir. El presidente Donald Trump firmó un decreto el 24 de enero ordenándole al Cuerpo de Ingenieros a reconsiderar la decisión de Darcy lo antes posible.
–Con información de Blake Nicholson, Associated Press